Puede que la mejor herramienta para acabar con las complicadas contraseñas siempre haya estado delante nuestra con los emoticonos, porque las contraseñas de emoji podrían ser la respuesta a la necesidad de seguridad que sube y sube según tenemos más datos almacenados en la nube.
Cada vez tenemos más y más información almacenada en servidores por todo el mundo: correo electrónico, nuestras fotos, conversaciones, todo tipo de notas, documentos… o incluso las contraseñas del resto de servicios en los que tenemos cuenta. El problema es que las contraseñas tipo PIN, utilizadas por muchos servicios como los bancos, se han vuelto inseguras con el paso del tiempo, y un atacante puede romperlas con fuerza bruta en cuestión de minutos, algo que no nos hace ninguna gracia (y con razón).
Una empresa situada en Inglaterra llamada Intelligent Environments, como podemos leer en ReadWrite, podría tener la solución a nuestros problemas: contraseñas basadas en los famosos emoji que ya han invadido nuestras salas de chats, partiendo de la idea de que nuestro cerebro tiene un poder para retener imágenes sorprendente, y de que ya existen sistemas de seguridad que consisten en generar contraseñas a partir de combinaciones de imágenes predeterminadas por el sistema. Lo único que estamos haciendo es cambiar esas imágenes por los conocidos emoji para generar contraseñas más fáciles de recordar, en otras palabras.
Según este mismo estudio, las contraseñas generadas con 44 emoji diferentes (con cuatro emoji por contraseña) suponen 3.4 millones de posibilidades diferentes, un numero mucho más alto que las 7.290 combinaciones que permite el clásico PIN de cuatro dígitos. De esta forma se dificulta que un ataque por fuerza bruta pueda salir bien, y pone más obstáculos a un atacante para hacer el sistema más seguro. Eso sí, aunque sea más seguro, no lo convierte en un sistema irrompible: cosas como un sistema a prueba de todo forman parte de los sueños, aunque sistemas como la identificación biométrica se acerquen.
Contraseñas de emoji, el posible futuro de la seguridad
Por el momento no existe nadie que utilice estas contraseñas de emoji, pero la compañía ya está hablando con bancos para implementar su sistema en los próximos 12 meses, prometiendo seguridad y sencillez de cara al usuario. Sólo nos queda esperar para ver cómo de lejos llega la idea de esta compañía, aunque esto no hace más que recordarnos una amarga realidad: necesitamos mejores sistemas de verificación para proteger nuestra información de los ojos ajenos, y los necesitamos ya.