Las baterías actuales de nuestros Android tienen un claro problema, son un campo que no avanza lo que querríamos.. Sin embargo, esa afirmación está muy lejos de ser cierta, y hoy os mostramos cuales son las tecnologías futuras que más prometen en la actualidad, y que nos llevarán al futuro de la batería.
Creo que todos estaremos de acuerdo al decir que la batería tiene un problema, y es que no dura lo que a nosotros nos gustaría: le queda un largo camino para que nos podamos olvidar por completo del problema que supone llegar a casa sin batería en nuestro smartphone, y los wearables son los que más sufren con las baterías actuales.
Baterías del futuro, en busca de más autonomía
Científicos de todo el mundo están ya investigando cientos de tecnologías con el objetivo de hacer baterías que duren más, y lo están haciendo de mil formas diferentes. ¿Cuáles son las investigaciones a las que deberíamos seguir más de cerca? ¿Cómo es la batería del futuro que podemos imaginar en nuestras mentes, y que es viable en un futuro cercano?
En Android Central han preparado un estupendo artículo sobre la ciencia que hay detrás de las baterías, y en ese mismo artículo podemos ver reflejado el problema de la actualidad: las baterías de litio actuales son inflamables (y peligrosas, por lo tanto), se degradan con el tiempo y se calientan. Para solucionarlo, el camino parece estar claro, y pasa por cumplir los siguientes puntos:
- Conseguir mayores capacidades en cada batería
- Hacer que duren más ciclos de carga sin degradarse
- Mejorar su seguridad con componentes no-inflamables
- Hacer que la carga sea más rápida
Por ahí van los tiros de las investigaciones actuales con las baterías de litio, aunque no nos podemos olvidar de una posible solución: cambiar uno de los materiales que forman la ecuación. Actualmente tenemos baterías de Li-ion y Li-po, pero existen tecnologías muy prometedoras que podrían traernos la solución a nuestros problemas.
- Li-air: baterías que utilizan el oxígeno del aire para hacer la reacción con el litio. Fue propuesto por primera vez en los años 70 para los coches eléctricos, pero tiene una desventaja que lo aparta de nuestros dispositivos: la necesidad de aire contínuo para funcionar (aunque pueda ser el santo grial para los coches eléctricos).
- Li-S: en este caso se utiliza el sulfuro con una teoría similar a la que emplean las baterías de Li-ion. Es una opción muy atractiva, no es inflamable y pronto estará en producción, pero todavía quedan ciertos desafíos con la tecnología.
- Mg-ion: cambiamos el litio por magnesio, y obtenemos una batería capaz de llevar el doble de carga en una batería más estable. Todavía quedan un par de años para que podamos ver funcionar estas baterías, pero es una de las soluciones más cercanas en el tiempo.
Por otra parte, la investigación con las baterías actuales tampoco se ha acabado, porque Project Ara es el mejor ejemplo de que todavía tienen mucho que decir: gracias a SolidEnergy, sus baterías podrán doblar en capacidad a las habituales que ya tenemos, además de formar baterías más pequeñas con la misma capacidad que tenemos ahora. Las baterías de kevlar de las que os hablamos hace poco tampoco son una mala solución, y el futuro también pasa por ellas.
En cualquiera de los casos, no esperéis que ninguna de estas tecnologías llegue en un futuro cercano: queda mucho por investigar y solucionar, y en el mejor de los casos empezaremos a ver avances importantes en un par de años.
Cargas ultrarrápidas e inalámbricas, el futuro más cercano
Sin embargo, un campo en el que estamos más cerca es en el de las cargas ultrarrápidas: la idea de tener baterías cargadas en cuestión de minutos o incluso segundos es algo muy llamativo, y sobre lo que también se investiga. Las cargas rápidas de hoy en día son como jugar a las casitas al lado de todo lo que se está investigando.
- ¿Os acordáis de la carga rápida que prometía cargar nuestro Galaxy S4 en 30 segundos? Alrededor de 2017 podría ser una realidad gracias a la carga super-rápida de StoreDot.
- Aunque haya sido un tema muy controvertido, Shawn West también quiere vender su carga de baterías en 30 segundos, y para ello recurrió a un Kickstarter a mediados del año pasado que ha terminado por salir bien.
- Los supercondensadores también podrían ser una alternativa: pueden ser cargados hasta llenarse de energía y enviar esa energía a otro lado, todo en una cantidad de tiempo absurda. De esta forma, también podríamos conseguir cargas de nuestros dispositivos en segundos en vez de horas.
Pero la cosa no termina en cargas ultrarrápidas, porque la carga inalámbrica también es un tema que nos podría dar horas y horas de conversación, gracias a sus cientos de variables futuras.
- Qualcomm ya nos ha presentado WiPower, lo que ellos piensan que debe ser la carga inalámbrica y que ya tiene pruebas de concepto funcionales.
- uBeam tampoco se queda atrás: ultrasonidos para transmitir electricidad creados por una astrobióloga de 25 años. Y lo mejor de todo es que podríamos empezar a verlo a partir de este año con un poco de suerte.
- ¿Qué me decís si las pantallas, cada vez más grandes, también pudieran funcionar como paneles solares? Esa es la idea de Alcatel: paneles solares transparentes que permitan cargar nuestro dispositivo con sólo ponerlo al sol.
- ¿Routers que transmiten electricidad como si llevaran WiFi? También es un concepto posible gracias a las ondas de radio, y existe una startup que ha sorprendido en el CES 2015 presentando esta tecnología.
- El calor corporal también podría ser una forma de cargar nuestro smartphone gracias a un equipo de investigación coreano llamado KAIST y un generador termoeléctrico que se adhiere a nuestra piel.
¿Cuánto nos falta para acabar con el problema de las baterías?
El único problema de todo lo que os hemos hablado es que es muy bonito sobre el papel, pero requiere tiempo y esfuerzos (tanto humanos como monetarios) llevarlo a la realidad. Probablemente empezaremos a ver estas tecnologías en acción dentro de un par de años, pero no deis nada por sentado en un futuro cercano.
Aun así, el futuro de la batería es un campo en el que debemos avanzar, no sólo por los smartphones y los wearables: muchos campos podrían beneficiarse de todos estos adelantos, sólo es cuestión de saber encontrar un uso.
Dicho esto, ¿cuál es la tecnología que más ilusión os hace? ¿Con qué futuras tecnologías en la batería queréis ver vuestro propio Android en un futuro?