A vueltas con las noticias sobre nuestra privacidad, dónde van a parar nuestros datos y quién puede verlos, hoy tenemos nueva e interesante información sobre espionaje, aportada por unos nuevos documentos que ha sacado a la luz Edward Snowden. Según los datos que han recogido The Guardian, The New York Times y ProRepublica, las agencias Agencia Nacional de Seguridad estadounidense, NSA y la Britain’s Goverment Communications Headquarters GCHQ habrían estado colaborando para reunir una gran cantidad de datos de la población a través sus smartphones, y mediante las aplicaciones instaladas en ellos.
Los documentos de Snowden muestran distintas diapositivas, supuestamente usadas en conferencias informativas secretas, que indican las diferentes formas y medios para acceder a la información de los usuarios de dispositivos móviles, y parece que incluso estas agencias espías se lo tomaban con humor, ya que ponían nombres relacionados con la serie de dibujos «Los Pitufos» (The Smurfs, en inglés) a las herramientas específicas de espionaje, tanto para dispositivos Android como para los teléfonos de Apple. Entre ellas, «Rastreador pitufo» (Tracker Smurf), para tener acceso a posicionamientos de alta precisión, «Pitufo Fisgón» (Nosey Smurf) con el que activar los micrófonos, e incluso capacidad para despertar teléfonos apagados con la herramienta «Pitufo Soñador» (Dreamy Smurf).
En otra de las diapositivas se observa lo que estas agencias llamaban «Golden Nugget», es decir, el escenario perfecto con el que obtener todo tipo de datos cuando un usuario sube una fotografía a una red social como Facebook, Flickr, Linkedin o Twitter, mediante el EXIF de las imágenes.
Del mismo modo, también se nombra a la popular aplicación Google Maps, desde la cual podían interceptar movimientos, obteniendo historiales de ubicación, y Angry Birds, apps descargadas millones de veces y que proporcionaban datos personales, edad, movimientos e incluso orientación sexual y tendencias políticas. Eso sí, estos informes y diapositivas no indican la cantidad datos recopilados ni el número de usuarios a los que se habría investigado, pero teniendo en cuenta de la popularidad de estas aplicaciones, no deben ser pocos, del mismo modo que los anunciantes recopilan datos para ofrecer campañas de publicidad adecuadas.
Según The Guardian, la NSA habría gastado más de 1000 millones de dólares en extender y desarrollar estas herramientas de espionaje, orientadas a investigaciones terroristas y el creciente uso de smartphones. Por su parte, algunos de los afectados por las noticias, como Rovio, los desarrolladores de Angry Birds, han publicado un comunicado de prensa, anunciando que no saben nada de este tema y no han estado colaborando ni proporcionando datos a las Agencias de Seguridad ni a ningún otro organismo, algo normal por otra parte.
Podéis leer los extensos informes en The Guardian, The New York Times y ProRepublica.