No es la primera vez en los últimos meses que se rumorea la futura existencia de un smartwatch de Google, ya surgió el debate cuando hace unos meses los de Mountain View compraron la compañía WIMM Labs y es hoy cuando el rumor vuelve a tomar fuerza. Según The Wall Street Journal, personas cercanas al proyecto aseguran que el reloj inteligente de Google estaría en las fases finales de desarrollo y habrían iniciado las conversaciones con distintos fabricantes asiáticos para comenzar la producción en masa próximamente.
Según estas fuentes, el equipo encargado en este proyecto estaría ahora centrado en mejorar la eficiencia energética del dispositivo para alargar la duración de la batería. Este smartwatch se basaría profundamente en Google Now, el sistema de búsqueda de Google que ya tenemos en los smartphones, y que podría implementarse y encajar perfectamente en la nueva generación de accesorios tecnológicos para vestir.
Con el smartwatch basado en Google Now, la compañía estadounidense trataría de alejarse de las críticas que actualmente tienen este tipo de gadgets, como son la utilidad final y su autonomía. Además, si Google entrase en este mercado se abriría una mayor corriente de desarrollo de aplicaciones específicas. Según las palabras de las personas cercanas a las que han tenido acceso en WSJ, el dispositivo podría estar listo para entrar en producción en unos meses, por lo que supondríamos que lo veríamos en el mercado a mediados de 2014. Mientras tanto, en los últimos meses hemos visto como Google ha ido incorporando a Android características y funciones que facilitarían el uso de relojes y otros accesorios inteligentes, como el Bluetooth Low Energy, para el ahorro de batería bajo esta conexión o servicio NotifcationListener.
Pintan bien los próximos meses pues, si todo va cogiendo forma, tendremos nuevas noticias y, como no, filtraciones de este posible smartwatch de Google con una interfaz basada en Google Now.
PD: Las imágenes usadas en esta entrada son recreaciones de posibles conceptos del reloj de Google.
Vía | WSJ