Ya queda menos para que los europeos disfrutemos del flamante Nexus 7, aunque sea con algunas carencias. Pese a todo, todo el mundo sabe que este es el principal candidato a convertirse en la referencia de la gama de tablets de siete pulgadas. Lo tiene todo: apoyo oficial de Google, una pantalla genial, un hardware mejorado, y en general, es un dispositivo incluso mejor que antes, lo cual ya es decir. Pero esto no es todo. Y es que, detrás de todas estas mejoras mas que evidentes, Asus y Google han trabajado para mejorar otros aspectos que no se ven, incluso algunos que la mayoría no habrá sufrido.
Estamos hablando del rendimiento de la memoria de almacenamiento. Este se trataba de uno de los puntos débiles del Nexus 7, y llegaba a afectar seriamente al rendimiento general del dispositivo. ¿Has notado alguna vez que cuando usas la multitarea el sistema no responde como debería? ¿Notas una caída en general cuando usas apps que tienen que escribir muchos datos en memoria? Este era un problema de todos los modelos Asus de aquel momento, y la Nexus 7 no fue una excepción. Es mas, curiosamente era un problema que se acentuaba con el tiempo, y que después de unos meses afectaba seriamente al uso del dispositivo.
Volvemos al presente, y nos encontramos con la nueva Nexus 7. ¿Ha aprendido Asus de sus errores? Aparentemente sí, porque el rendimiento de lectura y escritura de datos ha mejorado bastante. Como vemos en las tablas dispuestas por el artículo, los datos revelan una mejora sustancial tanto en escritura como en lectura, y de hecho vemos como en algunos casos se acerca peligrosamente al Nexus 10, un modelo mucho mas caro.
Pero, ¿porqué esos problemas de Nexus 7 original? Básicamente, porque escribir datos en memoria flash no es tan sencillo como hacerlo en un disco duro. El problema está en que cuando el sistema borra bloques de información, no avisa al controlador de memoria que esos bloques ya no están siendo usados. Esto provoca que el controlador siga registrando esos bloques, aunque ya hace tiempo que están sin usar, provocando una ralentización constante de la tasa de transferencia. Si no se mantiene, la memoria acaba realmente mal, con datos desperdigados por todos sus bloques que el controlador tiene que juntar por su cuenta antes de dárselos al sistema operativo.
La solución se llama TRIM, una operación en la que el sistema operativo avisa al controlador de memoria que el bloque está en efecto vacío, y que ya se puede escribir en él. Esta operación ya era posible en Android 4.2, pero no estaba habilitada a nivel de software, y en Android 4.3 se realiza automáticamente cuando se dan ciertas condiciones (dispositivo sin usar y con la pantalla apagada, y un 70% de batería). Así, gracias a este mantenimiento del almacenamiento interno, la mejora de rendimiento es obvia y no empeorará conforme pasen los meses. Además, esto significa que aquellos propietarios de la antigua Nexus 7 que actualicen a Android 4.3, también verán una mejora notable de rendimiento.
Fuente | Anandtech