Una de las consecuencias de lo abierto que es Android es que los fabricantes y las operadoras pueden modificar la experiencia de uso hasta cierto punto, reforzando así la atesorada imagen de marca con la que atraer clientes. Es una de las razones por las que, por ejemplo, Samsung nunca menciona la palabra «Android» en sus conferencias y anuncios. La idea es que aunque todos los sistemas sean «Android», los usuarios de cada fabricante y cada operador «disfrutan» de aplicaciones y características exclusivas. En un mundo ideal, la competencia entre las marcas haría que estas apps mejorasen con cada nueva iteración, y que se convirtiesen en motivos de peso a la hora de elegir dispositivo.
La pena es que no vivimos en un mundo ideal. Mas bien vivimos en un mundo en el que esas apps son tan malas que reciben el nombre de bloatware, es decir, software que solo sirve para ocupar sitio y que nunca vamos a usar. El problema es tan grande que incluso cabría preguntarse si estas compañías no incurren en publicidad engañosa.
Por ejemplo, tomemos el caso del Samsung Galaxy S4, que en su versión de 16 GB apenas contiene la mitad de ese espacio disponible. El 45% del espacio es usado por una variedad de apps y «porquería», tanto de la propia Samsung como del operador en cuestión. Técnicamente, cuando anuncian que el dispositivo tiene 16 GB no están diciendo ninguna mentira: esa es, en efecto, la cantidad de memoria de almacenamiento incluída. El problema es que el usuario nunca va a disponer de ese espacio, a menos que haga root al dispositivo y borre todo lo que pueda, una práctica que el usuario medio no debería saber para poder aprovechar su compra. Por lo menos las últimas versiones de Android permiten desactivar ese bloatware, pero no recuperaremos el espacio libre.
No estamos ante un problema técnico, como pasa con los discos duros de ordenador, que nunca contienen el espacio libre que se establece en la etiqueta. No, la única razón por la que no tendremos 16 GB disponibles es porque Samsung y las operadoras han decidido que sus apps son mas importantes que nuestro espacio. Ya va siendo hora de que alguna asociación de usuarios se haga eco de esta práctica y obligue a las compañías a ser sinceras cuando anuncian sus dispositivos.
Fuente | Geek.com