Hace ya casi un año desde que se anunció la compra de Motorola por parte de Google, un año lleno de trámites en los que dicha adquisición tomaba peligro. Finalmente se ha podido llevar acabo y Motorola pertenece a la gran G.
Con dicha compra muchos fueron los que hablaban de que Google comenzaría a fabricar hardware mediante Motorola, dando un trato de favor a esta compañía que no recibirían el resto de fabricantes. Finalmente y por suerte, no se ha cumplido y Google y Motorola siguen siendo dos empresas diferentes una de la otra y a priori, está previsto que sea así en el futuro, o eso declaraba Larry Page, el CEO de Google.
La verdad que en este último año hemos visto un salto de calidad bastante grande por parte de Motorola, ejemplo claro es el Motorola Razr MAXX. Aunque en ventas no se ha visto reflejado este salto cualitativo, estamos seguros de que es el camino para llegar a triunfar y luchar con fabricantes como Samsung o Apple en cuanto a dispositivos vendidos.
Quizás en esta mejora en la compañía haya tenido que ver la mano de Google, lo que si está claro es que está fabricando dispositivos de altísima calidad a los que solo les faltan acabar con la fama que han cosechado los Motorola estos últimos años. Probablemente, si se encargaran de la fabricación del próximo Nexus podrían ganar bastante como marca ya que sería una via para acercar dispositivos Motorola camuflados como «Pure Google».
El problema de todo esto aparece con la sensación de favoritismo que puede provocar este tipo de acciones entre Google y Motorola en el resto de fabricantes. Algunos como Samsung, dudo mucho que se pensasen dos veces abandonar Android, más si cabe teniendo en cuenta que poseen Windows Phone (que está en pleno auge) y la nueva plataforma llamada Tizen.
Así están Google y Motorola, dos amigos que no se deben de acercar para evitar los celos de los demás.