Hace unas semanas os anunciamos lo que Google estaba desarrollando, unas gafas de realidad aumentada, extendida o como quieras llamarlo. Un prototipo aún, una visión de futuro de una tecnología que se siente cerca, pero aún difícil de verla comercializada.
Lo mejor es que recordemos de nuevo el vídeo de presentación de dichas gafas, donde se nos expone todo lo que podrían hacer, pero la duda que se nos planteó fue, vale, y ¿cuanto de todo esto pueden hacer ahora?
Durante las semanas posteriores se ha visto a Sergey Brin y a por diferentes eventos sociales con las que parecían las gafas del proyecto, probándolas, haciendo marketing, vete tu a saber, hasta que hoy, por fin nos llega un esbozo de lo que esta tecnología puede hacer, y perdonad que me emocione, es absolutamente fantástico.
Esta imagen que veis es el resultado de una curiosa situación que se produjo en una entrevista de Charlie Rose a Sebastian Thrun, en la que le preguntó, que podían hacer esas gafas. A lo que Sergey contestó, puedo tomar una foto y compartirla en Google con un simple gesto de la cabeza. Y así fue, la tecnología se hizo magia, o al revés.
La entrevista a este trabajador de Google siguió, y dijo que podría escribir un mail dictándolo con la voz, o que de esta forma, la realidad aumentada recobrará el valor que se merece y que parece no haber cuajado lo que se esperaba de ella con los smartphones. Desde luego, esta foto vale mucho más de lo que nos podamos imaginar. Es la semilla de algo grande, muy grande, y que no queda tan lejos.