Samsung, como cada año, no se ha esperado mucho para presentar los nuevos Samsung Galaxy S24, que vienen con una importante dosis de inteligencia artificial para conquistar a los usuarios a base de funciones que pueden ser de gran utilidad. Sin embargo, no todos los usuarios están buscando un móvil que se acerque e incluso supere la barrera de los mil euros.
Muchas personas solo buscan un dispositivo que funcione rápido, tenga buena cámara, una pantalla de calidad y, sobre todo, que tenga una mejor relación calidad precio que un móvil de la gama alta tradicional. Y aquí es donde entra en juego el Samsung Galaxy S23 FE, una versión de su móvil del año pasado que la compañía acaba de lanzar.
En EL ESPAÑOL - El Androide Libre hemos probado este dispositivo durante unas semanas, y lo cierto es que ofrece mucho por un precio que no llega a los 700 euros. Puede llegar a ser uno de los dispositivos más interesantes del catálogo de la compañía, también por su tamaño, situado entre el modelo base de los Galaxy S y el modelo Plus.
Un diseño reconocible
La compañía coreana lleva años haciendo un buen trabajo a la hora de diseñar sus móviles y tablets. Una de las cosas que más destaca del dispositivo es el hecho de que sus bordes están ligeramente curvados, mientras que su parte trasera es totalmente plana. Esto hace que cuente con un aspecto bastante reconocible y simple, a la par que ofrece un buen agarre con esta curvatura.
No cuenta con un módulo de cámaras como tal, sino que la compañía apuesta por introducir cada sensor directamente sobre la parte trasera. Con esta colocación vertical, le da una estética que nos ha gustado bastante. Su cámara frontal está en un agujero que hay en la parte central de la pantalla.
En su margen derecho podemos encontrar la botonera de volumen y encendido, mientras que en la parte inferior está uno de sus altavoces y el puerto USB Tipo C. Por arriba solo hay una apertura para extraer la bandeja SIM y un segundo micrófono que ayuda a eliminar el ruido ambiental en las llamadas.
El único "pero" que podemos poner a este diseño es que el marco que bordea la frontal del dispositivo es algo más grande que en otros modelos de gama alta, y se nota especialmente cuando el fondo de la pantalla es de un color claro. Más allá de esto, es un dispositivo que sienta muy bien en la mano, y ofrece grandes sensaciones al usarlo sin funda.
Su pantalla es de calidad
El Samsung Galaxy S23 FE no es excesivamente grande, de hecho, tan solo ocupa un poco más que otros dispositivos compactos del mercado como el Google Pixel 7a. Su panel tiene una diagonal de 6,4 pulgadas, es un Dynamic AMOLED y tiene resolución Full HD+, un estándar salvo cuando hablamos de los móviles más top de la gama alta. Si hay algo que caracteriza a Samsung es el uso de sus propios paneles, que siempre suelen destacar.
Es capaz de mostrar colores vívidos que hacen que la experiencia de usar el móvil sea muy agradable y vistosa. También es posible optar en los ajustes por una configuración de color menos intensa y que canse menos a la vista para el uso prolongado. Al igual, cuando llega la noche se puede activar un modo lectura que permite no cansar tanto la vista.
En lo referente a ver películas y series en Netflix, HBO Max o cualquier otro servicio en streaming, el rendimiento es muy bueno, y a pesar de que el panel no es excesivamente grande, puede ser una gran alternativa para descargar contenido y verlo de viaje o en los trayectos del transporte público.
Gracias a su brillo de 1.450 nits, utilizar el móvil por la calle en un día que haga sol no va a ser para nada complicado. Su brillo tampoco es excesivamente alto, pero es más que suficiente para que se pueda ver su contenido sin problema. Sin duda, este panel es uno de los puntos fuertes del móvil.
Bien en potencia y software
Samsung suele utilizar sus propios procesadores para algunos dispositivos, incluida la familia Galaxy S, como es el caso. En esta ocasión, la compañía ha decidido utilizar un Exynos 2200, el mismo que utilizó en los Galaxy S22 y que a día de hoy es capaz de ofrecer un rendimiento muy bueno, a la par que deja cierta distancia en este sentido con los Galaxy S24 que están por venir.
La estrategia de Samsung con su gama FE pasa por hacer que sean dispositivos de gama alta recortados, pero que ofrezcan una experiencia similar a la que ofrecen sus modelos insignia. El procesador es los pequeños sacrificios que la compañía hace en pro de abaratar el precio final al usuario, pero sigue siendo una buena elección, incluso para un uso intensivo.
Aun así, se trata de un modelo capaz de correr cualquier juego, y tampoco tiene problema a la hora de llevar a cabo tareas pesadas. En este caso, la marca lo ha acompañado de 8 GB de memoria RAM y de 256 GB de almacenamiento interno. También existe un modelo de 128 GB de almacenamiento interno. Aunque, teniendo en cuenta las capacidades fotográficas del dispositivo (con el correspondiente aumento en el peso de las fotografías y vídeos) y que este no tiene capacidad para utilizar una tarjeta micro SD, cada vez tiene menos sentido apostar por el modelo base.
En el uso diario no hemos encontrado ningún problema en lo referente al rendimiento. One UI es una capa de personalización que no es precisamente ligera, pero es algo que compensa con la gran cantidad de funciones y servicios nativos que ofrece. Samsung tiene su propia aplicación de galería, calculadora, calendario, notas y reproducción multimedia, así como otras apps interesantes como Smart Things o Samsung Wallet, aunque no hay ninguna restricción si se quieren utilizar las de Google y desinstalar las de Samsung.
No es la primera vez que mencionamos las virtudes de esta capa, que cuenta con características exclusivas como los Contenidos Edge, una barra desplegable en la que se puede incluir accesos rápidos a aplicaciones y otras funciones; Galaxy Themes, un sistema de gestión de la interfaz que permite alternar entre diferentes estilos incluso descargar temas personalizados de otros usuarios.
También cuenta con una sección de mantenimiento del dispositivo dentro de los ajustes gracias a la cual se puede conocer el estado de la batería, la memoria, el almacenamiento, el rendimiento y la optimización de las apps, incluso existe un modo especial para proteger la privacidad del usuario si hay que enviar el móvil al servicio técnico, por citar algunas de sus muchas opciones.
Aprobado en cámaras
Como es lógico, el apartado fotográfico es otro de los damnificados respecto a la familia Galaxy S de principios de año. Pero no por ello es mala, sino que mantiene un gran nivel. Simplemente, se queda atrás en funciones y detalles respecto a modelos como el Galaxy S24 Ultra, cuya cámara es una auténtica navaja suiza. También disminuye su resolución, puesto que este Galaxy S23 Fe tiene cámaras de 50, 13 y 8 Mpx, cantidades que no son tan abultadas, pero que rinden bastante bien.
Las imágenes que toma están muy bien, tanto con su cámara principal como con el teleobjetivo y con el gran angular. Tienen una buena calidad durante el día, donde son capaces de obtener un gran nivel de detalle y representar de forma adecuada cualquier paisaje que se quiera capturar. Hay algunas ocasiones en las que al procesar satura un poco de más algunos colores, haciendo que el resultado sea más vistoso pero también menos natural. En cualquier caso, es algo que se puede arreglar con un poco de edición de imagen.
Por la noche, la cámara principal se mantiene a un buen nivel, pero sin llegar a los estándares de la gama alta más actual. Aun así, se nota que está varios escalones por encima de algunos dispositivos más baratos. Cuenta con estabilizador óptico de imagen, lo cual hará que se noten menos los movimientos involuntarios de la mano al tomar fotos y vídeos.
Uno de los grandes puntos positivos de esta cámara es su sensor teleobjetivo de tres aumentos, gracias al cual es posible acercarse bastante a objetos que están situados relativamente lejos sin perder nivel de detalle en la fotografía. Se trata de sensores ideales para todas aquellas personas aficionadas a la fotografía, pero que no quieran asumir el poste de un dispositivo de la gama más alta.
¿Me lo compro?
La estrategia de Samsung en el mercado también pasan por hacer que cada tipo de usuario tenga un móvil de la compañía a su disposición en varios rangos de precio, y esto también incluye la gama alta. Se puede conseguir a este dispositivo como el primer escalón de este segmento en el catálogo de la marca, y es un móvil al que se le pueden poner pocos peros. Su pantalla es uno de sus mejores apartados, que permite disfrutar de una gran experiencia en cualquier momento y actividad.
En materia de potencia, utiliza su propio procesador de gama alta, pero de generaciones anteriores. Este rinde bastante bien, y no presenta inconveniente si tenemos en cuenta que es uno de los factores que ha permitido abaratar el precio del dispositivo. Es posible jugar a cualquier juego y moverse entre aplicaciones de manera rápida, por lo que no le ponemos ningún pero.
Es un móvil muy competente y que puede ser una gran opción para todas aquellas personas que quieren un dispositivo veloz, bien diseñado y que funcione rápido. La duración de batería es uno de los pocos puntos a mejorar, pero aun así, aguanta un día completo sin problema. Tiene un precio que parte desde los 709 euros, aunque se puede encontrar por considerablemente menos.
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