El mercado de las tablets Android vive una era dorada. Gracias a las últimas actualizaciones del sistema operativo de Google, las tablets ahora tienen acceso a más funciones que aprovechan el mayor tamaño de la pantalla respecto a un smartphone, como la multitarea. Ahora llega la OPPO Pad 2, con un precio de 599 euros, dispuesta a sacar el máximo partido a esta nueva filosofía.
La eterna promesa de que las tablets serán capaces de sustituir a los ordenadores portátiles por fin se está cumpliendo. Aunque depende mucho del tipo de tareas que necesitemos, para muchos consumidores cada vez tiene más sentido optar por una tablet, que será más pequeña y barata, antes que por un portátil.
Y justo ahora, a las puertas del nuevo curso, llega una alternativa que parece especialmente diseñada para ese propósito. La nueva OPPO Pad 2 tiene un diseño muy original y que se nota pensado, principalmente, para la ofimática y el aprendizaje, especialmente si tenemos en cuenta sus accesorios oficiales.
La clave, en la pantalla
Por supuesto, OPPO no es la primera ni mucho menos que promete sustituir a un ordenador portátil barato, la opción preferida de los estudiantes; probablemente tampoco será la última. Pero a diferencia de otros intentos, este parece más sincero y certero, gracias a ciertas decisiones de diseño que han afectado directamente a la usabilidad.
La decisión más importante, sin duda alguna, está en la pantalla. Más concretamente, la relación de aspecto 7:5, realmente rara en la industria, pero que encaja perfectamente con las pretensiones de OPPO. La mayoría de las tablets Android siguen siendo mucho más altas que anchas (o, si las pones en horizontal, mucho más anchas que altas); en otras palabras, son rectangulares, porque una de sus funciones originales era ver contenido multimedia, como películas y series que se ofrecen en ese formato. El objetivo era evitar la formación de barras negras que afecten a la experiencia, y que el usuario sienta que no está aprovechando toda la superficie de la pantalla.
La OPPO Pad 2 no tiene esas consideraciones en cuenta. La relación 7:5 no es exactamente cuadrada, pero se nota muy cercano; y sí, eso significa que en apps como Netflix y YouTube siempre veremos barras negras, sin importar el tipo de vídeo. Baste decir que si esa es una molestia demasiado grande para el lector, esta tablet no es la suya; pero si somos capaces de aceptar ese pequeño sacrificio, también podremos aceptar las ventajas que trae este formato consigo.
Y es que esta es una de las mejores tablets para trabajar que existen en el mercado, sólo por la forma de su pantalla. Es algo de lo que nos damos cuenta en cuanto ponemos la tablet en horizontal, o la unimos con la funda con teclado (opcional); en ese momento, la vista que tenemos no difiere mucho de la de un ordenador portátil. Al ser un poco más alta cuando está en horizontal, los documentos y las páginas web se muestran mucho mejor, aprovechando mejor el espacio disponible. No sólo eso, sino que si abrimos dos apps al mismo tiempo (algo muy fácil de hacer desde el mismo gestor de apps), podemos estar escribiendo un documento en un lado, y mantener nuestras referencias en el otro. Es cierto que, a estas alturas, eso ya se puede hacer en muchas tablets; pero la mayoría sigue usando una pantalla que da la prioridad al cine y no al trabajo, y se nota.
La forma no es el único aspecto positivo de la pantalla. La frecuencia de refresco de 144 Hz es sorprendente, por cuanto la mayoría de los fabricantes se queda en los 120 Hz. La consecuencia es que la interfaz se nota mucho más fluida, y la pantalla reacciona muy bien a nuestros gestos. El motivo por el que OPPO ha podido hacer eso, es porque el panel está basado en tecnología LCD IPS; por lo tanto, no es una AMOLED ni realmente lo esperábamos en este rango de precios. Pese a eso, la calidad de imagen me ha convencido; aunque el contraste podría ser mucho mejor, algo que notamos en contenido HDR, la resolución es elevada, lo que se traduce en un gran rendimiento al mostrar documentos y vídeos en alta definición, aunque el tratamiento de los colores tal vez sea demasiado saturado. El único verdadero fallo que le veo a la pantalla está en el cristal, ya que refleja demasiado y molestará especialmente si vamos a usar la tablet en exteriores. Un tratamiento mate hubiera sido la guinda del pastel, pero probablemente se sale del presupuesto que tenían los ingenieros de la compañía.
'Hardware' a la altura
Aunque la pantalla sea la gran protagonista, el resto de los componentes de la OPPO Pad 2 tampoco se quedan muy atrás. Los altavoces Dolby Atmos me han sorprendido, dejando claro que la especialización en el trabajo no ha supuesto perder capacidad como dispositivo multimedia. La batería es gigantesca, de 9510 mAh, y lo mejor es que es compatible con la misma carga rápida SUPERVOOC usada en otros dispositivos de OPPO y marcas 'hermanas' como OnePlus; en este caso, alcanza los 67 W y hace que no haga falta esperar toda una noche para recargar la batería: obtiene 3 horas de uso en sólo 10 minutos de carga. Sin embargo, el cargador no viene incluido en la caja, a diferencia de lo que ocurre con los móviles de la marca.
En el interior es donde tal vez se encuentra la parte menos emocionante de este dispositivo, por llamarla de alguna manera. El MediaTek Dimensity 9000 es un procesador competente, pero ahí es donde se queda. Se ha comportado bien en todas las tareas relacionadas con el estudio y la ofimática, así que hay pocas quejas en ese sentido; sin embargo, es un chip al que le falta 'fuerza bruta', algo que se nota especialmente en apps exigentes. En videojuegos punteros, como Honkai Star Rail, la experiencia no ha sido buena, pese a haber activado el modo de alto rendimiento y el modo juego con antelación. Sin embargo, con juegos más casuales no da problemas. El procesador viene acompañado de 8 GB de RAM de serie; suficientes en este rango de precios.
La OPPO Pad 2 tiene mejores cámaras de lo que me esperaba, especialmente la trasera de 13 Mpx, aunque en ningún caso puedan sustituir a las de un móvil de gama media convencional. Más importante es que la cámara frontal ofrece una calidad decente, a la altura de un ordenador portátil actual; y sobre todo, está colocada de tal manera que estará centrada cuando hagamos videollamadas poniendo la tablet en horizontal. La cámara frontal también se usa para el principal método de identificación, el reconocimiento facial. Es algo decepcionante que no se incluya un lector de huellas dactilares, que sería más seguro si vamos a llevarnos este dispositivo a sitios públicos.
Añadidos útiles pero caros
El consumidor que opte por la OPPO Pad 2, lo hará por sus capacidades de ofimática y estudio. Así que realmente no tiene sentido comprarla por si sola; cuando realmente demuestra lo mejor de sí, es cuando es emparejada con un teclado y un ratón. Por supuesto, podemos usar periféricos Bluetooth, y funcionará perfectamente, pero OPPO también ofrece accesorios originales que cumplen esa tarea. Hemos tenido la oportunidad de probarlos, y la verdad es que pueden ser imprescindibles con este dispositivo.
La funda con teclado cumple perfectamente su cometido. Se conecta fácilmente, de manera magnética, gracias a los tres puntos de contacto en la parte inferior cuando tenemos la tablet en horizontal. En esta configuración, realmente parece un ordenador portátil, y la experiencia es muy parecida, ya que el teclado incluso tiene un trackpad que responde muy bien a nuestros gestos. Las teclas son buenas, o al menos, todo lo buenas que suelen serlo en este tipo de fundas con teclado; sufren los problemas habituales de falta de recorrido y tacto, pero la sensación no es la peor que he notado en productos como este. Lo que me hubiera gustado es ver más opciones para controlar el ángulo de la tablet; sólo hay una manera de poner la tablet en el teclado, así que si no se ajusta a tu postura, realmente puedes hacer poco, algo que es mejorable por el precio de 149 euros.
El segundo accesorio es el lápiz tácil, el OPPO Pencil que es completamente compatible con esta tablet. Como muchos otros modelos, es capaz de reconocer los diferentes niveles de presión, y en nuestras pruebas su uso ha sido muy intuitivo. Sin embargo, su utilidad dependerá enormemente de nuestras prioridades y necesidades, teniendo en cuenta su elevado precio de 79 euros.
¿Me la compro?
La OPPO Pad 2 es una tablet con un enorme potencial, al centrarse en mejorar la experiencia en tareas de ofimática antes que en el aspecto multimedia; no es que sea mala en lo segundo, por supuesto, pero las prioridades son evidentes y eso la hace destacar frente al resto de tablets Android.
El 'software' de OPPO, ColorOS 13.1, también ayuda mucho a la experiencia. La inspiración en el iPad es innegable a estas alturas, con modificaciones respecto a la interfaz de Android que la acercan más al estilo de Apple, tanto en lo estético como en lo funcional. Eso no es necesariamente malo, especialmente si venimos de un iPad y queremos dar el salto a las tablets Android. La multitarea se ha cuidado especialmente, con un botón que nos permite dividir la pantalla entre dos apps de manera directa y sencilla, y un menú lateral que permite abrir apps flotantes, que pueden cambiar de tamaño y ser movidas a cualquier punto de la pantalla. Sin esos añadidos, esta tablet no sería tan buena para trabajar y estudiar.
A la OPPO Pad 2 no le faltan rivales, como la nueva Xiaomi Pad 6, que cuesta un poco menos, o la Galaxy Tab S7 FE si preferimos el ecosistema de Samsung. Pero OPPO ha conseguido ofrecer algo diferente, que será muy atractivo en esta época de vuelta a los estudios y al trabajo.