Por fin ha llegado uno de los móviles más esperados del año, el Pixel 7a, la apuesta de la gama media de Google para 2023. Y era un terminal especialmente esperado porque su antecesor, el Pixel 6a, fue uno de los que más nos gustó el año pasado, y que mejor ha aguantado el paso del tiempo con una rebaja de precio sustancial, como contábamos en el análisis tras 9 meses de uso.
- Tensor G2.
- Memoria RAM: 8 GB.
- Almacenamiento interno: 128 GB.
- Tamaño: 6,1 pulgadas.
- Resolución: FHD+.
- Tecnología: gMOLED.
- Tasa de refresco: 90 Hz.
- Principal: 64 Mpx grabación 4K 60 fps.
- Gran Angular: 13 Mpx con grabación 4K 30 fps.
- Otros: LED Flash.
- Resolución: 10,8 Mpx con grabación 4K 30 fps.
- 5G.
- 4G.
- Bluetooth.
- WiFi 6E.
- Batería: 4.385 mAh.
- Carga rápida: 18 W.
- Carga inalámbrica: 7,5 W.
- Puerto USB-C.
- IP 67.
- Dimensiones: 72.9 x 152.4 x 9.0 mm.
- Peso: 193 g.
- Versión de Android: 13.
Puliendo el diseño
Hace unos años Google encontró ya su línea de diseño propia, alejándose de lo que hacían marcas como Apple o Samsung. Esta línea de diseño se renovó ligeramente en 2022 en los Pixel 7 y 7 Pro, que cambiaron el módulo de cámara de cristal por uno de metal.
Eso es lo que ha hecho ahora Google en el Pixel 7a, junto con un cambio en el marco de aluminio que ahora es del color del dispositivo. En el caso de la unidad que nos han cedido, es azul claro.
Tanto el plástico como el vidrio y el aluminio usados en este terminal son reciclados, al menos en gran parte. Con todo, incluye protección al agua IP67, si bien mantiene las ausencias esperadas, como la ranura para microSD, el jack de auriculares, etc.
Sí que incluye un doble altavoz, con uno principal en la parte inferior y uno de apoyo en la zona del auricular. El sonido es especialmente bueno para ser un terminal que cuesta 509 euros.
Más potencia con más gasto de batería
Este Pixel 7a usa el mismo procesador que sus hermanos mayores, el Tensor G2, un chipset de gama alta que no llega a la altura de MediaTek o Qualcomm, sobre todo si miramos los modelos de gama alta de ambas empresas.
De hecho, no es en la potencia donde hay más diferencia, y la hay, sino en la eficiencia. Los fabricantes de procesadores han llegado a unas cotas de eficiencia brutales, sin que eso penaliza la autonomía.
En el caso de los Pixel eso no es así, y aunque el Pixel 7a permite el uso de cualquier app o juego, se nota que se caliente mucho más que modelos más caros, y que consume mucha más batería.
No llega a ser un problema en la mano, no quema, pero es verdad que empeora la experiencia.
En cuanto a conectividad, tenemos bluetooth de última generación, Wifi 6E (raro ver esto en un móvil de este precio pero se explica por el procesador usado), NFC y no tenemos infrarrojos, jack de auriculares o memoria ampliable.
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La parte positiva, dentro del rango de precios en el que nos movemos, es que es más potente que sus rivales. La parte negativa es que gasta más energía que ellos.
La pantalla mejora, pero no donde debe
El año pasado se criticó mucho que la pantalla del Pixel 6a se quedara en 60 Hz. Google ha escuchado las críticas y ha puesto 90 Hz en este modelo. No son los 120 Hz que tienen muchos rivales de realme o Xiaomi, pero algo es algo.
El problema es que la batería no es la que esperábamos, como veremos luego, y al final hemos decidido dejar mayormente la pantalla con la tasa de refresco que viene por defecto, que extrañamente es 60 Hz.
El panel OLED se ve muy bien, con unos colores muy buenos y sin reflejos verdes, algo que nos ha gustado.
tenemos compatibilidad con HDR y un nuevo sistema de brillo automático y adaptativo que corrige los errores del modelo de 2022. Lo que no se corrige es un brillo algo insuficiente en ocasiones.
No os equivoquéis, no queremos decir que sea un inconveniente usarlo al sol, como pasaba con el Nothing Phone (1), pero sí que es algo que se podría haber mejorado con algo más de brillo máximo.
El sensor de huellas se aloja bajo el panel, y es un sensor óptico, no ultrasónico. Sigue siendo más lento que el de las marcas chicas, y la animación de desbloqueo tampoco ayuda, aunque se ha mejorado algo con respecto a modelos anteriores de esta marca.
Salto de calidad fotográfico
El Pixel 6a era un móvil con una buena cámara para lo que costaba. Muy buena, de hecho. Este Pixel 7a es más caro, y esperaríamos mejores cámaras. Ya os avanzamos que las tiene.
El sensor principal, de 64 Mpx, ofrece un detalle mucho más elevado que el de sus antecesores, manteniendo una veracidad de color y un toque contrastado típico en los Pixel de Google. Además, la velocidad de disparo de día es rápida, y el software ayuda a que no haya elementos movidos. Mención especial al HDR, que hace que toda la imagen quede perfectamente equilibrada, sin zonas quemadas u oscuras.
Desde luego, es un salto con respecto a lo que tenemos en otros modelos de precio similar.
No tenemos zoom óptico, pero Google usa el Super ZOOM, un recorte del sensor principal para hacer un zoom de dos aumentos que no es igual que el que tendríamos en modelos más caros, pero que es perfectamente usable. Eso sí, en vídeo el resultado es mejorable si ampliamos.
El gran angular es de 13 Mpx, pero su calidad también está por encima de lo que esperábamos, sobre todo de día. Distorsiona mucho, pero es que Google es de esas marcas que prefiere aumentar la zona a captar a costa de deformar más los bordes. No nos parece mala idea, siempre podemos recortar los bordes si queremos.
La fotografía nocturna era una de las cosas mejorables de la cámara del Pixel 6a, y aquí ha habido cambios. No llega al nivel de otros modelos, incluso de mismo precio, pero tenemos una capacidad suficiente.
El control de luces es bueno, el ruido no es excesivo y no vemos zonas acuareladas en un intento de hacer que todo sea liso y plano.
Como siempre, en los retratos es donde más brillan los Pixel, y en este caso tenemos un nuevo ejemplo. Es cierto que el contraste en ocasiones es algo alto, pero el resultado automático es el que esperaría un usuario medio.
Eso sí, el recorte, sin ser malo, no llega a lo que ahora hace Samsung, que se ha convertido en la referencia por encima de Apple y Google.
Este modo retrato también está disponible en la cámara frontal, de 10.8 Mpx, una de las que más nos han gustado en los últimos meses. La calidad de imagen es genial, la estabilización también y, por si fuera poco, el vídeo es uno de los mejores en este rango de precios.
Uno de los mayores problemas de la cámara no es de la cámara. Hemos estado haciendo muchos vídeos y fotos con este móvil. Muchísimos. No obstante, en más de una ocasión ha salido la advertencia de que se iba a cerrar la cámara por exceso de temperatura del móvil.
Se ve que Google no ha cuidado tanto como otras marcas esto y penaliza el uso intensivo de grabación de vídeos, aunque no lo hagamos en 4K. Y hablando de vídeos, este de mi canal FER ha sido grabado íntegramente con el Pixel 7a, con el único apoyo de un micrófono externo para mejorar el audio.
Una batería mejorable
Este smartphone cuenta con una pila de 4500 mAh, algo menor que la de algunos modelos rivales pero no especialmente pequeña. Sí que llama la atención que, además de no tener el cargador en la caja su sistema de carga rápida sea de solo 20 W. Es muy lento comparado con los 60 o 120 W de la competencia.
Seguramente Google quiera maximizar la duración de la batería protegiéndolo de cargas más rápidas, pero aún así es poco.
En las primeras pruebas que hemos hecho de uso en exteriores, haciendo cientos de fotos y vídeos, sin conectarnos a Wifi, hemos llegado a tener una jornada justa de uso, pero con unas dos horas de pantalla. No obstante, no es el uso normal.
Cuando hemos hecho uso mixto, aunque jugando bastante, hemos llegado a las 3 horas de uso, en una jornada de batería completa.
Cuando usamos el móvil en interiores sin dar tanta importancia a los juegos la batería supera las 4 horas de uso.
Con todo, no es este uno de los puntos fuertes de este móvil, y eso que no hay un mayor gasto energético por la tasa de refresco de la pantalla ya que la hemos mantenido a 60 Hz.
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La mejor parte de esta sección es, sin duda, la presencia de carga inalámbrica, que nos permite dejar el móvil cargando en un soporte mientras dormimos, conducimos, etc.
Llega el desbloqueo facial a los Pixel A series
Google lanza este modelo con Android 13, ya que Android 14 aún está en desarrollo, y no se espera su versión final hasta el tercer trimestre de 2023.
Una de las novedades más esperadas era el desbloqueo facial, algo de lo que carecían todos los Pixel de la serie A hasta ahora. Funciona bien, es cómodo, y permite no depender del sensor de huellas.
Junto a esto tenemos funciones que siguen siendo exclusivas de los Pixel, como la aplicación de grabación con transcripción instantánea, o el desvío de llamadas con transcripción de texto.
No hay que olvidar que los Pixel tienen la posibilidad de usar el borrador mágico de Google Fotos sin tener que pagar por Google One, y funciona aceptablemente bien.
Un gran móvil, que debe mejorar en autonomía
El Pixel 7a llega con un precio 50 euros superior al del Pixel 6a cuando se lanzó. Los 509 euros son un coste justo teniendo en cuenta todo lo que ofrece, que no es poco.
Este móvil está indicado para los que quieren un terminal con una interfaz limpia, un rendimiento elevado y, sobre todo, un sistema de cámaras de lo más versátil que podemos pedir en la gama media.
La pantalla podría tener más brillo y la carga ser más rápida, además de tener más autonomía. Con todo, esos puntos débiles no llegan a ser un motivo para no recomendarlo, pero hay una cuestión clave.
Si Google mantiene a la venta el Pixel 6a este año ese será seguramente el mayor rival del Pixel 7a. Tiene peores prestaciones, pero también un precio mucho más ajustado. Personalmente me iría a por el modelo de 2023, pero en muchos casos recomendaría también el de 2022.