Vivo ha aterrizado en España con cuatro móviles. El mas impactante es el Vivo X51 5G, un modelo que analizamos hace unas semanas y que nos dejó encantados en el apartado fotográfico.
Pero, además de ese modelo se han lanzado tres dispositivos de gama media y de entrada. Hoy probamos el Vivo Y70, uno de los móviles más extraños que hemos probado en lo que va de año.
En algunos aspectos es un terminal de gama media, como indica su precio de 279 euros. En otros es un gama de entrada. En otros es casi un gama alta.
Características Vivo Y70
- Procesador – Snapdragon 665.
- Memoria RAM: 8 GB.
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Almacenamiento.
- Interno: 128 GB.
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Pantalla.
- Tamaño: 6.43 pulgadas.
- Resolución: Full HD+.
- Tecnología AMOLED.
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Cámara trasera.
- Sensor principal: 48 Mpx f/1,8.
- Macro: 2 Mpx f/2.4.
- Bokeh: 2 Mpx f/2.4.
- Otros: LED Flash.
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Cámara delantera.
- Resolución: 16 Mpx f/2.0
- Conectividad: 4G, Bluetooth 5.0, GPS, WiFi 5, GLONASS….
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Puertos:
- Conector USB Tipo C.
- Sensor de huellas bajo la pantalla.
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Batería:
- 4.100 mAh.
- Carga rápida de 33W.
- Dimensiones: 161,00 × 74,08 × 7,83 mm.
- Peso: 171 gramos.
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Sistema:
- Versión de Android: Android 10
- Capa personalizada: Funtouch OS 11.
El Vivo Y70 es elegante y delicado
El diseño es uno de los aspectos en los que destaca este modelo. En la parte delantera tenemos un diseño algo clásico, con un notch en vez de una perforación en pantalla. Los marcos no son muy grandes pero tampoco podemos clasificarlos como mínimos. Por último, la pantalla es plana, sin atisbo de las curvas de algunos modelos de gama alta.
Pero es detrás donde vemos algunos detalles que se asemejan más a los flagship que a la media. Para empezar, el módulo de cámara es sencillo y no pretende llamar la atención con formas imposibles.
El color también es más propio de los modelos más caros, con un tono que cambia entre el celeste y el blanco con un acabado mate que imita al hielo. Esto nos recuerda al Vivo X51, pero también al Huawei P40. El marco perimetral, de metal, es cómodo y agradable al tacto.
Es un móvil muy cómodo de usar incluso en jornadas largas dado que el tamaño hace que sea cómodo usarlo mucho tiempo, incluso a una mano, y el peso está realmente contenido.
Mucha memoria, pero un procesador justo
Si el diseño es uno de los apartados en los que este móvil se parece más a un gama alta que a un gama media, en el rendimiento estamos en el punto opuesto.
El procesador, un Snapdragon 665, usa una tecnología (11 nm) anterior a la de otros modelos como el Snapdragon 720 o 730 (8 nm), que usan rivales como el Moto G9 Plus o el Poco X3.
Esto se traduce en una experiencia de juego que no es la que buscan los más aficionados a echar horas, no en la consola o en el PC jugando, sino en el móvil. La realidad es que si bien podemos jugar a Genshin Impact o Honkai Impact Third, la velocidad de ejecución, los fps de los juegos y la velocidad de los menús es muy mejorable.
En juegos más casuales esto no es un problema y en las aplicaciones sociales o de productividad no hemos tenido problemas. Hemos abierto Instagram, Facebook y otras apps conocidas sin fallos o ralentizaciones y la velocidad de navegación entre ellas no es lenta.
Uno de los motivos por los que eso es así es por la memoria. Este terminal tiene 8 GB de RAm y 128 GB de memoria interna, de nuevo cifras más similares a las que tenemos en la gama alta que en la gama media.
Además, se mantiene el jack de auriculares, el NFC para pagos móviles y una ranura de expansión de memoria para tarjetas microSD. Esta ranura no limitará el uso de dos SIMs ya que la bandeja tiene tres espacios.
Otro apartado negativo es el audio. No esperábamos dos altavoces en este móvil pero el único que tiene, aunque no falla en el volumen ni distorsiona, tiene una calidad escasa con un toque metálico en el sonido que hace que valoremos mucho el chip de sonido que tiene el Vivo X51.
Esta pantalla no es propia de un gama media
Ahora vamos a pasar a otro de esos aspectos en los que este móvil se pone muy por encima de la competencia.
Tenemos una pantalla de 6.43 pulgadas con resolución FHD con tecnología OLED, algo que no se ve normalmente por debajo de 300 euros. Eso sí, la tasa de refresco es de 60 Hz, no de 90 y 120 como otros rivales, pero creemos que esta solución es la mejor de las posibles.
Esto permite poner el sensor de huellas bajo la pantalla, no en el marco o en la parte trasera, lo que como decimos asemeja este móvil más a terminales de 400 y 500 euros que a los de 200 y 300 contra los que se enfrenta.
Los ajustes de la pantalla son los que esperaríamos de un modelo con un panel OLED. Tenemos el modo oscuro para ahorrar algo de batería y podemos programarlo, como ya es normal en los móviles con Android 10.
También está presente la Pantalla Ambiente, ligeramente personalizable pero lejos de lo que ofrecen ya Xiaomi o Huawei.
La calidad del panel es buena aunque no es de las mejores pantallas OLED del mercado, pero el hecho de que se use esta pantalla aquí ya es un punto a favor.
Una triple cámara con una gran ausencia
A medida que hemos ido analizando lanzamientos de diferentes fabricantes, nos hemos acostumbrado a que, cuanto más bajo es el precio de un móvil, menos posibilidades hay de que tenga u sensor con zoom óptico.
Personalmente, es un sensor que uso mucho y que disfruto sobre todo paseando por la ciudad, pero acabas acostumbrándote a su ausencia.
Lo que no esperaba era encontrarme un móvil de casi 300 euros sin gran angular. Cuando vi la hoja de especificaciones tuve que ir a comprobarlo porque me parecía extraño. Pero sí, es así. El Vivo Y70 tiene un sensor principal de 48 Mpx y dos sensores más, de 2 Mpx, un macro y un medidor de profundidad.
Seamos sinceros, estos dos últimos podrían haberse eliminado para o bien poner un gran angular o bien hacer el terminal más económico.
En cuanto a la calidad, hemos de reconocer que no es la mejor que hemos visto en el rango de los 200-300 euros. Los colores no están mal logrados pero el nivel de detalle no es especialmente alto y en ocasiones se empasta la imagen, incluso de día.
Especial mención hay que hacer al HDR, que viene activado automáticamente. Está bien que ayude a rescatar zonas de la imagen, pero el procesado es claramente mejorable ya que todas las fotos tomadas con él cuando hace falta nos deja un resultado demasiado irreal, como podéis ver.
De noche la calidad… ha subido. Ha sido extraño ver cómo las tomas en modo normal estaban a la altura de las que tomamos de día, pero con el modo noche activado hemos visto cómo se mejora el resultado, siendo incluso más fiel a la realidad.
Es cierto que Vivo presume de un buen modo noche, pero no deja de llamarnos la atención el buen hacer en un móvil de gama media. Eso sí, las fotos distan de ser perfectas y las del modo macro son casi inusables.
Delante tenemos un sensor de 6 Mpx que nos ofrece una calidad de imagen buena pero con un HDR algo excesivo, lo mismo que pasa con el sensor trasero. Además, en ocasiones las imágenes tienen un tono demasiado azulado.
De noche la pantalla ayuda a iluminar el sujeto pero la calidad es menor. Esto se ve sobre todo en los vídeos, que al no estar estabilizados ni electrónicamente bajan la calidad demasiado.
Cumpliendo en autonomía y carga rápida
El Vivo Y70 tiene una batería de 4100 mAh con carga rápida de 33 W. Ambas cifras están dentro de lo que podríamos esperar de un móvil más caro, pero Vivo ha puesto este aspecto entre las características en las que destaca este modelo.
En la primera prueba de batería hemos estado haciendo un uso mixto. Hemos jugado mucho a HearthStone, Genshin Impact y Honkai Impact Third pero también hemos hecho fotos y escuchado música. Hemos llegado a las 6 horas de pantalla con 20 horas de autonomía.
En la segunda prueba de batería hemos jugado algo menos y también hemos escuchado música. Es sí, todo el uso ha sido en interiores. Hemos llegado a las 5 horas de pantalla con 24 horas de autonomía.
En la tercera prueba de batería hemos usado el móvil casi siempre en interiores, grabando algunos vídeos, haciendo algunas fotos y jugando. Hemos llegado casi a las 6 horas de pantalla con 27 horas de autonomía.
Funtouch OS sigue encandilándonos
Cuando analizamos el Vivo X51 5G alabamos, con razón, la apuesta que el fabricante había realizado por Android Stock. En este Vivo Y70 vemos algo similar, aunque si miramos en profundidad vemos muchas nuevas funciones en los ajustes.
No es algo que moleste, dado que no empeora la experiencia ni hace que el móvil vaya lento. Eso sí, está por ver que la firma esté a la altura en actualizaciones, dado que lleva poquísimo tiempo en España.
La interfaz de Vivo no ofrece distinciones en los escritorios, el cajón de aplicaciones, la cortina de notificaciones o Discover. Todo está como en otras marcas.
Pero cuando entramos en los ajustes empezamos a ver las diferencias. No estéticas, Vivo mantiene la esencia pura de Android, sino funcionales. Entre las características llamativas de FunTouch OS está una sección denominada Efectos dinámicos.
En ella podemos modificar las animaciones de muchas zonas del sistema. Es una forma de aumentar la personalización sin cambiar la interfaz al completo.
También tenemos muchas opciones para crear gestos y atajos en el sistema, desde el clásico control por gestos de Android a aspectos más avanzados que nos dejan cambiar el tamaño de la pantalla para usar el móvil a una mano o realizar gestos en la pantalla apagada para poder ejecutar ciertas acciones.
Como veis, que Vivo haya decidido no cambiar la estética de Android no implica que no ofrezca diferencias con otros fabricantes. Es una aproximación similar a la que hacen Asus o Motorola y nos parece un acierto.
El Vivo Y70 es un móvil extraño lo mires por donde lo mires
Al empezar a analizar el Vivo Y70 tuve sensaciones encontradas. Eso se ha mantenido durante toda la semana que he estado utilizando este móvil como dispositivo principal.
Es el primer gama media, por precio, que no lo es en casi ninguno de sus apartados.
En cuanto a diseño, pantalla o interfaz estamos ante un terminal de mayor categoría. Sorprende la parte trasera, con el acabado mate; el sensor de huellas en pantalla y la tecnología OLED, y una interfaz muy limpia. También llama la atención la fotografía nocturna o la memoria RAM y el almacenamiento.
Sin embargo, la carencia de gran angular, el sonido metálico o el procesador nos hace pensar que estamos ante un móvil más cercano a la gama de entrada.
El precio de 279 euros no es malo siempre y cuando los aspectos positivos nos compensen más que los negativos. Si no hacemos fotos más que casualmente y no jugamos en el móvil, es muy posible que nos compense, sobre todo si valoramos el diseño, la autonomía y la pantalla.