La empresa china realme tenía pensado presentar en España diversos dispositivos a lo largo de los primeros meses de 2020. La situación con la pandemia mundial del coronavirus ha retrasado el lanzamiento de varios de esos productos, por lo que se han juntado muchos modelos que no tenían previsto salir al mercado a la vez.
En la gama baja hemos podido analizar recientemente el realme 6i, realme 5i y realme C3. Hoy hacemos lo mismo con el que es el mejor móvil de su gama de entrada, el realme 6 Pro. No obstante hay que dejar claro que estamos ante un móvil de gama media, aunque su familia englobe terminales de gama baja.
Características realme 6 Pro
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Pantalla y multimedia:
- Tamaño: 6,6 pulgadas.
- Resolución FullHD+ (2400 x 1080 píxeles).
- Relación de aspecto 20:9.
- Tasa de refresco: 90 Hz.
- Sonido: Dolby Atmos y Hi-Res Audio.
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Rendimiento:
- Procesador Snapdragon 720G.
- 8 GB de RAM.
- 128 GB de almacenamiento interno UFS 2.1.
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Cámaras delanteras:
- Sensor principal trasero: Samsung ISOCELL Bright GW1 de 64 Mpx.
- Ultra gran angular de 8 Mpx.
- Telefoto 12 Mpx hasta 20 aumentos.
- Macro de 2 Mpx.
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Cámaras traseras:
- Angular de 16 Mpx.
- Ultra gran angular de 8 Mpx.
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Batería:
- Capacidad: 4300 mAh.
- Carga rápida de 30 W.
- Dimensiones: 163,8 x 75.8 x 8,9 mm.
- Peso: 202 gramos.
- Conectividad: WiFi b/g/n/ac, Bluetooth 5.0, jack de auriculares, NFC, Doble SIM + expansión microSD.
- Lector de huellas en el lateral.
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Sistema:
- Android 10.
- Capa de personalización: realme UI.
Un diseño actual, pero con materiales plásticos
Tras estar analizando varios móviles en las últimas semanas, me ha supuesto un cambio probar un terminal como este. En cuando al rendimiento no tiene mucho que envidiar a móviles más caros, pero en diseño hay muchas diferencias.
realme ha optado por una línea estética propia de 2020, con un diseño que incluye una pantalla perforada para sus cámaras delanteras. Eso sí, los bordes de la misma son más gruesos que en otros modelos de mayor rango.
La construcción está realizada en plástico, lo que se nota al tacto, aunque no alivia su peso, de más de 200 gramos. La trasera también es de este material, aunque con un acabado llamativo sin ser demasiado ostentoso. Ahí tenemos las cuatro cámaras en un módulo lateral que nos recuerda a los realme X2 Series.
En el marco derecho tenemos los dos botones de volumen, separados y a una altura mucho más baja que en otros modelos, lo que hace que sean más fáciles de pulsar. Lo mismo pasa en el otro lateral con el botón de encendido, que está bajo.
En el mismo se aloja el sensor de huellas, que en más de una ocasión nos ha dado un falso escaneo al coger el móvil de la mesa. En el marco inferior tenemos el cargador USB C, el altavoz y el conector de auriculares 3.5 mm.
En la mano el móvil no es incómodo pero es raro que un terminal que no sea de metal y cristal pese tanto.
Los materiales son los que esperaríamos de un móvil de gama baja, o de gama de entrada, pero choca verlos en un dispositivo que, por potencia, precio y cámaras, es otra cosa.
Potencia no falta en el realme 6 Pro
La gama alta de este año ha subido espectacularmente de precio en parte por culpa de la decisión de Qualcomm de vender su Snapdragon 865 con 5G de forma obligatoria. Eso ha llevado a muchas marcas a optar por otros procesadores más económicos.
El Snapdragon 720G es uno de ellos, un chip de gama media con un buen rendimiento para juegos, como hemos podido comprobar con Honkai Impact Third. El rendimiento de este procesador se ha mostrado más que suficiente para el día a día y aunque no es comparable con los chipsets de gama alta nos resulta una opción perfecta para el usuario que quiere potencia pero no pagar demasiado.
Sólo hay una versión en España del realme 6 Pro, con 8 GB de RAM y 128 GB de memoria interna. Y esas cifras son comparables a móviles de gama media alta y alta. Eso sí, como es lógico las tecnologías de las mismas no son las más actuales, pero no lo esperábamos.
La conectividad del realme 6 Pro también está a la altura de su potencia, con Wifi de doble banda, bluetooth 5.1, e incluso NFC para pagos móviles. Y no nos olvidamos del conector jack 3.5 mm, la radio FM y la ranura para tarjeta de memoria SD, además de dos ranuras para tarjetas SIM, pudiendo usar las tres de forma simultánea.
Una pantalla fluida pero de calidad justa
Analizar una pantalla es una de esas cosas en las que no puedes dejarte llevar por las cifras técnicas. Muchas veces estas engañan, pero en elementos como una pantalla esto es más dramático que en otros casos.
El realme 6 Pro dispone de una pantalla grande, de 6.6 pulgadas, y con una resolución correcta, de 2400 x 1080 px. Pero no estamos ante una pantalla comparable a los móviles de unos 300 euros.
El panel no es OLED, sino LCD, y eso hace que tengamos unos colores mucho más planos. Es cierto que esto no suele ser algo prioritario para los usuarios que buscan un móvil bueno, bonito y barato, pero se nota la diferencia, y bastante, comparado con sus hermanos mayores, los realme X2.
Eso sí, disponemos de una tasa de refresco de 90 Hz, algo muy extraño de ver en la gama de entrada, aunque sea en una variante Pro de un modelo de la misma. La fluidez que aporta se nota y si bien no es la misma que en un panel OLED, se agradece.
Incluso podemos elegir el sistema automático de tasa de refresco, que pondrá 60 o 90 Hz en función de lo que estemos usando, para ahorrar batería.
Nos ha parecido que el brillo automático no es todo lo rápido que nos gustaría y en algunas ocasiones se ha quedado algo más alto de lo adecuado. Seguramente se pueda arreglar con una actualización de software y, aunque no fuera así, tampoco estamos ante algo que nos cause un grave perjuicio.
Se nota una bajada bastante llamativa del brillo cuando inclinamos el dispositivo hacia los lados o hacia arriba y abajo, aunque no tenemos tintes verdosos, una ventaja de usar un panel LCD frente a un OLED.
La configuración del modo de color de pantalla nos permite elegir entre el intenso, el modo P3, o el suave, el modo sRGB. En nuestro caso hemos elegido el primero ya que el segundo tiende a amarillear la pantalla.
Pero lo que menos nos ha gustado del panel del realme 6 Pro ha sido sin duda la perforación de la doble cámara, que tiene un halo perimetral que da una mala sensación a la vista, aunque en el uso normal no nos afecta.
Este móvil cumple en el apartado fotográfico
realme ha querido que este modelo sea también atractivo en el apartado fotográfico. Para ello lo ha dotado de seis cámaras, cuatro detrás y dos delante.
La cámara trasera está conformada por un sensor principal Samsung ISOCELL Bright GW1 de 64 Mpx, ultra gran angular de 8 Mpx, un telefoto de 12 Mpx de 2 aumentos ópticos y hasta 20 aumentos digitales. La última es un sensor macro de 2 Mpx. Hemos hecho muchas más fotos de lo normal con este móvil, al menos teniendo en cuenta las circunstancias.
Las fotos con luz son muy correctas, con una interpretación de colores algo llamativa, con más saturación de lo normal y un contraste fuerte, pero sin llegar a ser excesivo. Paree que realme busca llamar la atención sin crear imágenes irreales.
El gran angular cumple de día, con menos detalle que el sensor principal, al tener ocho veces menos resolución. Pese a eso es capaz de comportarse bien salvo cuando necesitamos un HDR forzado, como en las fotos a contraluz, donde vemos que la cámara flojea. Pero en la mayoría de situaciones la calidad es más que decente.
El sensor principal lo hemos disparado a 16 Mpx, usando el pixel binning en los 64 Mpx. Las tomas son muy buenas y la velocidad de disparo no se resiente. Los colores, las sombras y el tratamiento del tono de la imagen están por encima de lo que esperábamos.
Eso sí, ambos sensores usan la interpretación de color de forma diferente, y se nota cuando ponemos dos imágenes similares una al lado de la otra.
Aunque no lo esperábamos, agradecemos que en un móvil de esta categoría se incluya un telefoto, aunque sea de dos aumentos. Este sensor ofrece un buen detalle en el zoom y es capaz incluso de llegar a los cinco aumentos híbridos, con una nitidez que permite hacer las fotos usables. Se nota la pérdida d calidad con respecto a las otras fotos, claro, pero no es como cuando usamos el zoom de 20 aumentos digital.
El último sensor, el macro, es el que menos calidad ofrece, no ya por la resolución, que es muy baja (2 Mpx), sino porque no obtenemos los colores deseados.
Un aspecto a destacar de esta cámara es la presencia de un modo noche que ayuda mucho a la hora de tomar fotos con baja luz.
De noche la calidad de las cámaras cae bastante, aunque si no ampliamos la imagen el resultado es bastante aceptable. Eso sí, el gran angular demuestra que no tiene un sensor tan bueno como el angular normal y el macro es prácticamente inusable.
El tratamiento de las luces en estas circunstancias no es como el de los móviles de gama alta pero aún así tenemos una fotografía nocturna lo suficientemente buena como para que podamos hacer fotos en estas circunstancias.
A esto ayuda el modo noche, que como tantos otros crea imágenes algo irreales pero que rescata mucho detalle y permite hacer fotos casi en plena oscuridad.
El vídeo con el sensor principal es muy correcto con luz, con buena estabilización y se adapta muy bien a los cambios de zonas con más luz o más sombras. De noche el salto de calidad es dramático, sobre todo en el gran angular, y se nota la gama del teléfono.
En la cámara delantera tenemos un doble sensor con un angular de 16 Mpx y un gran angular de 8 Mpx. La versatilidad que da esto es increíble y ojalá más marcas lo implementaran.
La calidad de la fotografía con luz es bastante buena e incluso los vídeos está muy bien estabilizados. Eso sí, el rango dinámico no es tan certero en el gran angular como en el sensor principal, pero es algo que suele pasar. Y de noche, al igual que pasa con los sensores traseros, la calidad baja, tenemos mucho más ruido y artefactos.
Una gran autonomía y una gran carga rápida
En el artículo que publicamos sobre qué deberíamos tener en cuenta a la hora de comprar un móvil económico, de menos de 300 euros, y una de esas cosas estaba relacionada con la batería: la carga rápida.
Este móvil tiene una batería de 4300 mAh y podemos cargarla entera en una hora gracias a su carga rápida de 30 W con el cargador que viene en la caja.
En la primera prueba de batería hemos configurado la pantalla a 90 Hz de forma constante. Hemos estado jugando a varios títulos, haciendo fotos, escuchando música y configurando todas las aplicaciones que hemos instalado para usar en los días que ha durado el análisis. Hemos llegado a las 7 horas de pantalla con 26 horas de autonomía.
En la segunda prueba de batería hemos bajado la tasa de refresco a 60 Hz. Hemos hecho fotos, hemos jugado mucho más que en otras pruebas y hemos hecho videollamadas durante bastante tiempo. Hemos alcanzado las 7 horas de pantalla con 28 horas de autonomía.
En la segunda prueba de batería hemos puesto la tasa de refresco en modo automático. hemos estado jugando algo más y hemos usado Instagram y Twitter sobre todo. Hemos superado las 6 horas y media de pantalla con algo menos de 40 horas de autonomía.
realme UI es buena, pero no la mejor
Este móvil llega con Android 10 y la nueva capa del fabricante, realme UI. Es una interfaz que hemos analizado previamente como Color OS 7. La estética es más similar a Android stock de lo que era n versiones previas la interfaz de OPPO, pero sigue siendo colorida y algo recargada.
Entre las funciones destacamos los gestos de control de Android 10, la posibilidad de cambiar los iconos y darles diferentes formas o el modo oscuro.
Se echa en falta una tienda de temas, como tienen marcas como Xiaomi o Huawei. También preferiríamos Discover en el lateral izquierdo de los escritorios en vez de los ajustes rápidos y algunos widgets no muy prácticos. No obstante podríamos solventarlo con un launcher de terceros, aunque no son compatibles con los gestos del sistema.
Hay que agradecer que se haya implementado la opción de encender la pantalla al levantar el móvil, así que el reconocimiento facial se puede encender sin tocar ninguna tecla o la pantalla.
El realme 6 Pro es un móvil muy recomendable
Iba a empezar la conclusión explicando que no podía ocultar la sorpresa que me ha provocado este móvil, pero la realidad es que tampoco quiero hacerlo. He podido analizar varios terminales de esta marca y todos me han dejado con un buen sabor de boca, pero en este caso es posiblemente mayor.
Seamos sinceros, ni la construcción ni la pantalla hacen de este terminal un móvil que queramos recomendar especialmente, y eso no quiere decir que estos dos aspectos sean un problema para la mayoría de usuarios.
Lo que sí me hace recomendarlo es su potencia y, sobre todo, su autonomía y el apartado fotográfico, algo que es raro a destacar en un dispositivo que no sea sustancialmente costoso.
Si vas a ponerle una funda y no te importa mucho el peso, este móvil apenas tiene fallos. Eso sí, sin ser caro, porque no lo es, su precio está en el límite para muchos. Costará 329 euros en su única variante, con 8 GB de RAM y 128 GB de memoria interna.