A lo largo de los últimos años hemos asistido a muchas modas e innovaciones que buscan cambiar la forma en la que entendemos la tecnología móvil. El propio smartphone es una evolución notoria de los teléfonos móviles y el siguiente paso eran las tablets. Si bien el mercado creció, no llegó a ser un sustituto del smartphone ya que para la mayoría de usuarios sólo suponía una pantalla más grande.

Samsung anotó eso y ha estado trabajando en un móvil que pudiera servir como smartphone tradicional pero también como tablet cuando hiciera falta. Y así nació el Samsung Galaxy Fold.

Hemos podido probar este esperado terminal antes de que se ponga a la venta en España el día 3 de mayo, y os contamos qué nos ha parecido la atrevida propuesta de la marca.

Características del Galaxy Fold

  • Cuerpo
    • Dimensiones: 160.9 x 117.9 x 6.9 mm (abierto) y 160.9 x 62.9 x 15.5 mm (cerrado)

    • Peso: 263 g
    • Colores: Azul, Amarillo, Negro y Celeste
  • Pantalla smartphone | tablet
    • Tipo: Super Amoled | Dynamic AMOLED
    • Tamaño: 4.6 pulgadas en modo smartphone | 7.3 pulgadas en modo tablet
    • Resolución: HD+ 21:9 | QXGA+ 4,2:3
  • Características principales
    • Procesador: Octa-Core 7nm
    • Sistema operativo: Samsung One UI | Android 9.0 Pie
  • Memoria
    • Interna: 512 GB UFS 3.0 + 12 GB RAM
  • Cámaras
    • Cubierta: 10 MP f/2.2
    • Trasera:
      • 16 MP f/2.2 | Ultra gran angular
      • 12 MP f/1.5-2.4 Dual Pixel AF OIS | Gran angular
      • 12 MP f/2.4 PDAF OIS | Zoom óptico x2
    • Delantera:
      • 10 MP f/2.2
      • 8 MP f/1.9 | Sensor de profundidad RGB
  • Conectividad
    • WiFi 802.11ac
    • Bluetooth 5.0
    • NFC
    • A-GPS | GLONASS
    • USB 3.1 Tipo C
    • Sin puerto de auriculares.
  • Sensores
    • Lector de huellas lateral
    • Acelerómetro, giroscopio, sensor de proximidad y brújula
  • Batería
    • Doble, con un total de 4380 mAh Li-Po
    • Carga rápida e inalámbrica y carga inversa

Un diseño único

Aunque hemos estado usando este terminal poco tiempo, se nota que el diseño es su principal innovación, y lo que ello implica. En todo momento Samsung habla de un smartphone plegable, porque es verdad, pero mi sensación es que también podría entenderse como una tablet que se reduce para llevar encima cuando salgamos.

El diseño de plegado escogido por Samsung, en forma de libro, es el que según la marca mejor se adapta a la experiencia actual de los compradores, porque es el movimiento más natural. Es cierto que es intuitivo abrirlo y que no hay que pulsar ningún botón. Incluso el sensor de huellas se pone en el lateral derecho para colocar ahí el dedo pulgar a la hora de abrirlo, desbloqueándolo en el mismo proceso.

Uno de los problemas de este diseño es que el grosor se dispara por encima del centímetro y medio pero al ser tan estrecho y alargado cuando está cerrado hemos visto que si bien se nota en el pantalón, no parece tan incómodo como creíamos. Pese a eso, tendremos que analizarlo a fondo durante unos días para comprobar esto.

El proceso de apertura y cierre es cómodo y la bisagra fija la pantalla tanto en posición de apertura como de cierre, aunque podemos usarla doblada a modo de ordenador portátil convencional, si bien ahí no hay una pieza que deje estable el panel.

Una pantalla con luces y sombras

En la zona exterior tenemos una pantalla de 4.6 pulgadas que tiene una buena calidad pero que queda algo ensombrecida por los marcos. La sensación disminuye si activamos el modo noche de One UI ya que camufla los límites del panel.

Esta pantalla se usa de forma cómoda a una mano y pese a su reducido tamaño es cómodo escribir en ella, al menos con el teclado de Samsung ya que no hemos podido probar otro.

Pero la protagonista es la pantalla interna de casi ocho pulgadas, que en vez de cristal usa un polímero flexible como acabado. Al tacto no es muy diferente de una pantalla normal en un uso convencional pero si nos paramos a sentir el material sí que se nota la diferencia.

Algo parecido pasa con la curvatura central, una especia de huella de pliegue que se ve mucho más en las fotos que en el uso. Sí, si la buscamos con la mano se nota pero es como el notch de la esquina superior derecha, al poco de esta usándolo te has olvidado de que está ahí.

Lo que sí que no nos ha gustado es que el panel, con tecnología SuperAMOLED, tenga un viraje al verde tan notorio cuando lo inclinamos. Esto no pasa en pantallas de otros flagships de la marca como el S10 o el Note 9, y entendemos que es por el tipo de pantalla. No es algo dramático en un uso normal pero destaca por el buen hacer del resto del terminal. Es posible que la primera generación de pantallas tenga efectos como este pero creemos que es donde más margen de mejora hay.

Un rendimiento excelente

Las tomas de contacto son malos lugares para probar el rendimiento de los móviles porque no podemos instalar aplicaciones de benchmarks o juegos y apps externas. Por suerte Samsung había instalado algunas apps muy conocidas como Instagram, Facebook o WhatsApp, además de juegos como Asphalt 9.

Todas corrían de manera espectacular incluso en la multitarea y es que los 12 GB de RAM no pasan desapercibidos. Del mismo modo el rendimiento del procesador y la cantidad de memoria interna son sobresalientes.

Pese a todo hemos de realizar una prueba a fondo para comprobar si realmente el móvil está a la altura pero, como poco, nos dará la misma sensación que los S10.

Algo que me ha gustado especialmente es el sonido, proporcionado por dos altavoces externos que son difíciles de tapar en vertical y que nos dan un volumen y una calidad muy elevada. Además, el Galaxy Fold incluirá los Galaxy Buds de regalo en la caja, lo que se agradece dado el coste de este terminal.

Seis cámaras con buen rendimiento

En el apartado fotográfico destaca la cantidad de cámaras de este móvil. Tenemos un sistema de triple cámara idéntico al del Galaxy S10, con angular, telefoto y gran angular. Delante tenemos una de 10 Mpx y en el interior una igual, de 10 Mpx, y un sensor RGB de apoyo para medir profundidad en retratos con 8 Mpx. Pero ojo, no es un ToF.

No hemos podido probar la cámara en todas las condiciones posibles pero la sensación que nos ha dado es que será muy similar a la del Galaxy S10, tanto en software como en resultados finales. Eso sí, volvemos a echar en falta el modo Instagram.

Especial mención a la toma de fotos con la pantalla externa dado que el móvil es sencillo de manejar y permite usar todas las opciones de la cámara trasera.

Mucho por probar

Pese a las pruebas que hemos realizado, hemos de reconocer que hay cosas como la autonomía, la ergonomía en exteriores y el uso en el día a día que no hemos podido analizar y que obviamente quedan para la review a fondo.

He de reconocer que iba con cierto escepticismo a la prueba de este móvil. Obviamente cualquier terminal arriesgado se agradece, algo que sacuda el estático mundo de los smartphones en lo que a factor forma se refiere. Pero mi sensación ha empezado a cambiar.

El móvil de Samsung tiene aciertos y problemas, pero entiendo por qué Samsung cree que este es el futuro de la tecnología móvil. Y creo que tiene razón.