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No hay 2 sin 3, o eso decía la célebre canción. Huawei, tras haberse pegado un batacazo con el Huawei P10, decidió echar toda la carne en el asador con su nueva gama de dispositivos: los Huawei P20. Con el P20 Lite y el P20 Pro analizados, queda el hermano en discordia de la familia.

Hoy os traemos el análisis del mediano de la gama, el Huawei P20. Un dispositivo que si bien no disfruta de lo mejor que se ha quedado reservado para la variante Pro, tiene mucho que decir. Sobre todo, para un público determinado. La pregunta del millón es: ¿estará a la altura?

Características del Huawei P20

¿Qué nos ofrece este Huawei P20 frente a los integrantes de su misma familia? Veamos más de cerca el hardware que da vida a este dispositivo chino:

• Pantalla | 5.8″ IPS LCD con relación de aspecto 19:9 FullHD+ (2240 x 1080)
• Dimensiones | 149.1 x 70.8 x 7.65 mm
• Peso | 165 gramos.
• Procesador | HiSilicon Kirin 970 con NPU (Unidad de procesamiento neuronal)
• GPU | Mali G72MP12
• Sistema operativo | EMUI 8.1 por encima de Android 8.1 Oreo.
• Memoria interna | 128 GB no expandibles mediante tarjetas SD.
• Memoria RAM | 4GB.
• Cámaras traseras | Doble sensor de 12 (f/1.8) + 20 (f/1.6) Mpx, uno RGB y otro monocromo con grabación 4K y FullHD 60fps, además de modo retrato y modo noche.
• Cámara delantera | Único sensor de 24 Mpx (f/2.0)
• Batería | 3400 mAh con carga rápida Super Charge.
• Conectividad | Wi-Fi, NFC, GPS, Bluetooth 4.2, GLONASS, reconocimiento facial…
• Colores | Negro, azul, rosa, oro y Twilight.

Diseño premium y agarre impecable

Como todo buen gama alta, el Huawei P20 presume de tener unos acabados exquisitos. Tenemos cristal y metal como materiales de construcción dando vida a un diseño que si bien no es el más original del mundo (ya os adelanto el «tufillo» a iPhone X), es indudable que en la mano es una delicia.

En la parte delantera tenemos la generosa pantalla de 5.8 pulgadas en formato todavía más panorámico, 19:9 y el polémico «notch» que alberga el altavoz para las llamadas y la cámara delantera. Bajando más nos encontramos el lector de huellas y ningún botón háptico, encontrándose estos en pantalla. Como nos tiene acostumbrados Huawei, este lector es absolutamente veloz.

Al no ser un botón pulsable, con un simple toque nos bastará para desbloquear el dispositivo. Recalco la velocidad, que es sencillamente instantánea. Nos encantan los lectores de huellas de Huawei, y este no es una excepción. Por si faltaba, tenemos un reconocimiento facial que funciona estupendamente, y que en condiciones de luz bajas flojea sin ser un drama. En métodos de seguridad no tenemos queja alguna.

En la parte inferior del terminal nos encontramos el micrófono para las llamadas, un altavoz del que os hablaremos más adelante, y el conector USB-C que nos otorgará la carga rápida. Como veis, prescindimos del jack de 3.5 milímetros, aunque por supuesto tendremos un adaptador en la caja. Pero de todas maneras, tenedlo en cuenta.

En la parte trasera nos encontramos «la buena chicha», ya que es donde sale más a relucir el diseño del Huawei P20. Tenemos una parte trasera completamente de cristal con un acabado espejo que como imaginaréis es bastante sucio y atrae el polvo de una manera muy bestia. En la caja nos viene una funda, por lo que es una ayuda para evitar ver nuestros dedazos ensuciando el teléfono.

Tenemos la doble cámara trasera de la que os hablaremos en una posición que nos recuerda poderosamente la atención al iPhone X, y debajo un flash LED de doble tono (no tenemos la triple cámara como es el caso del P20 Pro), la serifragía de la colaboración con Leica y la firma de Huawei.

Huawei ha hecho especial hincapié en el apartado fotográfico, y tanto es así que la disposición de las serigrafías con la cámara está pensada en vertical, para cuando tomemos fotos. Un detalle que muestra el foco del fabricante en la fotografía, y que no es sino una declaración de intenciones. Los botones de volumen y desbloqueo (grabado en rojo) están en la parte lateral derecha.

El acabado de este Huawei P20 es increíble en todos los aspectos. Tenemos una generosa pantalla de 5.8 pulgadas en un cuerpo propio para un dispositivo de 5.2 pulgadas, por lo que es un teléfono «pequeño» y que tiene un agarre genial en la mano, aderezado con los materiales premium de los que disfruta este dispositivo. En el bolsillo ni lo notas, y sólo con cogerlo en la mano nos damos cuenta de que este es un producto de calidad.

El agarre de este Huawei P20 aumenta la sensación premium de este, siendo un gustazo simplemente usándolo

Hacía tiempo que no disfrutaba teniendo un teléfono en la mano, ya que en un mundo de dispositivos enormes, agradecemos que el tamaño de este P20 sea más bien comedido. El fabricante chino ha entendido los errores de la generación pasada, y la construcción y acabados de este Huawei P20 así lo atestiguan. Un 10 en cuanto al cuerpo del teléfono, sin discusión.

Esto se denota en la paleta de colores, ya que incluso en la versión negra que tenemos en nuestra unidad, vemos como el tratamiento es muy glamuroso y carismático. En los otros colores también observamos que Huawei ha arriesgado con colores vibrantes y luminosos como el azul o el morado, por lo que celebramos ese detalle de originalidad.

Un procesador de gama alta con ciertos matices

Metiéndonos en las interioridades de este Huawei P20, nos damos rápidamente cuenta del tope de gama que es. Como procesador tenemos uno de hornada propia: el HiSilicon Kirin 970 acompañado de la NPU o unidad de procesamiento neuronal que nos brindará la aclamada inteligencia artificial que vemos en los Mate 10 y en el P20 Pro.

En la potencia, a ojos no expertos, no hay dudas: el rendimiento es el de un gama alta en toda regla. El 970 no tendrá problemas en absoluto con cualquier tarea que le pongamos por delante, equiparándose a la gama alta de procesadores de esta generación. El sistema va muy bien, y será difícil encontrar un juego en el no notemos la potencia de procesamiento del Kirin.

Aunque debo hacer un matiz que entra dentro de mi experiencia personal. ¿Por qué he puesto entonces la potencia como un punto negativo? Porque si bien el Kirin 970 es un gran procesador, personalmente, no creo que llegue a las cuotas que nos da la competencia, como serían Qualcomm o Samsung con sus Exynos.

Repetimos, no habrá problemas en potencia. Pero en ciertos juegos, notamos ciertas caídas de frames que no son dramáticas, pero sí notables. Además, la fluidez del sistema no se nota en exceso, y notamos cómo al sistema le cuesta en cierta medida llegar a todo su potencial.

Aunque el 970 es un procesador de gama alta, no vemos las cuotas de fluidez que tenemos con Qualcomm

Queremos pensar que esto se debe a una cuestión de optimización, más que de potencia. O bien, podemos pensar que la NPU tiene que ver, aunque lo dudamos. También barajamos la posibilidad de que el procesador no de todo su potencial en pos del ahorro de energía como hemos comentado en ciertas capas chinas. Por supuesto, esto va en base a nuestra experiencia, y no tiene por qué ser una verdad absoluta.

Para un ojo entrenado y que busque la potencia más exquisita, el Kirin 970 no tiene una fluidez tal como la competencia. Pero para ojos de cualquier usuario del público al que va dirigido este teléfono, esta potencia será uno de los puntos fuertes del terminal y motivo de peso para su compra.

En la configuración de memorias hay detalles dignos de mención. Partimos con 128GB de memoria interna y nos quedamos en los 4GB de RAM. No tendremos posibilidad de expansión con tarjetas micro-SD, pero teniendo esta burrada de almacenamiento, no es para nada un problema. Nos quedarán libre poco menos de 120 gigas, nada problemático.

Además, en conectividad vamos bien provistos; tenemos Wi-Fi, GPS, Bluetooth 4.2 y NFC. Perdemos por el camino la radio FM, pero no supone un problema serio. Todo funciona a la perfección, y la multitarea con los 4GB se hace más que solvente. Quizás esperábamos una versión con 6GB, pero sin duda ni el usuario más avezado tendrá queja en este apartado.

EMUI, o cómo ser la nueva MIUI

En el software no vemos sorpresas, pero sí «buenas» noticias. Partimos con Android 8.1 Oreo, lo cuál es un gran punto a favor para Huawei. Además, como hemos contado, este Huawei P20 se ha actualizado recientemente, lo que demuestra que Huawei le está dando el soporte y el cariño que se merece.

Pero como buena Huawei que es, no tenemos nada de Android puro y contamos con EMUI 8.1, la capa personalizada de Huawei. Y aquí voy a hacer un inciso: voy a hablar de lo que a mí me parece EMUI, y de lo que yo considero, más que una opinión objetiva, la cuál vendrá después.

Dejando a un lado lo que es la comparación directa con Android puro, personalmente, no me ha gustado EMUI. Era la primera vez que la probaba, y no me acaba de convencer. Aunque es una capa completa y que tiene muchas más utilidades y ventajas como un software limpio y stock, la estética y la funcionalidad no son para mí.

Aquí vemos claramente el público al que va dirigido este Huawei P20: EMUI no es para los entusiastas de Android, pero sí es genial para todo aquel que quiera una capa completa. Tenemos aplicaciones dedicadas a nuestro día a día y una serie de herramientas útiles (aparte de bastante bloatware innecesario), y aquel que quiera funciones más allá de lo que nos ofrece Android nativo, encontrará en EMUI una solución.

¿EMUI es una mala capa? No. ¿EMUI me ha gustado? Tampoco. ¿Te puede gustar a ti? Sí.

Tenemos detalles como una barra de gestos, usar el lector de huellas como barra de navegación y un dock de navegación flotante. Además, tenemos las apps duales, ajustes adicionales en el software de la pantalla… tenemos incluso un apartado dedicado al «notch» del cuál os hablaremos. EMUI, siendo como es, es una capa muy personalizable y completa que gustará a una gran parte del público.

Además, podéis instalar temas personalizados, cambiar diversos ajustes del launcher… Aunque tened en cuenta una cosa muy importante: al tener «notch», habrá temas que no estarán optimizados para él y algunas funcionalidades no serán del todo compatibles.

Mención especial al reconocimiento facial de Huawei, que es uno de los más eficientes que hemos visto en un dispositivo Android. Funciona rápido, es seguro y sobre todo funciona con mejor soltura incluso en condiciones bajas de luz, lo que ha hecho que me olvide en ciertas ocasiones del lector de huellas.

Hay que tener en cuenta que por defecto, si miramos el teléfono y pulsamos el botón de desbloqueo, nos llevará directamente a la pantalla principal. Si queréis ver las notificaciones en la pantalla de bloqueo, deberéis ajustarlo para que podáis desbloquear el P20 con un deslizamiento.

No, no nos libramos del «notch»

Veamos qué nos aguarda en el apartado multimedia. Aquí vemos cambios importantes que lo diferencian claramente del modelo superior o Pro, pero hay otros que lo equiparan a él. En características, tenemos un panel de 5.8 pulgadas con tecnología IPS y resolución FullHD+, en ratio 19:9. Esto nos deja una resolución total de 2240 x 1080 píxeles. Además, como veis, tenemos el «notch».

Empecemos por lo gordo. ¿Qué tal la pantalla del Huawei P20 respecto al panel OLED del P20 Pro? El cambio de tecnología se nota, detalle que no podemos dejar pasar. Mi conclusión acerca de la pantalla es que, si bien estamos ante un panel de gama alta (es decir, de muy buena calidad), se queda por debajo de sus contrincantes directos.

La interpretación de colores es más que correcta, la nitidez es muy buena y tenemos un gran nivel de detalle en todo el contenido que consumamos. La resolución (que podemos configurar) es más que adecuada para el tamaño de pantalla, y con el formato que tenemos, podremos disfrutar de nuestro contenido en un espacio algo más panorámico del que estamos acostumbrados.

Pero vemos ciertos problemas. Para empezar, el brillo máximo no es espectacular, y aunque no es un drama, a plena luz del día tendremos ciertos problemas para ver lo que tenemos en la pantalla. El brillo automático no es del todo preciso, y a veces se le irá un poco la olla calibrando el brillo.

Además, la calidad del panel carece de ese efecto wow! que buscamos en otros terminales. Si lo enfrentamos contra el Galaxy S9 de turno, el Mate 10 Pro de turno o su hermano mayor el P20 Pro, veremos que si bien tenemos un panel de muy buena calidad, queda en un puesto algo más bajo de lo que su propia gama le exige.

Y no podemos pasar por alto al dichoso «notch». Sí, lo tenemos, y es algo a tener en cuenta. Podemos esconderlo mediante software y dejar una franja negra donde este quedará camuflado, pero al ser un panel IPS y no un AMOLED, se notará un poco más de la cuenta.

Como detalle, cuando giramos el dispositivo en horizontal, el «notch» se esconde automáticamente. Es decir, si giramos el teléfono para ver un vídeo de YouTube (o una foto, o lo que sea), una franja negra ocultará la muesca poniendo el límite de la pantalla en ese sitio. Un detalle para evitar la famosa situación que se daba en el iPhone X que al girar la pantalla nos topábamos con la muesca.

Hay un detalle final que creo que es digno de mención. Por defecto, el panel viene establecido en modo vívido, es decir, con colores saturados. Puedes modificar casi cualquier parámetro de la pantalla en ajustes, pero tengo que deciros que si sois de los que no os gustan los colores saturados, no lo cambiéis al modo estándar.

La calidad del panel desciende notoriamente, y los colores son excesivamente fríos y apagados. Se nota que la pantalla está calibrada en ese modo, y aunque se puede juguetear, en este modo la pantalla del Huawei P20 pierde bastante, por lo cuál os recomiendo encarecidamente dejar el modo vívido establecido.

En el sonido tenemos un buen resultado, sin ser una locura. El volumen es alto, con bastantes matices y con la única pega de que podremos taparlo fácilmente. Con auriculares el sonido no mejora en exceso, pero nos congratula ver que Huawei no se ha olvidado del tema del sonido y lo ha hecho decentemente.

Como mención, no me gusta el haber puesto un lector de huellas delante con su correspondiente marco y poner un «notch». Si tuviera que haber elegido, me hubiera gustado un marco mucho más reducido y el lector en la parte trasera para que así el «notch» tuviera más sentido. Aunque aquí, es cuestión de gustos.

Una batería que engaña positivamente

El Huawei P20 goza de una batería nada desdeñable de 3400 mAh. Además, es compatible con la carga rápida propietaria de Huawei, la Super Charge. Si algo bueno tienen EMUI y el Kirin 970 es su excelente gestión energética, por lo que la autonomía no será algo de lo que se pueda quejar un usuario de este dispositivo.

En horas de pantalla, no he bajado de las 6 horas y media de pantalla y hablamos de un uso en esas ocasiones intensivo. Generalmente, hablamos de unas 7 horas de pantalla entre tareas del día a día, redes sociales, algún juego ocasional y un uso extenso de la cámara. Los 3400 mAh tienen mucho de qué hablar, y nos darán una autonomía muy buena para durar lo que nos haga falta.

Los 3400 mAh no tienen nada que envidiar a los 4000 del P20 Pro

Además, son sus alicientes los que le dan valor a la batería del P20. Para empezar, el consumo en reposo es increíble. En un ejemplo práctico, ayer me fui a dormir con todas las conexiones encendidas para probar cuánto gastaba. En más de 8 horas de reposo con todas las conexiones posibles abiertas, gastó un 4 por ciento. No hay queja: el P20 destaca sobremanera gracias a su estupenda batería.

La doble cámara, la reina de la noche

Como hemos dicho, Huawei está especialmente enfocada en la cámara. La gama Huawei P20 es la demostración de fuerza del fabricante en este terreno, y tiene mucho que decir. Sobre el papel, el Huawei P20 tiene un doble sensor de 12 (f/1.8) + 20 (f/1.6) Mpx, uno RGB y otro monocromo con grabación 4K y FullHD 60fps, además de modo retrato y modo noche.

Os dejaremos una serie de muestras en el post que podréis ver sin compresión en un enlace a Flickr. Ya os adelanto que el punto donde sale a relucir este Huawei P20 es en el nocturno, donde su doble cámara se postula como la reina de la noche con todas las letras.

Foto comprimida para el artículo. Si quieres ver esta imagen sin compresión, visita el enlace a Flickr más abajo.

Sin duda la cámara del Huawei P20 es muy, pero que muy buena. Las fotos diurnas tienen mucha calidad, y nos topamos con una experiencia fotográfica top. Poco podemos reprocharle a las fotografías que saquemos con el P20; buen nivel de detalle, buen balance de blancos, y sobre todo gozamos de un rango dinámico de calidad.

En la foto diurna el P20 saca pecho el detalle en sí mismo. Si acercamos la imagen en el teléfono veremos poquísimo ruido y una gran calidad en el perfilado de las fotografías. Quizás a veces vemos cómo sobresatura algunas zonas de forma esporádica, pero no podemos achacarle nada a esta cámara. Quizás no entra en un top 3 de fotografía en Android, pero en un top 10 sin lugar a dudas.

Al tener doble cámara, disfrutamos de la posibilidad de tener un zoom óptico x2, modo retrato y un detalle que hemos querido mencionar aquí y no en el hardware debido a sus funciones: la NPU de inteligencia artificial. Porque sí, la IA está presente en esta cámara.

La unidad de proceso neuronal tiene muchos usos; traducciones instantáneas, reconocimiento del uso del terminal para adaptar su consumo al usuario… Y aunque no es mala, está todavía en pañales y tiene pocas situaciones en las que se pueda exprimir. Es en el campo fotográfico donde sale más a relucir, y aunque es un handicap frente a la competencia… vemos ciertos problemas.

Izquierda: fotografía sin inteligencia artificial. Derecha: fotografía con inteligencia artificial.

En las ocasiones en las que he activado la IA, la cámara se ha dedicado a sobreexponer y saturar en exceso la zona que reconoce. En este caso, la NPU reconoció el cielo azul y lo realzó, dando lugar a una imagen irreal. No niego que la IA en este teléfono vaya a mejorar, dado que depende directamente de que los usuarios vayan dándole escenarios para aprender, pero notamos que le queda por mejorar.

Y señores, cae la noche, y todo se hace oscuridad. En estas situaciones, las cámaras sufren. Pero viendo la apertura focal de la que presumen los dos sensores del Huawei P20, y recordando la magia que hacía el P20 Pro, no esperamos menos. Y afortunadamente, ha sido así.

El modo noche de Huawei es, bajo mi opinión, de los mejores que hay en Android actualmente. Es una locura ver cómo la imagen queda clara y nítida con condiciones de luz muy fastidiosas, y que encima mantiene el detalle al máximo posible. La ausencia de luz es muy notoria, y sin duda tenemos un resultado magnífico.

Ninguna zona queda más sobreexpuesta que otra, y las luces no se queman. La oscuridad queda a raya y en donde antes había negrura ahora hay definición. Sí es cierto que en estos casos tardas unos 5 segundos en hacer la toma, pero cuando acabas la fotografía y ves el resultado (sobre todo en el panel IPS del Huawei) quedas encantado a la primera de cambio.

Definitivamente, tanto los Huawei P20 como los Pro son los reyes de la noche. Es absolutamente increíble que este dispositivo afronte tan bien la noche, y que por primera vez, a uno le den ganas de hacer fotos nocturnas. Solamente decir: enhorabuena, Huawei.

También podremos hacer el famoso modo retrato, aunque aquí la calidad no es tan grande. Vemos software de más, y el recorte siendo preciso queda un poco artificial dada la saturación del fondo y el excesivo desenfoque. Además, se podrá hacer con la cámara delantera, pero el resultado será más de lo mismo, y aquí no se queda en el mismo pedestal de sus rivales, como serían los Google Pixel o los Samsung Galaxy.

En el selfie no tenemos tantas alegrías. Tenemos un sensor de 24 megapíxeles con apertura focal f/2.0. No tenemos un resultado malo per se, pero sí notamos que quizás se podría mejorar un poco más.

Para empezar, las zonas iluminadas se saturan de más. El nivel de detalle es más que decente, pero hay algo que Huawei hace siempre y que no nos gusta, y es quitarnos edad con el modo belleza. Por defecto viene activado, y aunque podemos desactivarlo, veremos cómo la cámara sigue puliendo las imperfecciones de la cara, dando un resultado artificial. Un selfie normal, sin alardes.

Sobre el tema del vídeo, tenemos grabación lenta a 960 fps en HD, grabación a 4K y a FullHD a 60 fps. Un vídeo muy bien estabilizado, con un buen nivel de calidad y que nos incita a grabar vídeos cuando lo deseemos debido a su gran resultado. No te decepcionará.

Conclusión: un móvil para todo el mundo

Soy de los que piensan que en el mundo de Android tiene dos públicos diferenciados: uno mayoritario que es el público general que quiere X cosas y los entusiastas de Android, que somos una «minoría» en comparación directa con los primeros. Y cada fabricante enfoca sus productos a ese público, intentando abarcar más y más. En este caso, Huawei ha ido directamente a los primeros, y es una decisión muy sabia.

Para los entusiastas de Android, este teléfono puede no ser la mejor opción. EMUI es una capa intrusiva, el diseño es bastante parecido al iPhone X y la potencia y fluidez extrema que encontraríamos en Qualcomm no la veríamos aquí. Pero mirándolo con perspectiva y para el público mayoritario, el Huawei P20 es un terminal sencillamente excelente.

Huawei ha sabido dar en la tecla de lo que demandan los usuarios: una buenísima cámara, una batería estupenda y un buen almacenamiento para esas fotografías (recordemos los 128GB de memoria interna). Además, el tamaño y el agarre lo hacen ideal para animar a su usuario no sólo a presumir de móvil, sino a sacarlo del bolsillo, sacar la cámara y realizar la toma.

Por otra parte, se hubiera esperado que el P20 se hubiera quedado corto respecto al P20 Pro, y no ha sido así. Sí, perdemos en pantalla y batería, además del triple sensor. Pero este Huawei P20 brindará una experiencia sublime a todos aquellos cuyas prioridades sean la fotografía, el diseño y la potencia. Además, por el precio por el que se puede comprar actualmente, es una de las mejores compras que se pueden hacer.

¿Podrían haber innovado algo más si recordamos al «notch» y la influencia del iPhone X? Sí. ¿El Huawei P20 es un teléfono excelente? También. Y sobre todo ¿es el Huawei P20 una buena compra para el usuario medio? Absolutamente.