Queridos lectores, he sustituido mi Aquaris 5HD con Android 4.2… Ya era hora, pensará más de uno, aunque he de confesar que soy un usuario atípico de la tecnología. Sin embargo, llegó ese momento decisivo en el que ya te dices «necesitas un cambio».
Y ese momento llegó hace 6 meses al estar probando un BQ Aquaris X en un centro comercial. Tras semanas de investigación, y de decirme a mí mismo que aún podía aguantar un poco más, me encontré en ese instante en el que dices: «me lo compro». Así sin más.
Ahora, después de un tiempo usando diariamente este nuevo Aquaris X, os traigo mis impresiones con este smartphone. Un gran cambio respecto a mi anterior dispositivo, que me ha dado alguna que otra grata sorpresa que no esperaba.
Diseño que ha dado un paso de calidad
BQ ha ido evolucionando en cuanto al diseño de sus dispositivos y los materiales usados en ellos. En este Aquaris X he notado una evolución en ambos aspectos, dando una sensación en la mano de ser un dispositivo bien construido.
En la elección de materiales radica una de las diferencias, junto con la cámara, respecto al modelo superior Aquaris X Pro. En dicho modelo BQ ha elegido un acabado en cristal para la parte trasera, sin embargo en este Aquaris X tenemos policarbonato. Un material que tiene buen agarre y no es un imán de huellas, algo que agradezco; siendo una de las razones por las que elegí este modelo.
La pantalla tiene un diseño 2.5D con unos bordes que resultan agradables en su unión con el borde metálico del dispositivo. Una de las cosas que me ha sorprendido es la suavidad de la pantalla, tiene un tacto que ayuda a dar esa sensación de «eficiencia» a la hora de usar el dispositivo.
El lector de huellas está situado donde debe estar, personalmente hablando. En cuanto cojo el teléfono ya lo tengo desbloqueado al mirar la pantalla. Eso sí, debo decir que alguna que otra vez he tenido que usar el PIN de desbloqueo, ya que el lector de huellas no ha realizado su trabajo. Culpa mía al escanear la huella.
No todo iba a ser perfecto en este dispositivo, es algo en lo que BQ está dando una de cal y otra de arena. Hablo de los botones físicos, algo que personalmente prefiero a los botones en pantalla, sin embargo en este Aquaris X no se iluminan. Si usas el teléfono a oscuras, hay momentos en los que estás unos segundos buscando el botón que quieres pulsar.
Rendimiento más que de sobra para el día a día
Respecto al rendimiento, estoy más que satisfecho. Sus especificaciones son de gama media, usa la serie 6xx de Qualcomm, desenvolviéndose en el día a día sin ningún problema de rendimiento. La capa limpia que hace uso BQ de Android y los 3 GB de RAM ayudan bastante en este aspecto.
Estas son sus especificaciones:
- Pantalla: 5.2 pulgadas | 1920 x 1080 |IPS Quantum Color+ | Protección Dinorex
- Procesador: Qualcomm Snapdragon 626 Octacore | Hasta 2.2 GHz
- GPU: Qualcomm Adreno 506 | Hasta 650 MHz
- RAM: 3 GB
- Almacenamiento: 32 GB | MicroSD hasta 256 GB
- Sistema Operativo: Android 7.1.1
- Cámara trasera: Sony IMX298 | 16 MP | f/2.0
- Cámara delantera: Samsung S5K4H8YX | 8 MP | f/2.0
- Conectividad: GPS GLONASS | WiFi 802.11b/g/n/ac | Bluetooth 4.2 | NFC | USB Tipo C 2.0
- Batería: LiPo 3100 mAh | Qualcomm Quick Charge 3.0
Un hardware más que solvente en el que, tras todo este tiempo usándolo, no he notado una merma de rendimiento. Está claro que hay procesadores más potentes, pero esa no es la liga de este Aquaris X ni pretende serla. Ejecuta todo lo que se le pide con una ligereza e instantaneidad que no echas en falta tener algo más potente bajo la carcasa.
Las aplicaciones y los cambios entre ellas se realizan de manera muy eficaz, da igual el número de aplicaciones abiertas en segundo plano que el dispositivo responde en todo momento. Su rendimiento en juegos es el adecuado para el hardware que usa, solo en algún que otro título exigente no te deja ajustar los niveles de calidad más altos. Ningún problema en ese aspecto.
Una de las diferencias más notables que he notado respecto a mi anterior Aquaris 5HD ha sido la instalación de aplicaciones y la velocidad navegando. Son el día y la noche, algo lógico teniendo en cuenta la diferencia temporal entre ambos. Pero era algo que no había notado ni en dispositivos más recientes que he probado.
Android puro, aderezado con detalles de BQ
Algo que siempre me ha gustado de BQ ha sido su filosofía a la hora de tratar el software en sus dispositivos. Siempre han mantenido un sistema operativo casi puro, similar a lo que podemos encontrar en un Nexus o Pixel. Solamente «personalizado» en algún que otro detalle sutil que se agradece.
Detalles en el software de la cámara o los iconos de acceso rápido son las «modificaciones» de BQ
En este tiempo, el sistema ha recibido Google Assistant que se ejecuta sin ninguna merma en el rendimiento del dispositivo. Y ha ido recibiendo varias actualizaciones del sistema, mayormente las actualizaciones de seguridad y correcciones de Android. Dispone en este momento en el que escribo el parche de Diciembre de 2017 en Android 7.1.1.
Este dispositivo tiene «prometida» la actualización a Android 8 Oreo, siendo noticia de hace pocos días el inicio de la beta para este dispositivo de Android 8.1. Es una actualización esperada por muchos y que en este Aquaris X podremos disfrutar en algún momento. Aunque gracias al gran desempeño de Nougat, se nota la evolución de Android respecto a la versión que usaba hasta ahora, la espera por Oreo será bastante dulce.
Una pantalla que entra por los ojos
Ya había tenido contacto con la tecnología Quantum Color al usar un Aquaris E5 4G, el primero en incorporar esta tecnología. Pero en este Aquaris X se nota que dicha tecnología ha evolucionado durante este tiempo. Una gran diferencia respecto a la tradicional IPS de mi anterior dispositivo.
Ver cualquier tipo de contenido, ya sean fotografías, videos o juegos, es una experiencia muy agradable. Yo suelo ser un usuario un poco «atípico» al usar un teléfono, prefiriendo disfrutar de este tipo de contenido en el ordenador o tablet. Sin embargo…
Como usuario de Instagram, es una gozada en la pantalla de este Aquaris X
Desde que tengo este nuevo BQ he notado que veo mucho más vídeos y juego bastante más que antes. Y la pantalla es bastante culpable de este cambio respecto a mi anterior Aquaris 5HD. No voy a atreverme a decir que no tiene nada que envidiar a una pantalla OLED, pero la representaciones de colores, brillo y respuesta de la pantalla son de muy buena calidad.
Conexiones que cubren cualquier aspecto posible
Si tuviera que quedarme con dos elementos que destacar de este Aquaris X, sin lugar a dudas son el conector USB y la compatibilidad con la carga rápida de Qualcomm. Son dos de los elementos que más se usan a lo largo de una semana en un smartphone.
No debería ser ninguna sorpresa, aunque su implantación esté siendo bastante lenta, pero el incluir el conector USB Tipo C en este Aquaris X es una de las mejores decisiones que han hecho en BQ. No tener que preocuparte en como conectar el cable USB. Además de notar que es un conector más robusto que el tradicional USB que se usaba hasta ahora.
USB Tipo C y Quick Charge 3.0, ¿dónde habeis estado todo este tiempo?
El otro gran descubrimiento ha sido la carga rápida, nunca había probado en profundidad un dispositivo que incluyera esta tecnología. Había leído sobre ella, pero en ningún momento esperaba que fuera un elemento tan determinante. Tener la tranquilidad de disponer de una carga casi completa en menos de 1 hora y 20 minutos es impagable.
Una vez hablado de los elementos que más me han gustado, tampoco hay que olvidar la incorporación de la tecnología NFC. Que aunque he usado bastante poco, es una tendencia a que se vaya estandarizando y se agradece su incorporación. Tener la posibilidad de hacer pagos con el teléfono es un plus que no todos los de esta gama disponen.
Batería que demuestra la evolución de la tecnología en este aspecto
Ya he comentado que venía de un Aquaris 5HD, un dispositivo del que no tenía ninguna queja, pero sí era consciente de que la batería no era uno de sus puntos fuertes. El cambio al Aquaris X ha sido como el día y la noche. No sólo por la carga rápida, que ya he comentado anteriormente.
Buscaba un teléfono que respondiera bien en cuanto a la batería, y este Aquaris X está más que a la altura en ese aspecto. No soy el típico usuario que todos los días usa el teléfono al 100%, lo uso cuando necesito usarlo. Eso sí, cuando le doy uso lo hago en condiciones.
Si hablamos de tener el teléfono en reposo, con algún uso esporádico de vez en cuando, la batería puede durarme bastantes días sin apagarlo en ningún momento. Debo decir que solo activo las conexiones WiFi o los datos cuando voy a usarlos y tengo el brillo de la pantalla en automático.
Entrando en el aspecto que interesará más a los lectores, en un uso intenso del dispositivo, estoy más que satisfecho. Un día de uso intenso de Instagram, Telegram, algunas búsquedas en Google o uso de la cámara de fotos ha aguantado más que de sobra para llegar el final del día.
Aunque sea un dato un tanto subjetivo, he llegado a tener 5 horas de pantalla y quedándome aún un 12% de batería. Algo que personalmente considero más que bien en el desempeño de la batería. Sabiendo además que una vez conectado al enchufe en pocos minutos ya disfrutaré de un buen nivel de carga.
La experiencia fotográfica «adecuada» a los tiempos
Hemos llegado a uno de los aspectos que más me han gustado de este Aquaris X, aunque echando en falta algún que otro detalle que personalmente empaña la buena experiencia en general. Ambas cámaras son más que solventes y la incorporación del flash tanto delante como detrás son de agradecer.
Empezando por la vertiente de video de este dispositivo, estoy más que satisfecho. El estabilizador que incorpora me ha sorprendido gratamente, ya que aún sometiéndolo a pruebas bastante «agresivas», ha respondido a gran altura. La incorporación de diversos modos de grabación ayudan a desatar un poco la creatividad, y eso es un aspecto positivo.
Pasando al aspecto fotográfico, la cámara responde muy bien a las distintas situaciones a las que la he sometido. Siempre comportándose a buen nivel y sin dejar lugar a esa sensación de querer tener mi réflex a mano. Sin embargo ,si quieres sacarle todo el jugo al sensor que incorpora, lo que recomiendo es el uso del modo Manual y la captura en RAW.
Hay más allá del universo online
Y aquí llegamos al detalle que más me ha «desesperado» en este Aquaris X. El software de la cámara está pensado demasiado para el mundo online, esto se traduce en un procesado un tanto excesivo en las fotografías y unos videos demasiado comprimidos.
Personalmente necesito un modo de captura, dejando a un lado el RAW dónde se consiguen grandes resultados, que sea menos agresivo con las imágenes que saco. Está bien tener la opción de poder enviar una fotografía de pocos megas a alguien o subirla a Instagram. Si buscas un escalón más de calidad, el procesado no te lo dará.
En el aspecto fotográfico se soluciona con usar el modo RAW y un procesado en Snapseed o Lightroom, obteniendo lo mejor del sensor del Aquaris X. Lo que no tiene solución, y debería incorporarse una opción para ello, es en el apartado de vídeo. No me sirve de nada poder grabar en 4K si luego me lo comprime a un archivo de pocos megas.
Sé que es un smartphone, no una cámara de vídeo o una réflex, sin embargo soy consciente de que puedo conseguir mejores resultados. El vídeo suele ser un elemento al que le encanta engullir almacenamiento, pero disponemos de 32GB junto a la opción de poner una tarjeta SD. Si se incorpora una opción de vídeo con menos compresión, sería algo que personalmente agradecería.
Un gran cambio
Soy un usuario que disfruta de sus dispositivos lo máximo posible, sigo usando mi tablet de hace seis años por ejemplo. Cuando hago una compra, es una decisión que está analizada y pensada al detalle, esperando poder disfrutar una gran temporada de aquello que compre.
Venía de un BQ Aquaris 5HD que me ha dado un muy buen desempeño, teniendo en cuenta el tiempo que tiene y sus características. Un dispositivo que de hecho suelo usar esporádicamente para jugar y no gastar batería en mi teléfono principal.
El cambio al nuevo Aquaris X ha sido más que satisfactorio. Dejando a un lado los detalles en el apartado del software de la cámara, a día de hoy si tuviera que comprarme un teléfono volvería a ser el mismo. A pesar de las grandes alternativas que se encuentran en su segmento de precio.
Un segmento que está superpoblado de grandes dispositivos. Sin embargo, este Aquaris X es un móvil a tener en cuenta. A ver cómo evoluciona la gama tras el anuncio del nuevo Aquaris X2, se espera que suponga un escalón más en la evolución de la marca española.