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Lo más nuevo de LG sobresale en muchos aspectos, especialmente en su pantalla. Móvil de excelente construcción, manejable y de altas prestaciones.

El domingo 27 de febrero fue uno de los días más ajetreados de los que he vivido. Lleno de presentaciones y carreras por media Barcelona, dicho domingo arrancó con un evento en el que se daba a conocer de manera oficial un móvil imponente: el LG G6. Clave para la compañía después de la desilusión provocada por el LG G5 y sus módulos; y un móvil que, pese a sus prestaciones, lo tenía difícil para dominar en una gama alta que se prevé competida para este 2017.

Mi primera toma de contacto fue positiva, aunque le restaba importancia a lo más clave del LG G6: su pantalla con ratio 18:9. LG centró la presentación sobre ella y sobre sus ventajas a la hora de utilizar estas dimensiones, pero tampoco se aprecia la diferencia en el día a día. Pero no adelantaré acontecimientos, empecemos poco a poco.

Características del LG G6

Toca empezar por el principio, que no es otra cosa que haciendo referencia a su hoja de especificaciones. Dada la categoría es lógico que se reserve lo mejor; por más que haya algún detalle en lo que quizá se quede «cojo». Más que nada por la gama a la que apunta, no porque se note en la realidad.

• Procesador: Qualcomm Snapdragon 821 con cuatro núcleos a 2.35 GHz.
• GPU: Adreno 530.
• Pantalla: 5.7 pulgadas de pantalla Quad HD+ 2880×1440 px.
• Memoria: 4 GB de RAM.
• Almacenamiento: 32/64 GB con microSD (hasta 2 TB).
• Cámara Trasera: Dual cámara de 13 Mpx con gran angular de 125º. f/1.8 y f/2.4
• CámaraFrontal: 5 Mpx con angular 100º. f/2.2.
• Batería: 3.300 mAh.
• Resistencia al agua y al polvo: IP68.
• Peso: 163 gr
• Dimensiones: 148.9×71.9×7.9 mm
• Sistema operativo: Android 7 Nougat con LG UX 6.

Diseño y aspecto exterior: sobresaliente

No se le pueden poner pegas en esta ocasión: LG ha conseguido un aspecto redondo con el LG G6. El tacto es metálico y de alta calidad sin que se aprecien fisuras en el diseño. Quizá se note algo grueso, pero no molesta en ningún momento. Y con el detalle de disponer de una enorme pantalla de 5,7 pulgadas sin que las dimensiones crezcan hasta convertir al smartphone en un «ladrillo».

El LG G6 es algo grueso y no demasiado ligero, pero estos detalles desaparecen al tenerlo en la mano

Doble cara de cristal con Corning Gorilla Glass 5 para la posterior y Gorilla Glass 3 para la cara delantera. Una decisión basada en dar mayor delgadez mientras se protege la parte posterior de arañazos y pequeños golpes (a mí se me arañó, me ha resultado algo frustrante). Con un tercer y último detalle: las lentes de la cámara, ahora al mismo nivel que el cuerpo, están protegidas con Gorilla Glass 4. Tres generaciones de un mismo producto unidas en el LG G6.

Más allá de la curiosidad del cristal, he de decir que el móvil no se siente frágil en ningún momento, más bien todo lo contrario. En la mano se aprecia robusto y muy compacto. Marco de aluminio para todo el contorno rematando una colección de materiales excelente. En esta ocasión no tenemos la pintura cubriendo el metal: las antenas se aprecian a simple vista. Tampoco hay ruptura en el diseño para encajar los módulos.

El frontal es uno de los puntos fuertes. De la pantalla hablaré más adelante, pero sí que quiero incidir aquí en lo bien aprovechada que está la cara delantera. No es algo nuevo, LG lleva varias generaciones haciendo buen trabajo en este aspecto, pero en el LG G6 lo culminan con notable acierto. Además, las esquinas redondeadas del panel le sientan bien. Aunque quizá sea demasiado alto, especialmente a la hora de acceder a la parte superior con una mano.

El botón de encendido, con el lector de huellas, vuelve a la cara posterior dejando los de volumen en el lateral izquierdo. Y LG mantiene el diseño en caricatura para las lentes, el flash y el sensor láser. No me termina de convencer esa «cara sorprendida» que ofrece el móvil por detrás, pero sí me atrae la limpieza y el brillo que le da el cristal al color con el que viene el smartphone. Mi LG G6 es de color plata, creo que es la decisión más acertada. En el negro las huellas se marcan como imanes.

La colocación de sensores, encendido y cámaras mantiene la forma de caricatura del LG G5

El diseño se ha pulido con respecto al LG G5 poniendo el esfuerzo en no superar unas dimensiones que hiciesen poco manejable el móvil. La marca también se esfuerza en demostrar que los materiales son completamente «premium». Todo bien sellado para que por fin tengamos un LG de gama alta resistente al polvo y al agua. Perdiendo por el camino la opción de cambiar la batería.

Potencia y prestaciones: en la línea de lo mejor

Yo fui el primero que le puse dudas. ¿Un móvil top para este 2017 que saldrá sin el procesador estrella en Android? Quizá quede en inferioridad de condiciones a la hora de comparar benchmarks, pero hoy por hoy está a la altura de lo que cualquiera puede demandar al LG G6. Incluso supera con creces todas las necesidades.

Sin Qualcomm Snapdragon 835, pero tampoco se le echa en falta

El smartphone vuela en todas las condiciones. Poco importa que arranques una aplicación, un juego o que trates de ver una película a la máxima resolución: no he apreciado el más mínimo lag. Fluido en todo momento, estable y actualizado a Android 7 Nougat. Como decía, está a la altura de los más exigentes, que he tratado de sacarle las cosquillas en todo momento.

No puedo poner en dudas el Qualcomm Snapdragon 821 incluido en el LG G6, tampoco a su GPU Adreno 530: los juegos vuelan en esa pedazo de pantalla. Aunque claro, la diferencia en el ratio no siempre es una ventaja: muchas de las apps (de momento casi todas) hay que redimensionarlas para que aprovechen todas las características de la pantalla Fullvision (el ratio de aspecto 2:1 o 18:9). No es una desventaja en términos de fluidez: los juegos con mayores requerimientos funcionan sin ningún problema en el LG G6. Y con nota.

32 GB de almacenamiento y 4 GB de memoria RAM. Sí, son más que suficientes, pero creo que LG debería haber apostado por los 64/6 como mínimo. Más de 10 GB de espacio se lo come el sistema operativo y el formateo, por lo que no es de recibo que el usuario tenga menos de 20 GB para su uso personal. Por lo que vale un G6, qué menos que una cantidad de RAM idéntica al número de modelo.

Pantalla Fullvision: lo mejor no es su ratio de aspecto

Recuerdo cómo LG se empeñó en subrayar todas las bondades del ratio 18:9 para la nueva pantalla del LG G6. Que si mucho mejor para ver películas, que si el usuario puede disponer de más espacio para sus aplicaciones, la famosa interfaz con la doble pantalla en formato cuadrado… Eso se aprecia durante los primeros minutos. Después no es algo determinante; por más que sí contribuya a reducir las dimensiones finales del smartphone.

La pantalla es excelente en términos de calidad, pero la relación de aspecto tampoco aporta mejor experiencia

La pantalla se ve de fábula en todas las condiciones con unos colores y una resolución que te hacen enamorarte a primera vista del panel. No tanto en exteriores porque, aunque se vislumbra bajo la luz del sol, sí peca de falta de brillo máximo.

5,7 pulgadas, resolución Quad HD+ con 2880×1440 px, excelente sensibilidad al tacto, doble toque para encender y apagar la pantalla, Always On para mantener aunque la pantalla se apague con las notificaciones conforme lleguen (el LG G6 no tiene LED de notificaciones), modo lectura… Y compatible con reproducción de contenidos en HDR.

Estuve probando el contenido de muestra que trae el smartphone y lo cierto es que impresiona. Aunque, para mi gusto, y siempre dependiendo del propio contenido, se saturan en exceso los colores exagerando el contraste. Durante la reproducción en HDR (Dolby Vision) puede cambiarse la reproducción a cuatro modos: Brillo, Vívido, Cinematográfico y Estándar. No hay demasiado donde probar, aunque es de esperar que Netflix y Amazon Prime Video sean compatibles con el LG y el HDR.

El LG G6 reproduce contenido en HDR trasladando una pantalla de cine a la del móvil

La pantalla se ve muy bien, con unos contornos súper nítidos para los objetos y los iconos. Un panel soberbio con una innovación en el ratio que tampoco supone una experiencia de uso tan diferente como LG recalca. Aun así, es cierto que se pierde menos pantalla por los botones virtuales o a la hora de desplegar el teclado.

Conectividad y sonido

Al ser un móvil de la máxima categoría resulta lógico que el LG G6 disponga de la máxima conectividad. Con redes móviles a alta velocidad, redes locales, Bluetooth 4.2, posibilidad de compartir el contenido con dispositivos cercanos, NFC para los pagos móviles, USB tipo C, radio FM… Carece de puerto de infrarrojos, es algo que me gustaba del LG G5 (y de otros móviles).

No hay quejas en términos de conectividad, tampoco en calidad de sonido: reproducido y grabado

El sonido es de muy buena calidad, tanto por los auriculares como por el altavoz externo. Este último dispone de un volumen alto y sin distorsionar a máximo nivel; aunque resulta muy sencillo amortiguarlo con la mano con solo tapar un poco la salida (en la parte inferior, junto al puerto USB de tipo C). Audio rico en matices, compatible con sonido HiFi de alta calidad y con muy buena presencia de graves. Eso sí, echo en falta un ecualizador nativo de sonido.

La captura de sonido es un punto fuerte del LG G6. Aparte de reproducir en HiFi con los archivos de audio compatible (24 bits y 192 kHz), el LG G6 también puede grabar sonido en alta calidad utilizando su pareja de micrófonos. No solo con la grabadora de audio incluida, también durante la grabación de vídeo. Los resultados son sorprendentes, muy por encima de otros smartphones de idéntica gama que haya probado.

Incluyo en esta sección el sensor de huellas, que vuelve a ser circular quedando en la parte trasera del smartphone. Con esto se mantiene reducido el frontal mientras se continúa con la línea de los botones traseros que ya inauguró el LG G2; por más que los botones de volumen se sacaran a los laterales a partir del LG G5.

La captura de las huellas es muy efectiva, diría que de las más rápidas que he probado. El reconocimiento también es muy rápido, aunque queda por detrás de móviles como el Huawei Mate 9 (por décimas de segundo). No suelen haber fallos en la lectura y se reconoce la huella incluso con el dedo algo húmedo. El botón de encendido y sensor es de pulsación, pero no hace falta pulsar para encender la pantalla del LG G6: si el móvil está bloqueado, se desbloquea con solo plantar la yema del dedo. Muy rápido, ya lo dije.

Batería: un gran salto adelante

La cantidad de mAh incluida en el LG G6 no es apabullante, este es un punto en el que LG debería mejorar. Aun así, es una notable mejora con respecto a los anteriores G: 3.300 mAh. Tras mi experiencia con los smartphones de LG, salí el primer día con la batería llena del G6 y también con la cabeza llena. De dudas, obviamente; que quedaron espantadas tras la constatación de que la autonomía está a buen nivel.

La autonomía del LG G6 es de las mejores en uno de sus móviles de gama alta

No es que pueda despreocuparme saliendo a primera hora porque llegaré a casa con un tercio de batería, pero sí es cierto que la gestión y el tamaño consiguen una autonomía que está por encima del notable. El dueño de un LG G6 no debería sufrir la ansiedad por que se le agote su smartphone antes de que se dé cuenta. Con la ventaja de que también carga muy rápido.

Quick Charge 3.1 en el LG G6. Con su cargador se revitaliza el 60 % en menos de media hora siempre partiendo de una batería agotada. La carga suele situarse en torno a la hora y cuarto. Y siempre sin que el smartphone se caliente. De hecho, no lo he notado caliente en ningún momento, ni siquiera exprimiéndolo con juegos exigentes: el sistema de refrigeración interno funciona muy bien.

¿Números reales para la batería? He hecho día y medio con una sola carga y un uso bastante continuo. Lo normal es sacarle casi las 6 horas de pantalla sin despeinarse. Y ni siquiera el primer día, con lo que implica iniciar un móvil de cero, descargar las apps, configurarlas y jugar con la novedad, le agotaron la batería antes de la jornada.

Día y medio de carga con un uso intenso y casi las 6 horas de pantalla, una buena cifra

Mi sensación con la batería es muy positiva: por fin tenemos un smartphone top de LG con el que no hay que sufrir cuando uno se aleja del enchufe. Sin que sea una maravilla, ojo, pero con una gestión del consumo energético de nota. E incorporando los sistemas de ahorro energético y la opción de destacar las aplicaciones que más están consumiendo en segundo plano.

Software y aplicaciones: capa personalizada que mantiene la esencia sin hacerse pesada

Quizá sea este el punto más subjetivo de todo el análisis al LG G6 porque he de confesar que a mí LG UX me gusta. Creo que perdió algo de personalidad en el cambio a la versión 5, pero ha retomado su marca para esta versión 6. Se deja personalizar en aspectos como la DPI (con ayuda de Nougat). Y ofrece el añadido que implica la pantalla Fullvision: mayor superficie útil de pantalla.

La interfaz se aprovecha del ratio de aspecto para ofrecer más espacio disponible a lo alto

La capa personalizada de LG ofrece tres estilos de interfaz: la sencilla para minimizar las opciones, la versión 4.0 con el cajón de aplicaciones y LG UX 6 con todas las apps en el escritorio. A nivel visual no hay exageradas diferencias. Con un menú de ajustes rápidos limpio y en dos niveles con un estilo similar a Android stock.

Android 7.0 para la versión de sistema operativo y muy pocas aplicaciones propias incluidas; con la ventaja de que la mayoría se puede deshabilitar. Tenemos un reproductor de música, administrador de archivos, galería de imágenes… Y dispone de la multipantalla con dos porciones cuadradas que podremos variar en proporción.

También podremos cambiar de tema, de fuente para el texto, es posible variar el tamaño de la letra, dispone de gestos, podemos cambiar el orden de los botones de control… La personalización de la capa sigue manteniéndose a un buen nivel. Y, desde mi punto de vista, se ha aligerado en esta versión acercándose bastante a Android stock. Siempre manteniendo la esencia de LG, que puede gustar o no, eso depende. A mí sí me gusta.

Doble cámara con un mayor énfasis en el disparo lúdico

A LG no le viene nueva la moda de la doble cámara ya que este fabricante empezó a incluirla en el LG V10 hace casi dos años. Con una particularidad: LG trata de que cada una de las cámaras ofrezca unos resultados diferentes variando la apertura del diafragma y también el angular de las lentes. El LG G6 continúa con lo ya visto en el LG G5, aunque amplía el angular para ambas cámaras: 71 º para la cámara normal con apertura f/1.8 y 125 º para la cámara gran angular con apertura f/2.4.

Jugar con la amplitud de las lentes es una auténtica delicia; también con las opciones de cámara manual

Jugar con la doble cámara de este móvil es una gozada, tanto para aquellos que buscan un disparo rápida como para quienes deseen ajustar cada parámetro de la imagen. En lo personal me encanta cómo funciona la lente gran angular: es capaz de obtener una captura amplísima del entorno con solo hacer una fotografía. Tiene cierto efecto «ojo de pez» en los extremos, pero es algo que se puede reducir eligiendo bien el encuadre en las escenas.

La respuesta de la cámara es muy buena. Quizá se demore algo más de lo esperado en arrancar (1,5-2 segundos), pero sigue siendo muy rápida. El enfoque también lo es, al menos siempre que haya suficientemente iluminación (con poca luz el auto enfoque se vuelve impreciso). Los resultados son de alta calidad, aunque el nivel de detalle no es todo lo bueno que debería: demasiada acuarela incluso en exteriores y a plena luz del día. El balance de blancos automático también me ha decepcionado. El rango dinámico si está al nivel.

Debo decir que el software de la cámara aún no está en la versión final, por lo que debemos darle cierto nivel de duda a los defectos encontrados.

La aplicación de cámara del LG G6 sigue siendo de las mejores en un móvil. Posee todos los controles manuales, guarda en RAW, dispone de filtros en tiempo real, de distintos modos de disparo con cámara lenta incluida, podremos añadirle a las fotos detalles como una marca de agua personal y, además, disponemos del modo «Cámara cuadrada» con la que disparar en formato 1:1 teniendo la galería en la parte inferior. Es interesante, sobre todo para los collages y composiciones, pero no es algo a lo que se le saque partido: mejor tomar una fotografía «normal» y recortarla después a la hora de compartir.

La cámara delantera también es capaz de hacer fotografías con gran angular, quedándose en los 100 º. 5 megapíxeles, apertura f/2.2 y modos de belleza para depurar los selfies sin tener que editarlos una vez tomada la imagen. Obtiene buenos resultados, aunque acusa la falta de detalle de la cámara posterior. De nuevo recalco lo del software: aún no está finalizado, por lo que el procesado debe mejorar.

Aquí tienes una muestra de imágenes a máxima resolución y en distintas condiciones.

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En cuanto a la grabación de vídeo, esta se mantiene a un altísimo nivel. Vídeos con resolución máxima de 4K y 30 fps, estabilización óptica que consigue evitar la trepidación incluso mientras se utiliza la grabación caminando y un control del audio para mejorar el sonido con opción al registro en alta fidelidad. La pareja de micrófonos hace muy buen trabajo durante la grabación, así como las cámaras.

Es una delicia cambiar entre una cámara y la otra para acercar la imagen o alejarla introduciendo en encuadre una cantidad alucinante de escena. Sin duda es de lo mejor del LG G6, igual que las opciones manuales y su aplicación. El procesado debe mejorar aún, espero que la versión final corrija la falta de detalle.

Conclusión: un excelente móvil con muy pocos grises

Resulta complicado ponerle pegas al LG G6. Muy complicado. A pesar de que las tiene, como le ocurre a todo producto tecnológico. La mayor parte de esos inconvenientes forman parte de la percepción de que «podría haber sido más potente», pero no se puede obviar la realidad: el móvil que tengo en la mesa de review no defrauda a nadie.

Un diseño excelente, pantalla de enorme calidad con el añadido del HDR y sus dimensiones, muy cómodo en la mano, resistente al agua, potencia para todo lo que se desee, una cámara fotográfica que no solo cumple con nota, también es capaz de disparar de manera única en un smartphone… En una review de 2017, y teniendo en cuenta que el LG G6 apunta a lo más alto del catálogo de smartphones, la espinita de no tener el mejor procesador está ahí. Pero, objetivamente, no es algo que nadie vaya a notar dado su desempeño.

El ratio de aspecto con ese «Fullvision» no añade una clara exclusividad. Sí se aproveche en películas y series, pero no creo que sea una parte primordial en un smartphone. Los marcos laterales de la pantalla podrían haberse disminuido, pero el aprovechamiento del frontal tampoco habría cambiado mucho. Me encanta esta parte en concreto y lo manejable que es el LG G6 a pesar de las 5,7 pulgadas de pantalla. Y se agarra muy bien a la mano con la cara trasera de cristal.

LG ha conseguido un smartphone manejable y muy cómodo a pesar de tener una pantalla enorme

La fotografía me ha dejado con más dudas. Ya comenté que el firmware que tiene mi G6 no es el final, algo que va a mejorarse conforme el móvil esté oficialmente en la calle. Aun así, es notoria la pérdida de detalle y las acuarelas. También posee un desempeño algo flojo en situaciones de baja luminosidad. El añadido de la cámara cuadrada es curioso, pero tampoco muy útil. Y en la grabación de vídeo se sale: 4K, estabilizador de imagen y un sonido profesional que impresiona.

¿Recomendaría este LG G6? Sin lugar a dudas: me ha encantado. Y lo tendría como móvil personal sabiendo que incluso aguanta mi jornada en movimiento: la autonomía me ha sorprendido, sobre todo por lo que acostumbraban a ofrecer los móviles de gama alta anteriores de LG. Aunque eso sí: creo que mejor es esperar a que el Samsung Galaxy S8 esté en las tiendas, seguramente el LG G6 alcanzará un precio mucho más jugoso.

Termino el análisis al LG G6 con una frase que resume mi experiencia con este nuevo smartphone.

El LG G6 es un móvil que se hace más pequeño en la mano de lo que parece para terminar siendo enorme cuando se disfruta a fondo, sin que la batería, ni las prestaciones, empañen un día entero de ocio.