Se puede ser aficionado a la marca más popular de Android o destacar por convertirse en crítico de ella, pero resulta imposible decir que el Samsung Galaxy S7 Edge es un mal teléfono. De hecho, es el móvil Android más vendido de este 2016; y razones debe tener para ello, sobre todo teniendo en cuenta su elevado precio.
En El Androide Libre ya analizamos el Samsung Galaxy S7 Edge: nos pareció un excelente smartphone. No escapa de sus pegas, como todo producto, pero ofrece lo mejor para alguien que esté dispuesto a pagarlo. Ahora bien: han pasado más de seis meses de su anuncio y también bajó considerablemente su coste. ¿Sigue valiendo la pena?
Me planteé esta pregunta: ¿sigue mereciendo la pena el S7 Edge teniendo en cuenta que le salió mucha competencia? Asumí la tarea de convertirlo en mi móvil personal durante dos semanas para hacerle una nueva review. Y no te imaginarás el resultado. O sí; pero añadiré un poco de intriga.
Características del Samsung Galaxy S7 Edge
Supongo que las conocerás bastante bien, pero vale la pena tenerlas fresquitas. Aquí están: las especificaciones de este móvil siguen siendo de infarto a pesar de que pasaron seis meses tras su anuncio. Incluso apareció el Samsung Galaxy Note 7 mejorando parte de ellas.
- Pantalla: SUPER AMOLED de 5,5″ 1440×2560pixeles (76,1% de ratio de pantalla) 534 ppi / Gorilla Glass 4
- Chipset: Exynos 8890 Octacore
- GPU: Mali T880 MP12 @ 650 Mhz
- CPU: Snapdragon 820: 2x Kryo @ 2.15GHz y 2x Kryo @ 1.6GHz / Exynos: 4x A53 @ 1.58GHz y 4x Exynos M1 @ 2.28-2.60GHz
- 4GB De RAM / LPDDR4-1800
- Modelos de 32 y 64GB de almacenamiento NAND + Slot para Tarjeta MicroSD de hasta 200GB
- Cámara trasera de 12 Mpx (Sony IMX260) f/1.7 26mm. OIS, Autofocus. Tamaño de sensor 1.4 µm. Flash LED.
- Cámara frontal de 5 Mpx. f/1.7
- Batería integrada de 3600mAh (13.86 WHr)
- Android 6.0.1 Con Interfaz Touchwiz / Samsung Pay / S-Voice / 115GB de Regalo de Onedrive / Funciones Always ON y Edge
- WiFi 802.11 a/b/g/n/ac, MIMO, Bluetooth 4.2 / LTE Cat 9 y HSPA
- A-GPS Glonass, NFC, MicroUSB 2,0 / Cancelación de ruido
- Carga Rápida Quick Charge 2.0 ( 60% en 30 min) 100% en 100 minutos /Carga inalámbrica Qi y PMA
- Nano SIM / ANT +/ Sensor de huellas dactilares / Acelerómetro, giroscopio, Proximidad, Compass, Barómetro, Sensor de frecuencia cardiaca y SpO2
- Certificado IP68: Resistencia al agua Hasta 1,5 metros de profundidad durante 30 min y Resistencia al polvo
- Dimensiones: 150,9 x 72,6 x 77mm para 157 gramos de peso / Protección oleofóbica en pantalla y cuerpo
- Disponible en su lanzamiento en dos colores: Negro y Oro Platino
- Precio de salida al mercado de 819€. Precio actual: en torno a los 650 euros (depende de la tienda).
Poco más que añadir al diseño: espléndido
Ya hablamos suficiente en su momento: el Samsung Galaxy S7 Edge es una belleza. Curva que engalana su aspecto sin que empeore su uso, combinación de metal y cristal que crea casi una pieza de arte, diseño pensado a la décima de milímetro para ofrecer las impresiones que uno espera por el precio.
Para mi gusto sigue siendo demasiado cristal, con el deslizamiento que eso conlleva para la cara trasera; pero no se escurre de las manos como muchas traseras de metal. Y es muy manejable, casi como un smartphone de menos de 5 pulgadas.
El Samsung Galaxy S7 Edge sigue siendo de los móviles más bonitos que hay en la actualidad
¿Diseño curvo o mejor pantalla recta? Aquí va sobre gustos, pero tampoco dejaría de recomendar el S7 normal o plano. Las prestaciones son casi idénticas, la pantalla sigue siendo excelente y se consigue una sustancial rebaja sobre el precio final. Tras mi nueva prueba de un Edge he constatado la falta de utilidad implícita de su pantalla; pero es innegable que se ve de lujo. Al fin y al cabo, a todos nos gusta elevar el estatus con el móvil, ¿no?
Funcionamiento: sigue casi imbatible
Llega el momento clave de la review: discernir si su comportamiento sigue a la altura de un gama alta seis meses después después de presentarse. La tecnología móvil avanza tan rápido que si pestañeas sale un smartphone que deja en pañales al tuyo. Aunque, por fortuna, la inversión que supone el S7 Edge no se echa a perder.
Este móvil de Samsung vuela en todo momento. Rápido, preciso, sin que sufra el más mínimo lag entre aplicaciones, arranques o volviendo a la Home. Su Exynos 8890 y la GPU Mali T880 MP12 no guardan ninguna pega en el rendimiento; a los que se suman la memoria RAM DDR4 y los 32 GB de almacenamiento UFS 2.0: no existe lastre de velocidad.
Jugar en el Samsung Galaxy S7 Edge es una delicia. No sólo porque ejecuta los juegos con la sencillez de batir mantequilla, también porque la pantalla ofrece una calidad excelente. Detallada, alto nivel de nitidez, muy buena calibración de color con la opción de ajustar los modos para conseguir que su panel Super AMOLED muestre más o menos saturación…
El brillo máximo deslumbra incluso con la luz directa del sol. No importan las condiciones: la pantalla se verá de lujo. Eso sí: el brillo automático no se comporta tan bien en entornos poco iluminados: de noche te puedes quedar sin retinas como te descuides.
La pantalla es una delicia: imágenes vívidas y brillo suficiente incluso para usar el móvil bajo el sol
Pocas pantallas pueden rivalizar la del Samsung Galaxy S7 Edge a estas alturas del 2016. Y diría que en este segmento sólo puede hacerle cara otro modelo de Samsung: el Samsung Galaxy Note 7. Como pegas están el poco uso que el fabricante le ha encontrado a la curva, que es fácil dar falsos toques al agarrar el teléfono, la «deformación» que sufren las imágenes en los bordes y que hay menús y opciones que, al quedar en las curvas, resultan algo más difíciles de pulsar.
Como es lógico, lo tiene todo. Menos radio FM
Con todas las conexiones inalámbricas imaginables, alta velocidad en datos móviles y WiFi, Bluetooth, GPS, GLONASS… No se echa de menos nada a excepción de alguna carencia que arrastra la gama alta del fabricante. Como la radio FM.
El Samsung Galaxy S7 Edge será el último móvil importante de la marca que venga con micro USB. Yo hubiese preferido tipo C, igual que en el Note 7, pero esto no implica un punto negativo. El sonido no está mal, sobre todo con auriculares. El altavoz externo distorsiona a un volumen medio/alto; y, por su localización, es fácil taparlo al tener el móvil en vertical.
La lectura de la huella no entraña inconveniente; pero deberás pulsar el botón o desbloquear en 2 pasos
El lector de huellas también es muy rápido y fiable; aunque queda por detrás de aquellos móviles que apuestan por el desbloqueo sin pulsar un botón sólo por el hecho de tener que apretar. La lectura del ritmo cardíaco con los sensores junto a la cámara es igual de rápida y efectiva; también la medición de oxígeno en sangre y del estrés. Samsung ha mejorado mucho aquí.
Una batería que aguanta lo que le echen
Una de las ventajas de adquirir el S7 Edge en lugar del modelo normal es que mejora el tamaño de su batería. Esto redunda en la autonomía; consiguiendo una duración acorde con la calidad general del dispositivo. Aquí tengo mis más y mis menos porque tuve días en los que vi caer los mAh como en una tormenta de agosto; con otro punto algo oscuro: Samsung mantiene una infinidad de procesos y aplicaciones en segundo plano que no pueden desconectarse.
Nada como un análisis objetivo para representar la autonomía del Samsung Galaxy S7 Edge. Como suelo hacer en las reviews, le pasé el test de batería de Geekbench 3. Y los datos me sorprendieron: más de 10 horas encendido. 10 horas y 34 minutos para ser concretos.
Con un uso medio no es descabellado irse a los dos días de autonomía
Si Samsung minimizara el número de procesos activos o dejase su activación en manos del usuario estoy convencido de que la autonomía se multiplicaría. Ésta sigue siendo una de las asignaturas pendientes; que no parece que vaya a solucionar: una de las características clave en los Galaxy es la innovación en software. Para bien y para mal.
Mucho software que se termina desconectando
Uno de los puntos diferenciales del Samsung Galaxy S7 Edge, y del fabricante en general, es el software añadido en sus modelos. Éste va orientado a exprimir las diferencias de cada smartphone; aunque en el caso de la curva se queda muy por debajo de que logra con la gama Note y su S-Pen.
Demasiado software añadido (gran parte se puede deshabilitar), TouchWiz algo más ligero al que le vendría bien Grace UX (es de suponer que reciba esta interfaz en próximas actualizaciones), decenas de procesos ejecutándose en segundo plano a los que no se tiene acceso, multitud de gestos y funciones que, sin desmerecer su utilidad, terminas desconectando para ahorrar batería… Aunque considero que el software implementado es diferencial, quizá resulte algo exagerado.
Una cámara que es puro vicio
El aspecto fotográfico es uno de los que más valoro en un smartphone. No se puede decir que 2016 vaya cojo en cámaras móviles, que las hay de todos los gustos y precios. De hecho, hemos visto un salto cualitativo notorio; pero el Samsung Galaxy S7 Edge continúa manteniéndose en el top en lo que a captura multimedia se refiere.
Si te gusta la fotografía te encantará hacer fotos con el Samsung Galaxy S7 Edge
Pensé que echaría de menos funciones de otros móviles o que no notaría tanta diferencia tras haber probado la mayor parte de gamas alta con Android para este 2016, pero qué va: la cámara del S7 Edge te sorprende aunque ya la probaras. Enfoque rapidísimo, capaz de obtener las mejores fotos con un click, inmejorable en tomas nocturnas y un modo manual que, como aficionado a la fotografía, disfrutas con la experimentación.
El arranque de la cámara a veces no es tan rápido como debería, pero no hay ninguna objeción una vez el sensor se pone a funcionar. Puedes perderte con la cantidad de modos que hay, pero al final terminas por utilizar dos: el manual y el Pro. Con ambos, y el propio móvil, puedes dejarte la compacta en casa con la seguridad de que las fotos saldrán inmejorables. Incluso captura en RAW.
La grabación de vídeo se mantiene en idéntico gran nivel, igual que la captura con la cámara delantera (quizá algo de ruido incluso en buena iluminación). Grabación en 4K, cámara lenta, vídeos sin temblores gracias al estabilizador de imagen óptico… La combinación fotográfica del Samsung Galaxy S7 Edge es una apuesta ganadora.
Sigue siendo uno de los mejores móviles que puedes comprar
A pesar de que salieron otros smartphones que le hacen sombre e, incluso, le superan en algunos aspectos, el Samsung Galaxy S7 Edge continúa siendo una elección segura. Sobre todo ahora que bajó bastante de precio. Sí, no es ninguna ganga. Y sigue siendo caro para la mayor parte de bolsillos. Pero no defrauda.
Hablemos de precio. En la actualidad, y pese a haber salido por 819 euros, puede encontrarse por poco más de 600 (incluso menos aprovechando alguna oferta puntual). ¿Lo quieres más barato? Vete a por un Samsung Galaxy S7 normal: no sacrificarás experiencia más allá de una menor batería y curvas en la pantalla.
¿Merece la pena el S7 Edge antes que un Samsung Galaxy Note 7? Sólo el hecho de verse diferenciados por el S Pen ya los enclava en terrenos distintos; pero la experiencia sin el stylus es bastante similar. Estuve probando el nuevo Note 7 y lo comparé con el S7 Edge. Es algo más grande, más voluminoso y con curvas menos pronunciadas; pero no verás diferencias exageradas. Bueno, en el precio.
¿Cómo resumir en una frase las dos semanas que pasé de nuevo junto al Samsung Galaxy S7 Edge? Me quedo con ésta: «Un móvil de gama alta que ya tiene 6 meses y que seguirá con la misma fuerza y elegancia por más que pasen 6 meses más«. Ya lo echo de menos.