A medida que avanzamos en el siglo XXI vemos cómo la tecnología se entrelaza cada vez más con cada aspecto de nuestra vida diaria. Ya no sorprende que incluso los objetos más tradicionales estén siendo transformados en dispositivos inteligentes. Se empezó con los teléfonos, luego los televisores, más tarde llegaron los relojes y actualmente estamos transformando los coches.
Uno de los ejemplos más fascinantes de esta revolución tecnológica es la llegada de los anillos inteligentes. Estos pequeños dispositivos que se llevan en el dedo no solo actúan como complementos estéticos, sino que también incorporan diversas funciones tecnológicas que pueden cambiar la forma en que interactuamos con el mundo que nos rodea.
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Hasta ahora ninguna de las grandes marcas de tecnología de consumo había apostado por ellos, pero Samsung cambió eso, confirmando en el evento de lanzamiento de los Galaxy S24 Series que a lo largo de este año se pondría a la venta el Samsung Galaxy Ring. Aún faltan muchos datos sobre este producto, pero ha abierto la veda, con otras marcas conocidas como Amazfit sumándose a la apuesta.
Qué son los anillos inteligentes
Como su propio nombre indica, este tipo de dispositivos son anillos muy parecidos a los convencionales, pero que tienen una capa de tecnología en su interior. Esto hace que puedan ser usados para determinadas funciones y que puedan realizar ciertas acciones. Estéticamente los hay de varios tipos, pero suelen ser algo más grandes y algo más gruesos que las alianzas tradicionales, algo normal dado que deben alojar procesadores, baterías, etc. Eso sí, lo que no están incluyendo, por ahora, es una pantalla, algo que podría cambiar en el futuro, pero que por el momento no parece una prioridad.
Al igual que pasa con las gafas inteligentes, actualmente los anillos se usan como un complemento o accesorio del móvil, con el que se conectan vía bluetooth para transmitir los datos que almacenan, normalmente, relacionados con la salud. Hay algunos que funcionan de manera independiente, porque sólo son etiquetas NFC convertidas en anillos.
Estos dispositivos suelen ser delgados, ligeros y están disponibles en una variedad de estilos y materiales, desde acero inoxidable hasta cerámica de alta calidad, pasando por el titanio. Algunos fabricantes se esfuerzan por ofrecer anillos que se adaptan a los gustos de cualquier usuario, con opciones que van desde lo clásico hasta lo moderno, e incluso en ocasiones usando diferentes carcasas.
Qué tipos hay
El anillo de Samsung, y los de otras empresas como Oura Health, son anillos pensados para realizar un seguimiento de la actividad física y la salud. Equipados con sensores de última generación, estos anillos pueden monitorear el ritmo cardíaco, la calidad del sueño y la actividad física, proporcionando a los usuarios datos valiosos para mejorar su bienestar. Además, como explicaba el director de Samsung Mobile, TM Roh, la ventaja de los anillos es que su autonomía es mayor, no hay que quitárselo cada pocos días para cargarlos y es muy cómodo de llevar encima cuando se duerme.
Otros anillos se han diseñado para ser una suerte de forma de aviso de las notificaciones. Mediante la conexión con un teléfono inteligente, los usuarios pueden recibir alertas de mensajes, llamadas y recordatorios sin tener que sacar el teléfono del bolsillo. Esto ofrece una discreción que resulta valiosa en situaciones donde sacar el teléfono puede resultar inapropiado.
Por último, otros anillos algunos anillos inteligentes incorporan tecnología NFC, permitiendo realizar acciones vinculadas a ese chip, como abrir un coche, como pasa con algunos anillos diseñados para los vehículos de Tesla. Otros anillos de este tipo incluso permiten realizar pagos directamente con ellos, emulando una tarjeta bancaria. Modelos con esta tecnología se llevan viendo años, pero hasta ahora no se han visto de manera masiva, sino más bien en ideas que no llegaron a cuajar.
Privacidad y precios
Como con cualquier avance tecnológico, los anillos inteligentes no están exentos de desafíos y preocupaciones. Una de las principales es la privacidad. Dado que estos dispositivos recopilan una gran cantidad de datos personales, es crucial que los fabricantes implementen medidas de seguridad para proteger la información del usuario. No obstante, no es muy diferente de lo que sucede actualmente con los móviles o con los relojes inteligentes.
Los precios de estos productos son muy dispares. Los hay por pocos euros en tiendas online que solo sirven para activar una etiqueta NFC y los hay por cientos de euros, normalmente, los diseñados para registrar toda nuestra salud. El Oura Ring 3, por ejemplo, se ha puesto a la venta por 399 euros. Los modelos de Amazfit o Samsung se lanzarán a lo largo del año, sin precio aún definido.
Los anillos inteligentes representan un paso adelante en la convergencia de la tecnología y la moda, y un escalón más para los wearables, que ya se han normalizado en la muñeca, en las orejas y ahora llegan a los dedos. Su capacidad para combinar funcionalidad con diseño los convierte en accesorios atractivos para aquellos que buscan un enfoque más discreto pero igualmente práctico por la tecnología que incluyen. A medida que la demanda y la innovación aumenten, el futuro de los anillos inteligentes parece prometedor, ofreciendo a los usuarios una forma más sencilla y rápida de interactuar con el mundo digital.
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