En los últimos meses hemos visto una auténtica fiebre por los auriculares inalámbricos de pequeño tamaño. Llevamos usando Bluetooth para conectar nuestros auriculares a los móviles durante años pero no ha sido hasta 2018 cuando este sistema se ha empezado a popularizar mucho en dispositivos extremadamente pequeños que se guardan en una caja.
Parte de la culpa la tiene Apple y es que los Airpods se han convertido en su producto más deseado, por detrás del iPhone.
Como era lógico, muchas empresas se han lanzado a diseñar propuestas alternativas, la mayoría de ellas con un precio bastante elevado. Xiaomi también ha creado varios, en concreto tres modelos, los Airdots, los Airdots Pro y los Redmi Airdots.
Nosotros hemos podido analizar los primeros,los originales, que se pueden importar de tiendas chinas por unos 40 euros al cambio, aunque hay cupones de descuento que nos los dejan por algo más de 30 euros.
La comodidad por bandera
Pese a que estos auriculares son la respuesta, teórica, a los Airpods de Apple, nosotros los vemos más como una alternativa barata.
Entre sus parecidos están el color, solo se venden en blanco, y que vienen en un estuche de carga. Al contrario que los de Apple, estos auriculares tienen una pequeña goma que hace que el agarre en la oreja sea mucho mayor. Los hemos probado unas dos horas al día durante una semana y no se nos han caído ni una vez.
También tenemos que destacar lo cómodo que resulta el usarlos ya que no molestan al cabo del tiempo, si bien es cierto que por su batería no son auriculares que vayamos a llevar muchas horas puestos.
El peso es otra de sus ventajas y es que con 4 gramos cada uno casi pasan desapercibidos.
Un panel táctil para controlarlos
Una de las características de estos auriculares es que disponen de un panel táctil que sirve para activar comandos. Si pulsamos una vez activamos la reproducción o pausamos la misma, en función de sis está sonando o no música u otro tipo de audios.
Si pulsamos dos veces se activa el asistente de nuestro móvil, en mi caso el de Google, y podemos realizar llamadas, hacer consultas o ejecutar cualquier comando.
Si tenemos abierta la interfaz de la cámara este sensor servirá como disparador remoto, práctico cuando queremos hacer una foto en la que salgamos nosotros.
La parte negativa es que a veces, al quitarnos el auricular, tocamos sin querer este panel y pausamos la música sin querer. Al cabo de los días nos acostumbramos a ponerlos y quitarlos con más cuidado, eso sí.
Una funda con batería
Los dos auriculares tienen pines de carga por contacto para que cuando los guardemos en su funda, recarguen la batería. La autonomía es de entre 2 y 3 horas en función del volumen que usemos y de si tenemos un auricular emparejado o los dos.
Cuando los ponemos en la funda se cargan de forma automática, algo que veremos con el led de cada una de las piezas, que pasa de blanco a rojo.
La caja tiene una batería para unas 10 horas de reproducción y aunque creía que la batería sería un inconveniente en este producto me he dado cuenta de que no es así. Al menos no si no solemos usar los auriculares durante 5 o 6 horas seguidas, algo que obviamente no es posible.
En mi caso he estado usándolos para viajar en avión o en tren, con sesiones de más de dos horas. Al llegar a mi destino me los quitaba, los metía en la caja y se recargaban, y cuando cogía un taxi o salía de la estación tenía de nuevo batería.
Eso sí, la carga no es especialmente rápida, aunque tampoco lenta. La funda tarda algo más de una hora en cargarse por completo pero con 10 horas de autonomía no es probable que la carguemos más de una vez al día, como mucho. Para ello usaremos un cable microUSB que viene en la caja de compra. Se echa en falta que se haya usado un USB C, como en los Airdots Pro.
Buen sonido, pero no excepcional
Y pasamos al apartado más importante, el sonido. Estos auriculares no tienen un sonido especialmente elaborado ni sofisticado. Se trata de un producto masivo que ofrece una buena experiencia pero no se ha diseñado para los melómanos. A decir verdad, un melómano rara vez usará un dispositivo inalámbrico, pero esa es otra cuestión.
Los Airdots ofrecen un volumen máximo tan alto que no he podido dejarlo activamos más que para probarlo. Aun así no llega a distorsionar y lo único que me ha molestado es que el proceso de emparejamiento es algo tedioso si bien cuando lo hacemos ya se vinculan y desvinculan automáticamente al sacarlos y meterlos en su funda.
Al contrario que sus hermanos mayores, no cuentan con cancelación de ruido activa pero si los colocamos bien en las orejas el aislamiento es realmente alto. He tenido que quitármelos para hablar con la gente en un avión aunque no estaba reproduciendo nada.
La parte negativa en este aspecto es que no hay control de volumen en el auricular, y debemos optar siempre por el móvil para subirlo o bajarlo..
Como veis, un producto en la línea de lo esperado de Xiaomi: bueno, bonito y barato ¿Merece la pena comprarlos? Creo que para costar entre 30 y 40 euros son una buena opción. Personalmente creo que para que merezca dar el salto a los Airdots Pro o a otros auriculares que cuestan cuatro o cinco veces más tenemos que valorar mucho (muchísimo) aspectos como la calidad de sonido o la cancelación de ruido activa.