Una de las limitaciones de los smartphones en la actualidad aparte de la batería es el almacenamiento. Cuando las compañías nos venden un teléfono, este suele tener unos 16GB de almacenamiento en la mayoría de casos (que suele quedar reducido a unos diez contando al sistema), mientras que en otras ocasiones la cantidad que integra por defecto es incluso menor.
Las alternativas que nos suelen proponer los fabricantes son limitadas. En primer lugar, la primera opción que nos dejan es la de comprar un modelo con mayor almacenamiento interno, mientras que en otros casos, la alternativa es comprar una tarjeta microSD que aumente la capacidad.
Hasta hace poco, esas eran nuestras alternativas disponibles, pero con la llegada del USB OTG, tenemos la posibilidad de conectar nuestro smartphone a un pendrive o discos duros, medidas que si bien son más resultonas al tener que utilizar cables, también es cierto que aportan mucho más almacenamiento. En cuanto a pendrives existe un gran mercado competitivo, mientras que en el tema de los discos duros, hay un mayor número de factores. Hoy hablaremos sobre el uso de discos SSD para smartphones. ¿Merece la pena o es un gasto que debemos evitar?
Discos duros mecánicos y discos SSD
Los discos duros actualmente se encuentran definidos entre dos segmentos, los discos duros mecánicos y los SSD. Los discos duros mecánicos son los tradicionales que venimos usando desde hace bastantes años. Estos discos funcionan mediante mecanismos magnéticos, donde la información queda almacenada en discos de metal. Se tratan de discos con una velocidad normalita, pero que nos permiten tener un dispositivo con un gran almacenamiento a un precio inferior.
Por el otro lado, tenemos los discos de estado sólido, conocidos también como SSDs. Estos discos están compuestos por celdas de memoria, y tienen la particularidad de ser extremadamente rápidos. Como inconveniente, son más difíciles de producir que los discos duros clásicos, y también tienen una menor capacidad.
Discos SSD portátiles, Samsung va a la cabeza
Unos discos tan veloces está claro que tienen un uso práctico, aunque no nos lo parezca. Acceder de forma ágil a la información es muy útil en informática para tener un sistema operativo rápido y fluido. Por otro lado, en el almacenamiento externo, nos permiten pasar nuestros datos del disco al dispositivo con mayor velocidad.
La ventaja de velocidad de los discos SSDs portátiles es innegable, ya que nos permiten transferir más rápido nuestros datos. Un disco duro de este tipo sería lo ideal para almacenar nuestros datos multimedia para poder cargarlos con rapidez estemos en el dipositivo que estemos, y Samsung ha ido un paso más allá con estos discos duros, creando un SSD portátil que se puede conectar a Smartphones con puerto USB tipo C.
Las limitaciones de un SSD portátil en smartphones
Los discos duros SSD son indudablemente más rápidos que los discos tradicionales, pero no por ello todas sus características son una clara ventaja. Además de ser más caros, tienen menor capacidad, y según el dispositivo en el que lo estemos utilizando, su mayor virtud quedará limitada.
Esto se debe al cuello de botella, un término informático que dicta que el resultado final de un producto queda delimitado por el más lento de sus componentes. En el caso de los discos duros SSD, su mayor virtud es la velocidad, pero su mayor defecto será la conexión USB.
Esto se debe a que en la mayoría de casos, nuestro smartphone dispone de una conectividad USB 2.0, la cual tiene una tasa de transferencia muy inferior. De este modo, si conectamos un disco duro a nuestro móvil, no importa si es tradicional o SSD, puesto que será el propio cable el que imponga el límite, habiéndonos gastado una gran cantidad de dinero en vano.
Quiero un SSD externo ¿Qué debería tener en cuenta?
A pesar de las limitaciones, los discos duros externos no son utilizados en un solo dispositivo, sino que su finalidad es la de poder llevar nuestros datos allá donde nos encontremos. Puede que no aprovechemos todo su potencial en el smartphone, pero si vamos a utilizarlos en nuestro ordenador sí.
Si queremos comprar un SSD externo, el punto más crucial en el que nos tenemos que fijar es en su conectividad. La mayoría de discos duros externos funcionan a través de USB 3.0, y es el mínimo que deberíamos exigir si buscamos uno. Esta tecnología es retrocompatible con USB 2.0 y aunque no aprovechemos toda su velocidad en nuestro smartphone, puede que nuestro próximo teléfono si lo haga.
A pesar de que el USB 3.0 sea el estándar mínimo exigido, aquellos con conectividad USB 3.1 o con Thunderbolt serán aún más rápidos. Cabe tener en cuenta que pocos ordenadores incluyen conectividad 3.1, por lo que en este caso sería una apuesta de futuro, mientras que la conectividad Thunderbolt queda relegada casi en exclusiva a ordenadores Mac, por lo que es el menos recomendable si buscas un disco duro que te valga para todos tus dispositivo.
Los mejores SSDs portátiles que puedes comprar actualmente
En el mercado ya existen unos cuantos discos SSDs portátiles que podemos comprar en la actualidad. Nosotros hemos realizado una búsqueda por cuales son los mejores que nos hemos encontrado, y os hacemos un pequeño resumen aquí.
Posiblemente el más interesante que nos hemos encontrado se trata de un modelo de Transcend. Este dispositivo en cuestión es un SSD de 128GB de almacenamiento interno que no solo cuenta con conectividad USB 3.0, sino que además se puede conectar con nuestro smartphone a través del WiFi sin cables, gracias a su batería interna.
Si exceptuamos el modelo con WiFi de Transcend, otros SSDs portátiles muy interesantes que nos podemos comprar son los actuales modelos de Sandisk y Samsung. Ambas marcas cuentan con SSDs portátiles que a pesar de no llevar WiFi, integran conectividad USB 3.0 y una mayor variedad de almacenamientos. En el caso de Sandisk tenemos modelos de 120 y 240GB, mientras que Samsung apuesta por tamaños de 250GB, 500 y 1TB.
A día de hoy, es difícil recomendar un disco duro SSD portátil si solo lo vas a utilizar en el smartphone, siendo una opción más viable los discos duros tradicionales. También es importante señalar que los discos duros SSDs llevan desde 2010 mejorando año por año, por lo que a lo mejor te conviene esperar un poco a que los precios se estabilicen.