El apellido Edge apareció hace tiempo en el IFA de Berlín. Llegó como algo un poco excéntrico: un Note con una pantalla lateral, curvada e independiente. Lo que a todas luces era un experimento acabó sirviendo como sólida base para un modelo que justo hace un año sorprendió a propios y extraños: el S6 Edge. Ahora ya tenemos entre nosotros a su sucesor, el Samsung Galaxy S7 Edge, que evoluciona como lo hace su mellizo, el Galaxy S7, pero con algunas diferencias propias de su formato.
Así nos encontramos con una pantalla más grande en el Galaxy S7 Edge que en el S7 normal. El panel mide 5,5 pulgadas frente a las 5,1 del modelo flat. Las mejoras, como en el caso del Galaxy S7, se circunscriben a potencia, batería y especialmente cámara.
Antes de seguir hablando de este terminal revisemos su ficha técnica.
Samsung Galaxy S7 Edge, especificaciones
- Pantalla: 5,5 pulgadas SuperAMOLED resolución QuadHD.
- Procesador: Exynos 8890 4 núcleos a 2.3 GHz + 4 núcleos a 1.66 GHz.
- Memoria RAM: 4GB
- Memoria interna: 32 GB. Ampliables por microSD
- Cámara principal: Sensor de 12 megapíxeles. 1.4um. Tecnología Dual Pixel.
- Batería: 3600 mAh. Carga rápida e inalámbrica.
- Refrigeración con sistema líquido
- 150.9 x 72.6 x 7.7mm, 157g
- Software: Android 6.0 Marshmallow con Touchwiz.
- Conectividad: NFC, Bluetooth, LTE Cat 5, WiFi.
- Otros: Dual SIM, IP 68. MicroUSB
Como vemos, han apostado, con sutiles cambios por mantener el diseño del anterior modelo. Sin embargo, han recuperado la resistencia al agua y ahora se disfrutará de un terminal de IP68, con una membrana de goretex que recubre el altavoz para evitar problemas. No hay que olvidar que esta característica era una de las grandes sacrificadas del Galaxy S6.
Entre los principales cambios está el de la pantalla, ahora con un tamaño de 5,5 pulgadas frente a las 5,1 del S7 y del S6 Edge. Se trata nuevamente de un panel SuperAMOLED con resolución QuadHD con Gorilla Glass 4, una fórmula ya vista anteriormente.
Uno de los detalles más importantes de la pantalla es su modo ‘Always on’. Nos ofrecerá información rápida como reloj, calendario, el tiempo… que siempre está disponible sin tener que encender la pantalla. Aseguran que consume menos del 1% de batería por hora. Si realmente se cumple, tirar de esta funcionalidad durante las 24 horas del día, podría suponer un importante gasto adicional de batería.
La curva de la pantalla también incluye nuevas funciones, como ya pudimos ver con la actualización de Touchwiz para Android Marshmallow. Ahora, además de permitir incluir accesos directos a contactos y aplicaciones, te permitirá incluir contenido de terceros.
Las dudas que surgen tras ver la decisión de la pantalla es si Samsung ha cancelado el formato Edge Plus y ha reordenado su gama alta. No hay que olvidar que el Edge Plus cuenta con 5,7 pulgadas de pantalla y un modelo Edge con 5,5 podría fagocitar gran parte del interés del público por este formato. Habrá que esperar a la segunda mitad de año y ver si el Note 6 llega acompañado del Edge Plus S7 o no.
En el interior del teléfono equidad frente al Galaxy S7: Exynos 8890 y 4GB de RAM. Un tándem que parece más que suficiente para ofrecer un gran rendimiento. Recordar que los nuevos Galaxy llegarán con un sistema de refrigeración líquido para evitar que se caliente cuando más le exijamos al terminal.
La memoria interna -de 32 GB – se podrá ampliar mediante microSD, que tendrá que competir bandeja con la nanoSIM, puesto que ambas tarjetas se colocarán en la misma ranura.
La increíble mejora de la cámara del S7
La cámara del Galaxy S7 huye de la guerra de megapixeles, un guarismo tan popular en otros tiempos. En Samsung han hecho mejoras que, según nuestras primeras impresiones, van en el buen camino.
Han apostado por un sensor de 12 megapíxeles, pero han aumentado el tamaño de los píxeles de 1,12 um a 1,4 con lo que aseguran se puede ofrecer un brillo hasta un 95% superior. La apertura del sensor será de f/1.7, lo que supone un nuevo hito frente al f/1.8 del G4 o el f/1.9 del Samsung Galaxy S6.
Enfoque veloz y ‘joroba’ casi imperceptible
El enfoque, gracias a una tecnología bautizada como dual píxel, es francamente rápido y preciso. Mejoras que han conseguida una cámara a la altura de lo esperado y con muchas papeletas de ser la mejor del mercado este año.
Lo más destacable de la cámara es que la joroba se ha hecho casi imperceptible. No solo se han preocupado por mejorar la calidad de la cámara, sino también su integración y diseño. Tan solo sobresale 0,46 milímetros. Todo un acierto.
La batería parecer ser uno de los grandes atractivos de este terminal. Contará con una capacidad de 3.600 mAh, una mejora notoria frente a los 3.000 mAh de su versión ‘flat’. Sin embargo, con la optimización del procesador, así como las mejoras derivadas de Doze, el sistema de gestión de energía de Android Marshmallow, deberíamos conseguir números muy notables.
En definitiva, el Samsung Galaxy S7 Edge se sitúa en la parrilla de salida para convertirse en el mejor móvil de este 2016 que apenas acaba de arrancar. Vosotros, ¿Qué opináis? ¿Será este S7 Edge suficiente para hacer olvidar al S6 Edge Plus?