Los smartphones han revolucionado la tecnología de consumo, pero eso no quita que haya quien pueda venderlo como un artículo de lujo. Un buen ejemplo es Vertu, cuyo nuevo Signature Phone cuesta al menos 9.900 dólares (unos 8.800€ al cambio actual). Todo un competidor para el Moto E.
Estas son las especificaciones de este peculiar teléfono
- Pantalla LCD de 5,2 pulgadas con resolución 1080p protegida por cristal de zafiro
- Procesador Snapdragon 810 de ocho núcleos
- 4 GB de RAM
- 64 GB de almacenamiento interno, ampliable mediante MicroSD hasta 2 TB
- Cámara principal de 21 MP con apertura f/2.2
- Cámara frontal de 2.1 MP
- Batería de 3,160 mAh con Quick Charge 2.0
- Bluetooth; NFC
- Android 5.1 Lollipop
Llama la atención que en un teléfono de este precio la pantalla sea de 1080p y no de 2K -aunque eso es positivo para la autonomía del terminal- y además la apertura de f/2.2 es inferior a la de, por ejemplo Moto X Style, que tiene f/2.0 o la de f/1.9 del Samsung Galaxy S6.
Dedicated Concierge, un asistente virtual… no tan virtual
El elemento más espectacular del teléfono -precio a parte- es la forma en la que se abre la parte trasera para dar acceso a las nanoSIM y MicroSD, que se abren en formato ala, un poco al estilo de los superdeportivos como Lamborghini, en los que tal vez se hayan inspirado para este diseño.
Otro elemento importante que incluye este teléfono es el «Dedicated Concierge» un servicio que ofrece un único punto de atención en el que resolver todas tus dudas y que servirá para reservar en restaurantes, vuelos o comprar regalos, y con el que podrás contactar por teléfono, correo o chat, y que estará disponible 24 horas, 7 días a la semana, un servicio que estará ahora a tu disposición 18 meses. Una especie de asistente virtual que en realidad no es tan virtual.
El terminal estará disponible a partir de mediados de octubre. Su precio se sitúa en torno a los 9.900 dólares, pero en realidad esta es su versión más barata. Según los materiales que elijas, su precio se puede disparar por encima de los 20.000 dólares. Que me pongan tres.