Motorola se ha ganado a pulso que se generen ciertas expectativas alrededor de sus presentaciones, gracias sobre todo a la gama Moto G, pero también al buen rendimiento de los Moto E a pesar de su ajustadísimo precio y al gran trabajo que hizo la compañía con su Moto X 2014.
La compañía renació tras la compra por parte de Google apostando por Android puro y se está haciendo fuerte dentro del organigrama de Lenovo, donde absorberá la división móvil del gigante chino y pasará a encargarse del diseño y producción de todos los smartphones del conglomerado. Viviendo uno de sus mejores momentos de los últimos años, Motorola ha decidido aumentar su catálogo de terminales en el mercado dividiendo su gama Moto X en dos modelos, Play y Style.
Cuando se le dio a conocer en la presentación, el Moto X Play dejó muchas bocas abiertas debido a su enorme batería de 3.630 mAh, que en conjunción con una pantalla FullHD prometía una autonomía maratoniana, algo por lo que muchos usuarios cansados de andar siempre con el cargador a cuestas, convertidos en mendigos de enchufes.
El Moto X Play es un teléfono que cumple con lo que promete, funcional y extraordinariamente práctico, que hace lo que tiene que hacer sin problemas pero tampoco sin excesivas florituras.
Estas son las especificaciones del Moto X Play:
- Pantalla de 5,5 pulgadas con resolución FullHD con Gorilla Glass 3
- Procesador Qualcomm Snapdragon 615 de ocho núcleos a 1,7 GHz
- Batería de 3.630 mAh de capacidad
- Memoria RAM de 2GB
- Almacenamiento interno de 16/32GB con 128GB ampliables por microSD
- TurboPower 15 (Carga rápida)
- 169g
- 148,0 x 75,0 mm x 8,9-10,9 mm
- Cámara trasera de 21MP f/2.0 y cámara frontal de 5MP
- Android 5.1.1 Lollipop con Moto Voice, Moto Assist, Moto Display y Moto Action
- Conectividad 4G LTE
- Protección IPX7 resistente al agua.
Diseño y características generales
Con este terminal, Motorola ha creado un teléfono que se solapa entre la zona alta de la gama media y la zona baja de la gama alta. Se trata de un terminal fabricado en policarbonato, aunque los bordes tienen un color que imitan el metal, pero que da una sensación de solidez en mano y a pesar de su gran tamaño es cómodo de usar. Gran parte de mérito lo tiene el material gomoso de la parte trasera, que tiene un gran agarre y evita resbalones, y la forma redondeada de esta le da una gran ergonomía y con una pantalla que ocupa el 74,4% del frontal.
Durante un viaje en tren, colocado sobre la mesita junto a un Sony Xperia Z1 se podía ver cómo el terminal japonés se iba desplazando hacia el vacío, mientras que el Motorola permanecía estático en su posición. El adorno en forma de píldora -de nuevo de plástico aunque imita metal-en el que se encuentran la cámara, el flash y el logo de la marca le dan un aspecto algo cuidado. La tapa de material gomoso es intercambiable, pero la batería no es extraíble.
Por otro lado, el terminal no es sumergible como el Moto G, pero sí que es resistente a las salpicaduras, lo cual quiere decir que no podrás tomar fotos en el fondo de la piscina, pero si por accidente se te derrama un vaso de agua sobre él, sobrevivirá al accidente, igual que si se te moja por la lluvia.
En la parte frontal, sin embargo, hay algunos elementos que sorprenden un poco y que posiblemente respondan a cuestiones técnicas pero que generan una sensación de falta de atención al detalle. En la parte superior del terminal encontramos el auricular en el centro, el sensor de luz a la izquierda y la cámara frontal a la derecha. La distancia entre estos tres elementos es completamente asimétrica, lo cual crea la ilusión de que el auricular está descentrado con respecto al altavoz inferior -que no lo está-. El terminal de prueba con el que hemos efectuado este análisis es blanco y posiblemente quede mucho más disimulado en los de color negro.
Pantalla
Con este terminal Motorola ha abandonado las pantallas super AMOLED que había usado hasta ahora para sus terminales para pasar a una LCD. Esto conlleva en teoría una cierta pérdida de intensidad en los colores, pero Motorola lo ha compensado introduciendo dos modos de color, normal e intenso. Por defecto viene activado el segundo, que aumenta la saturación y el contraste, lo que ofrece unos colores vibrantes, y aunque eso los hace algo irreales, realmente da gusto verlos.
La pantalla de 5,5 pulgadas del Moto X Play está protegida por Gorilla Glass 3 y cuenta con una resolución Full HD de 1080 x 1920 pixels (unos 403 pixels por pulgada). En una época en el que es tendencia incluir pantallas de 2K -como el hermano mayor de este terminal, el Moto X Style- una resolución de 1080p puede parecer algo corta, pero realmente es un acierto por parte de Motorola, especialmente en un terminal que busca extender la autonomía todo lo posible.
La resolución no sólo es más que suficiente para el día a día, sino que además cuenta con un gran brillo que permite usarlo sin problemas en el exterior bajo la luz directa del Sol, pero también es capaz de reducirse notablemente cuando estamos en ambientes oscuros para que lo podamos usar cómodamente sin deslumbrarnos.
No se puede decir que estemos ante una de las mejores pantallas del mercado, pero sí es tremendamente sólida y constante en todos sus aspectos, convirtiéndose en uno de los puntos más fuertes de este Moto X Play.
Hardware
En su corazón, el Moto X Play cuenta con un Snapdragon 615 y 2 GB de RAM, una combinación habitual y que rinde correctamente sin grandes florituras pero tampoco sin grandes problemas. Los 16 GB de almacenamiento pueden quedarse algo cortos -al usuario le quedan 10,89 GB de forma efectiva-, pero pueden ser ampliados hasta 128 mediante tarjetas SD. El Moto X Play es capaz de mover sin problemas juegos como el Asphalt 8 o Modern Combat 5. La mayoría de tareas las ejecuta sin problemas aunque en algunas podemos ver que se toma un tiempo, como puede ser aplicar un filtro de Instagram o al instalar alguna aplicación, pero nada de gravedad.
En las últimas semanas también se ha hablado de la ausencia de algunos sensores como el giroscopio, un sensor que detecta con gran precisión la posición del terminal y que sirve de apoyo al acelerómetro. Aunque su ausencia impide que se puedan realizar fotos esféricas y limita el uso del teléfono para la realidad virtual, lo cierto es que en el día a día la falta de giroscopio no se nota en absoluto, responde a la perfección al cambio de orientación y los juegos como Asphalt 8 que se controlan con el movimiento del terminal son totalmente controlables.
En la parte frontal del terminal encontramos un altavoz, aunque por el diseño parezca que son dos -el superior es el auricular del teléfono-. La calidad del sonido mono no es la mejor, pero es lo suficientemente potente como para que podamos ver un video por la calle y que el tráfico -incluso intendo- no nos impida oírlo con claridad.
Sin embargo, al menos la unidad que hemos probado tiene un ligero problema, unos ligerísimos «pop» con ciertos sonidos bajos, como el que emite Whatsapp al recibir un mensaje en un chat que tenemos abierto. Es algo muy ligero y que muchos usuarios ni notarán, otros ignorarán con facilidad pero a otros les puede poner patas arriba el TOC.
Tanto la velocidad de descarga de datos, navegación y la calidad de las llamadas son magníficas en este Moto X Play. Por otra parte, merece la pena mencionar que incluye radio FM, algo que los usuarios más radiofónicos agradecerán al evitar tener que consumir datos usando las aplicaciones de las emisoras.
Software
Como viene siendo habitual en Motorola, el Moto X Play cuenta con una versión de Android en su versión más pura, no existen muchas sorpresas en este aspecto, tampoco encontramos demasiado bloatware ni aplicaciones propias de Motorola que sobrecarguen el sistema, tan sólo un puñado, así como una aplicación propia de cámara de la que hablaremos más tarde.
Nos encontramos ante Android 5.1.1 Lollipop sin prácticamente retoques, y este en general funciona de forma fluida y sin lag, aunque este aparece de forma puntual en algún momento en el que nos podemos encontrar que el sistema tarda unos instantes en reaccionar, igual que algunas movimiento brusco en alguna animación que debía ser más ligera, algo que posiblemente se pueda solucionar con la próxima llegada de Marshmallow, que debe mejorar el rendimiento de los smartphones, y que la ausencia de personalización por parte de Motorola debería significar que llegará rápido a este Moto X Play.
Además de una galería de imágenes propia -funcional y sin demasiado misterio- Motorola ha incluido tres aplicaciones extra: Connect, Migración y Moto. La primera, te permite conectar tu smartphone de manera sencilla, mientras que Migración busca ayudar al usuario a traspasar los datos desde su terminal antiguo al nuevo sólo con bajártela en aquel.
Moto es la aplicación que más jugo tiene, ya que es desde donde podremos configurar nuestro teléfono para que entre en distintos modos según dónde estemos o la hora que sea, los controles gestuales o un asistente de voz que trata de mejorar lo presente en Google Now, y que por ejemplo nos permitirá enviar mensajes por Whatsapp, aunque mejor no os fiéis mucho de cómo interpretara vuestras palabras.
Por otro lado, el único control gestual del Moto X Play es el que activa la cámara al dar dos giros de muñeca, habiendo perdido el que activaba la linterna con dos sacudidas, aunque Motorola asegura que sigue trabajando para integrarlo en futuras actualizaciones. A través de esta aplicación también podemos hacer que nuestro Moto X Play se configure en distintos modos según dónde estemos, que envíe respuestas automáticas si estamos en una reunión o que se ponga en silencio en nuestras horas de sueño.
En general estamos ante un terminal que rinde francamente bien la mayoría del tiempo, con algún problema en momentos de aturulle no excesivamente frecuentes, pero que ocurren y que si Motorola consigue solucionarlos en futuras actualizaciones el Moto X Play será un terminal con un rendimiento notable.
Cámara
Tradicionalmente uno de los aspectos más débiles de la gama Moto X, Motorola ha tomado nota de las críticas y ha dado un notable salto y aunque hay cámaras mejores en el mercado, pero es una buena compañera de batallas capaz de tomar muy buenas instantáneas en condiciones de luz, aunque cuando esta se reduce el resultado cae de forma dramática.
La capacidad para hacer fotografías en condiciones complicadas es lo que diferencia a las «cámaras niñas» de las «cámaras adultas», y la del Moto X Play no pasa ese corte y todavía tiene miedo a la oscuridad, a la que cae la iluminación, se pierde gran cantidad de detalle y el ruido hace acto de presencia en cantidades navegables.
La aplicación de cámara de Motorola incluye una opción de HDR automático, que detecta las condiciones complicadas, lo que puede echar una mano e incluso tener algunas buenas fotos nocturnas, pero en general el resultado está lejos de ser el mejor. Sin embargo, con buena luz el Moto X Play es capaz de hacer unas fotos realmente notables, con un gran nivel de detalle, unos colores correctos y un buen balance de blancos fiel a la escena que se trata de representar.
La cámara frontal cuenta con una resolución de 5 MP y también ofrece buenos resultados, aunque se echa en falta algo más de angular para fotos en grupo, ya que obliga o bien a apelotonarse o a estirar el brazo como en el viejo anuncio anuncio de clicles Boomer. Por otra parte, se puede grabar vídeo a 1080p y 30 frames por segundo, además de a cámara lenta a 540p.
Aunque Motorola siempre ha hecho gala de usar Android prácticamente puro, incluyen su propia aplicación de cámara que deja algo que desear en algunos aspectos. Su menú en forma de medio anillo es algo confuso en un principio, y para tomar una foto basta con pulsar en cualquier punto de la pantalla, lo que hará que muchos que estén acostumbrados a la cámara de Android stock o de otros fabricantes tomen fotos sin querer al tratar de enfocar. Por otro lado, ofrece la posibilidad de aumentar o disminuir la cantidad de luz que queremos, algo que se agradece.
En global encontramos una buena cámara que ofrece unos resultados magníficos cuando la luz acompaña, pero que se viene abajo en cuanto la luz empieza a escasear.
Galería con fotografías tomadas con el Moto X Play sin comprimir
Batería
Llegamos al gran músculo del Moto X Play. Muchos se quedaron ojipláticos cuando Motorola anunció que incluiría una batería de 3.630 mAh. En combinación con otros elementos como la pantalla de 1080p o la mínima capa de personalización que aplica Motorola prometía una autonomía extraordinaria y en este aspecto no decepciona en absoluto.
Aunque durante esta semana que he estado usando el Moto X Play como dispositivo principal este no ha llegado a las dos jornadas completas como dijo Motorola en su presentación, si ha llegado con comodidad a la jornada y media -dejándolo encendido y en modo por la noche-, llegando a las 5 horas y 40 minutos de pantalla.
Esto implica que, básicamente, tendrás que seguir cargando el teléfono por las noches, sin embargo podrás acabar una jornada habitual con un 30 o 40% del tanque lleno, o incluso un 50%. Esto ofrece la enorme tranquilidad de saber que lo puedes seguir usando con la misma intensidad sin empezar a ahorrar a media tarde, sin pensar dónde puedes hacer una parada táctica para cargar un rato el terminal ni tener que andar con el cargador o la batería externa a cuestas, o alargar la jornada e irte a cenar fuera sabiendo que tu teléfono vivirá para contarlo.
Durante los días de prueba de este terminal, he tratado sin éxito de acabar con su batería en menos de 24 horas sin recurrir a juegos pero haciendo cosas que normalmente haría desde el ordenador o tableta, como contestar a algunos mails. La batería de este terminal ha probado ser un durísimo rival.
El Moto X Play cuenta con tecnología Turbo Charge de Motorola, que permite insuflar a tu teléfono ocho horas de vida con quince minutos de carga. Por desgracia, Motorola no incluye un cargador que ofrezca esta posibilidad junto al teléfono, sino que el Moto X Play se vence con uno normal que puede tardar más de tres horas en rellenar esa enorme batería. Teniendo en cuenta que el precio del terminal ronda los 400€, tener que añadir otros 30€ del cargador no parece el mejor gesto por parte de la empresa, que por cierto tampoco incluye auriculares.
Conclusión
El Moto X Play es un muy buen smartphone, con una batería excelente y que cumple con solvencia pero sin lucimiento en el resto de apartados. Es un teléfono práctico e ideal para aquellos que quieran irse con el a una batalla y saber que no te va a abandonar a mitad de día y que no te va a hacer nada mal, pero tampoco va a lucir en la mayoría de aspectos.
El gran problema al que nos enfrentamos en este caso el precio al que Motorola lo ha lanzado en ciertos países, entre ellos España, donde llega a los 395€ libre. ¿Vale tanto el Moto X Play? Ante ese precio se pueden estudiar alternativas como el OnePlus Two, con unas especificaciones muy superiores.
Sin embargo, si eres usuario de Vodafone puedes adquirir este terminal por 216,06€, y por ese precio sí que merece la pena, incluso se puede decir que es una enorme oferta. Por desgracia, la operadora británica tiene la exclusividad del Moto X Play en España, por lo que ni los usuarios de Movistar ni los de Orange ni los de cualquier otra operadora podrán acceder a ofertas similares.
Se puede decir que el Moto X Play es un teléfono que si fuera futbolista sería el típico jugador que encanta a los entrenadores y aburre a los aficionados, no cometerá fallos, rendirá correctamente en todos los partidos y correrá hasta el minuto 90, pero no esperes de él que te marque un gol regateándose a toda la defensa.