Huawei presentó ayer el P8, la apuesta de la firma china en la gama alta. Y una apuesta muy seria, por lo que por primera vez se plantan cara a cara con los más grandes.
Hasta ahora Huawei había hecho un trabajo lento y con gran esfuerzo. El trabajo que se hace poco a poco, desde lo más bajo, para hacer las cosas bien. El trabajo que le lleva a uno a situarse en lo más alto.
Gracias a ello la compañía ya es la tercera que más smartphones vende a nivel global, y su objetivo es llevar a la primera posición a medio plazo. En España acabaron 2014 en quinta posición, y todo apunta a que para finales de 2016 podrían llegar a la tercera, y quizás los síntomas de esto los veamos ya en 2015.
Nosotros ya nos hemos hecho con un Huawei P8 y estamos probándolo para contaros a fondo qué nos ha parecido, pero no queríamos dejar pasar la ocasión de hacer un repaso a las primeras impresiones que este teléfono nos ha dado.
Lo primero que llama la atención es el diseño y los materiales que lo componen. Desde luego es el salto cualitativo más fuerte de Huawei, que aunque no estuviese de los últimos en la lista, distaba de destacar en este apartado.
El Huawei P8 está fabricado en materiales metálicos casi en su totalidad. El marco y la parte trasera son completamente metálicos salvo una franja en la parte posterior que alberga la cámara y el flash, y dos pequeñas líneas que cortan arriba y abajo, para separar las antenas del resto del cuerpo y evitar caídas en las llamadas, asegurando el buen funcionamiento del teléfono en cuanto a comunicaciones se refiere.
El jack de auriculares está en la parte superior, y en la inferior quedan el altavoz y el conector microUSB. La parte izquierda está vacía, y la derecha es la más cargada con los botones de volumen, encendido y las dos ranuras, una para nanoSIM y otra dual para microSIM/microSD. Es decir, podemos elegir entre un teléfono con dos SIMs o una SIM y tarjeta microSD, algo que nos gusta mucho y que no llegó al modelo europeo del Mate 7.
En la parte frontal tenemos la pantalla de 5.2 pulgadas cubierta con protección de Gorilla Glass 3, no el 4 como ya estamos viendo en otros terminales de gama alta, por lo que tenemos que bajar un escalón en este aspecto, y son detalles como este los que hace que el P8 no pueda situar todavía a Huawei entre los más altos de la gama premium.
Huawei ha asegurado grandes cosas sobre la pantalla del P8, y esto es algo que tenemos que probar mucho más a fondo, pero en las primeras pruebas parece muy decente. el brillo es alto, los colores vivos y naturales y los ángulos de visión no cambian en exceso la calidad de la imagen. Se ha renunciado a una resolución superior y optado por el FullHD 1080p, algo que recordemos no tiene que ser malo, ya que todavía queda ver si resoluciones mayores son necesarias o no.
En cuanto a software el teléfono viene con Android Lollipop de serie y cuenta con EMUI 3.1, la capa de personalización de Huawei, que a riesgo de aventurarme con una opinión personal, sigue siendo la asignatura pendiente de la firma china. Aunque se trata de una interfaz rápida y fácil de usar, la falta de drawer de aplicaciones es algo que echamos mucho en falta, aunque todo es acostumbrarse.
La cámara es uno de los aspectos de los que más se ha hablado sobre el Huawei P8, y es que desde que empezaron los teasers del teléfono es en lo que se han centrado. Ayer en la presentación se volvió a insistir en este aspecto, y es que el P8 cuenta con un modo de larga exposición muy diferente a lo que hemos visto antes en teléfonos Android, al menos de serie.
El modo de larga exposición del P8 se llama light painting, y detecta escenas automáticamente para crear diferentes efectos con luz. Podemos pintar con luz, hacer fotos que necesiten largos tiempos de exposición o crear efectos como el del agua corriendo en una cascada de manera muy fácil. Desgraciadamente esto no lo hemos podido probar bien, aunque las primeras pruebas han demostrado que funciona, pero lo que sí os diremos es que es imprescindible utilizar un trípode, y los smartphones no están especialmente bien preparados para esto. Es una pega que más de una vez va a resultar ser incómoda, pero algo lógico si queremos hacer fotos de larga exposición.
Aquí os dejamos una serie de fotografías que hemos hecho para que podáis ver unas primeras muestras del Huawei P8:
Pero uno de los mayores misterios del Huawei P8 está en su interior. Los 3GB de RAM van a cumplir sin problemas, pero es su procesador Hisilicon Kirin 930 lo que todavía tiene que demostrar estar a la altura de la competencia. Qualcomm ha puesto el nivel muy alto con el 810, y próximamente el esperado 815, y después de ver lo bien que rinde el Exynos del Samsung Galaxy S6 sabemos que no es fácil llegar a estos niveles. Pocas pruebas reales hemos podido hacer en solo unas horas, así que esto nos lo reservamos para el análisis a fondo.
Huawei ha conseguido un terminal muy completo, con un salto importantísimo en materiales y diseño. Es cómodo en la mano, ligero y el hardware parece que estará a la altura. Las primeras impresiones del Huawei P8 tras unas horas con él son muy buenas, es la materialización de una marca que está haciendo un muy buen trabajo desde cero, con una estrategia basada en la reinversión de sus ganancias en i+D. Huawei ha creado una buena base, y ahora le toca sobre ella construir algo mejor, ¿lo conseguirá? Parece que el P8 es el principio de responder sí a esta pregunta.