Hablar del Samsung Galaxy Note 4 es hablar de una línea de producto que se ha convertido en un emblema, así que la responsabilidad de analizarlo es alta. Vamos allá.
Los Note fueron la gama de producto más intrépida de Samsung, fueron motivo de burla por su gran tamaño y ahora han marcado el estándar de todas las grandes compañías en cuando al tamaño se refiere. Sin embargo, el extra que le otorga el lápiz óptico es el factor totalmente diferente y clave con respecto a su competencia.
Llegado al punto donde el tamaño no es un factor clave, los Note sacan a relucir el software adaptado, el Stylus y unas características técnicas que lo sitúan en la más alta gama posible dentro de los smartphones. Estamos ante un producto estrella, con un nivel de exigencia y de responsabilidad para la marca fuera de toda duda. Es la punta de lanza de la innovación en cuanto a tecnología de consumo, y eso, es algo muy a tener en cuenta en su compra, sobre todo porque su precio de salida al mercado es de 749€. Mucho, sin embargo, ya conocemos el decrecimiento de precios mes a mes en los productos de Samsung, la innovación se paga y se mide en semanas.
Nuestra prueba ha durado una semana, el tiempo mínimo que creemos necesario para una review completa, pese a que con un mes de uso, se sacan incluso más conclusiones.
Review del Samsung Galaxy Note 4
Este análisis no trata de discernir si es buena idea comprar un Note 4 si ya tenías el 3, de hecho no se trata de vender el producto, si no de analizar su comportamiento día a día y si en comparación al resto de smartphones de su categoría, por precio y hardware, es un producto final bueno, malo o regular (con matices, por supuesto).
Como decía en el prólogo, el hardware del Note 4 es a día de hoy el más potente en un smartphone, y si nuestra compra fuera guiándonos en la hoja de especificaciones, sería el Note 4 nuestra elección, pero a estas alturas, ya todos deberíamos saber que esto no lo es todo, pero es, sin duda alguna, un factor determinante, ojo, para bien o para mal.
Características técnicas del Note 4
- Pantalla Quad HD SuperAMOLED 1440 x 2560 píxeles de 5,7 pulgadas con Gorilla Glass 3 / Densidad de píxeles: 551
- Procesador Qualcomm Snapdragon 805 (SM-N910S) Quadcore a 2,7 Ghz (28nm HPm)
- Procesador Gráfico GPU Adreno 420 a 600 Mhz
- Memoria RAM de 3 GB y Memoria interna de 32 GB ampliable por Ranura de Micro SD de hasta 128 GB extras
- Cámara de 16 mpx (Sensor SONY IMX240) con Autofocus, Flash LED y estabilizador de imagen OIS/ 31mm y f2,27
- Cámara frontal de 3,7 megapíxeles f1,9 (Sensor Samsung)
- Grabación de vídeo hasta 3860×2160 a 30 fps y FullHD a 60fps
- Batería de 3220 mAh extraíble
- S-Pen Sytylus / Sensor de huellas dactilares / Conexión LTE / Wifi 802.11 ac (2,4 y 5 Ghz) Doble banda MIMO
- Bluetooth LE 4.1 / Acelerómetro, Giroscopio, Barómetro, Sensor de ritmo cardiaco, luminosidad, proximidad y rayos UV
- Soporte ANT+ / A-GPS Glonass / MicroUSB 2.0/ Infrarojos / MHL / NFC y MicroSIM
- Versión de Android 4.4.4 con Interfaz Touchwiz (Actualizable a Android 5.0 Lollipop)
- Disponible en color Blanco, Negro, Bronce y Rosa
- Medidas: 153.5 x 78.6 x 8.5 mm y 176 gramos de peso
Resumiendo, esto es con lo que viene equipado un Note 4, que no es poco.
Acabados, construcción y sensaciones
El ensamblado y los acabados del Note 4 son extraordinarios. Nunca antes un terminal de samsung había demostrado tan bien que el no usar materiales metálicos en toda la construcción, pudiera dar mejor resultado que estos.
La tapa trasera es de plástico, pero con un acabado de imitación piel. Una livianísima tapa extraíble que encaja a la perfección y que deja asomar la protuberante lente de la cámara, así como el Flash LED y el sensor de ritmo cardiaco. También en la parte trasera encontramos el altavoz, que sin ser el mejor lugar para su colocación, al tener la tapa un pequeño relieve en esa zona, impide que se cubra y por tanto pueda fluir el sonido por debajo.
Los bordes del terminal son biselados en metal, en cuyo interior se aloja una pieza de policarbonato de tono mate que da cuerpo a todo el borde, donde van alojados los botones, perfectamente conformados y con un nivel de acabo y detalle excepcionales.
En la parte frontal está el alargado botón de Home ya distintivo de la marca, e integrado en él, el escáner de huellas dactilares. A ambos lados de este, los botones capacitivos y retroiluminados de multitarea (a la izquierda, es decir, al contrario que en Android Puro) y de volver atrás (a la derecha). En la parte superior, el altavoz, sobre el logo de Samsung y en la parte derecha, la cámara frontal y los sensores de luminosidad. Toda esta parte, no ocupada por la pantalla, tiene un ligero y elegante motivo rayado a modo decorativo.
La pantalla en si, tiene un ligero biselado redondeado en los bordes que se esconde al final de los marcos laterales, quedando estos por encima, pero al ser metálicos y ligeramente más elevados, dejan un tacto en los bordes, que en lugar de ser el suave del biselado, es algo áspero por el corte del metal. Por buscar un milimétrico defecto en tan buenos acabados.
En la parte inferior del borde se aloja, en el centro, el conector MicroUSB, (Modelo 2.0, es decir, dejan de lado aquel experimento feísimo del conector 3.0) así como dos micrófonos (para cancelación de ruido). También se encuentra el Stylus, integrado dentro del cuerpo del teléfono en el extremo derecho. En la parte superior, en el borde está en conector MiniJack de 3,5mm, otro micrófono y el Sensor de infrarrojos. En el borde izquierdo los botones de volumen integrados en un sólo botón con relieve diferenciado y en el lado derecho, un poco más alto de media altura, el botón de encendido y apagado.
No quiero dejar pasar la oportunidad para recalcar el gran trabajo de Samsung integrando una pantalla de 5,7″ en un terminal que es más pequeño que otros con sus mismas medidas totales. No olvidemos, que al tener los botones de acción fuera de la pantalla, ese espacio extra se gana. Es decir, tenemos 5,7 pulgadas todas nuestras, sin que los botones de Android en pantalla nos «roben» ese espacio. El trabajo reduciendo los marcos hace que todo el terminal se vea y sienta como una pieza idónea para ver, tocar y trabajar.
Al ser un terminal tan grande, el cerebro tiende a pensar que su peso será mayor, y eso ayuda a que los 176 gramos que pesa, se lleven mejor y parezcan menos, pero siguen siendo 176 gramos, un muy buen peso, de nuevo si lo comparamos con la competencia. Su uso a una mano es incómodo pero no imposible, sin embargo su uso a dos manos es decididamente perfecto.
Uno de las cosas que no me gustan en cuanto a su diseño, es que en la parte mas baja del terminal, los marcos son tan mínimos que los botones táctiles de multitarea y atrás están absolutamente pegado al borde inferior, de tal modo, que tocarlos por accidente es algo común. Al ser un móvil grande su agarre no es sencillo y cada persona lo agarrará a su estilo también en función de la situación o de lo que vaya a realizar, por lo que las posibles combinaciones y por tanto tocar sin querer dicha zona, se multiplican. Si el logotipo de Samsung no estuviera en la parte superior dejaría más espacio para que esos botones estuvieran más altos, evitando así toques accidentales.
El acceso a la MicroSD está libre, y tan solo con quitar la tapa podremos extraer la tarjeta sin necesidad de quitar la batería, cosa que si ocurre con la MicroSIM.
Es un móvil bonito, muy bonito, y elegante, y el policarbonato de primera calidad, combinado con las zonas metálicas, le otorgan por derecho propio el calificativo de estar construido con materiales premium.
La pantalla prodigiosa
Toda la carga tecnológica, atractiva y de factor forma como herramienta recae y bascula sobre la pantalla, que no puede calificarse si no como prodigiosa. No ya por su resolución 1440 x 2560 píxeles, ni por su gran tamaño, 5,7″ si no por la suma de todos ellos y porque el salto de calidad de las AMOLED en cuanto a su verosimilitud para reproducir el color y el contraste hace que todos los miedos o aversiones que pudiéramos tener por el exceso de saturación en otras generaciones se borren o al menos se difuminen casi del todo.
El nivel de detalle es exquisito, el brillo y color en cada rincón del panel es fiel y exacto, la visibilidad a plena luz es muy buena, incluso en las peores condiciones Samsung recurre a un truco y automáticamente aumenta el contraste y el brillo exageradamente, ofreciendo una calidad irreal y por tanto «mala» pero logrando su objetivo en esa situación crítica, que lo que hay en pantalla se siga viendo aunque el sol nos de de lleno y en perpendicular sobre la pantalla. Así mismo los ángulos de visión son excelentes. Como aspecto negativo, pero que no tiene directa vinculación con la pantalla es que si tenemos configurado el brillo automático a 0, Samsung suele ofrecer bastante menos brillo del que seria correcto cuando hay poco luz, nada que no se pueda solucionar subiéndolo, pero que molesta un poco.
La nota en este apartado sería un 10 sobre 10. No defrauda, enamora, y da sentido que un terminal puede tener 551 ppi de densidad. Y aunque salten los puristas aludiendo a que el ojo humano no percibe dicha nitidez. Probad y veréis. Dentro de unos años nadie discutirá esto. Es una pantalla soberbia.
Fotografía: Suficiente pero mejorable
El apartado de la fotografía en smartphones es delicado, porque cada día más, la atención que ponen los fabricantes es mayor, de hecho, para la mayoría de nosotros han sustituido a cualquier cámara compacta. Sin embargo, hay mucha gente que aun, obviamente prefiriendo siempre lo mejor, se conforma con que la cámara de fotos cumpla su cometido, con nitidez, calidad y funcionamiento en multitud de escenarios, bien sea con poca luz, en movimiento, a contraluz, primeros planos, etc.
Con el Galaxy Note 4, Samsung a apostado de nuevo por un sensor de SONY, en lugar del Isocell que usó para el Galaxy S5. La razón de recular y volver a usar un componente de un tercero habiendo usado y comercializado el suyo con el S5 es extraña. Puede ser un simple problema de logística y falta de producción suficiente, o puede ser porque el resultado no les ha convencido. La cuestión es que el sensor que usa el Note 4 tiene estabilización de imagen OIS, algo que que a priori nos daría una ventaja en condiciones de poca luminosidad, sin embargo, el resultado en este tipo de condiciones es simplemente insuficiente para lo que se espera de un smartphone así. En la galería de fotos podréis ver fotos a plena luz, con poca o casi nula luz, macros, etc.
La galería de fotos con las imágenes a tamaño completo la podéis encontrar aquí.
Para el que quiera un resumen y no sepa apreciar claramente las deficiencias de la cámara (ojo, hablamos siempre en parámetro comparativos con respecto a otros modelos del mercado, iPhone 6, Xperia Z3, G3, Moto X 2014, etc…) El Galaxy Note 4 en condiciones de buena luminosidad responde con una muy buena reproducción de color, un nivel de detalle alto, incluso en los bordes de la lente. A medida que la cantidad de luz con la que disparamos disminuye, el nivel de ruido de las fotos crece demasiado, llegando incluso a sacar fotos feas si disponemos de poca luz.
Lo peor de todo es que tampoco calibra bien el obturador ni el ISO ya que en condiciones de luz media, cualquier objeto en movimiento aparece trepidado o movido, haciendo imposible, por ejemplo, hacer una foto a mi hija, por muy quieta que esté, sin que salga borroso algún elemento.
La velocidad y precisión del enfoque tampoco son su fuerte, si bien se desenvuelve con corrección, es algo que deberían trabajar más si quieren alcanzar tecnologías como la Focus Pixels. la velocidad de acceso a la cámara es mala, tiene lag, para los profanos, que se abre con cierta lentitud. La previsualización de la imagen en pantalla, es un problema, ya que como es normal en este tipo de cámaras digitales con visor digital, no se ve a resolución completa, pero claro, en una pantalla de 1440 x 250 píxeles y 5,7 pulgadas hace parecer que cualquier foto que vayamos a hacer salga mal y con poca resolución, cosa que no sucede así cuando ya vemos la foto en la galería, pero que da una mala imagen y hace que la toma de la foto sea en cierto modo, «a ciegas».
No voy a explayarme en la cantidad de modos de imagen y menús que trae consigo el Note 4, y en general los Galaxy, porque daría para un artículo propio, sin embargo quiero expresar mi pena al ver que los menús y buena parte de la configuración apenas han cambiado, siendo aparatosos, confusos, y como no, marca de la casa, excesivos. Por poner un ejemplo, hay 4 modos diferentes de modos solo para hacerse selfies. Aparte de estos, hay muchos más, incluso la opción de descargar nuevos modo de foto. Por supuesto, podemos usar las teclas de volumen para disparar la foto y abrir la cámara desde el acceso directo en la pantalla de desbloqueo.
En cuanto al vídeo, recordar que puede grabar en resolución 4K, es decir a 3840 x 2160 pixeles a 30 fps. También tenemos los modos de cámara lenta y grabación a 60 y 120 fps (sin ralentizar).
Os dejo un ejemplo de vídeo grabado a 4K, en condiciones de luz media y además abusando del zoom.
En conjunto, la cámara podría ser el punto más flojo del Note 4, junto a Touchwiz, del que hablaremos después, pero se desenvuelve sobradamente con entornos con luz y si nuestra exigencia para con la fotografía no es determinante en la compra. La nota global sería de un 8 sobre 10.
Touchwiz, el gran pero del Galaxy Note 4
Touchwiz no es feo, ya no. Hubo un tiempo donde se le colgó ese San Benito, y con razón, pero poco a poco se ha ido puliendo hasta ser estéticamente agradable y estar bien compuesto, salvo algunos errores que aún quedan, y miles de detalles que cualquier perfeccionista del diseño podría ver, pero en general, ha pasado ese escalón, y su belleza ya sólo queda a juicio del gusto de cada uno. También es verdad que uno de los grandes problemas que aun le veo es que las letras y tamaños de los iconos son exageradamente grandes, se podría casi decir que son para gente con algún tipo de deficiencia visual. Habiendo tantas miles de configuraciones en Touchwiz, me sorprende que no haya una que pueda modificar esto, porque la que alude al tamaño de letra del sistema apenas modifica algunos tamaños.
Como en el caso de la fotografía, no voy a enumerar la cantidad desproporcionada de funciones que incorpora Touchwiz, la cantidad desorbitada de ajustes, modos y configuraciones, que lleva de serie y que son, causa número uno de que el rendimiento del Note 4 se vea notablemente mermado por la carga que ha de arrastrar.
Touchwiz + Android viene con aproximadamente unas 320 aplicaciones cargadas, una auténtica desmesura (no os alarméis, muchas de estas apps son servicios invisibles para el usuario pero que ahí están). Entre ese cóctel de apps y funciones, encontramos todas las aplicaciones de Facebook ya preinstaladas: Instagram. Facebook, Whatsapp, Facebook Messenger, incluso el administrador de páginas. También están Evernote, una versión especial de Flipboard que se puede acceder a ella en la página izquierda del Escritorio, exactamente igual que HTC Sense, la tienda de aplicaciones de Samsung, que a su vez te invita a descargar otra tienda de aplicaciones llamada S-Club y del que hablaremos después, y también un buen puñado de aplicaciones propietarias de Google, que casi seguro le obliga a añadir, volviendo al terrible resultado de tener varias apps o servicios con funciones duplicadas: Dos navegadores, dos apps de mail…
El Galaxy Note 4 viene con 32 GB de los cuales, más de 7 los ocupan estas preinstalaciones (eso sin contar las que pudiera añadir la operadora de turno) quedando para el usuario menos de 25 GB.
Para hacer una pequeña comparación, el menú de ajustes de Android tiene un total de 19 secciones: 4 en Redes, 6 en Dispositivo, 5 de Personal y 4 Del Sistema. Touchwiz tiene 8 menús de conexiones, 7 de dispositivo, 8 de personal, 9 de sistema y 3 de apps, para un total de 39, es decir, casi el doble que Android, eso sin contar los submenús dentro de cada sección. Hay muchas funciones que he intentado activar y directamente no se como funcionan, o me pierdo en ellas, y no soy precisamente un zote en lo que a tecnología y UI se refiere. Resumiendo, es un lío para el usuario y creo que no merece la pena tantísimo sacrificio de rendimiento y comprensión en la interfaz como para que compense el valor añadido de esas funciones, de las que quizás, alguien en algún sitio del mundo, pueda sacar partido a alguna.
Pero quiero destacar algunas que me han gustado: Un menú donde puedes seleccionar los ajustes que más te gustan y ponerlos al alcance. Por supuesto el modo Multiwindow, donde podremos tener diferentes ventanas con distintas apps y escalarlas a nuestro antojo. La posibilidad de personalizar la barra de ajustes en la barra de notificaciones, el acceso directo a un menú donde configurar las aplicaciones por defecto o predeterminadas para según que acciones, la app S-Health y por supuesto y lo que me parece la joya de la corona, heredado del S5, los modos de ahorro de energía, ultrahorro y emergencia, a los que seguramente dedique un artículo especial y por separado.
Todo esto se resume en lag, retrasos, y lentitud en algunos momentos concretos, dejando en evidencia el mejor hardware del mercado. Esa lentitud la encontramos en: Al desbloquear el terminal (apenas medio segundo, pero perceptible en comparación con un Nexus por ejemplo) Al acceder a la cámara, tanto desde la pantalla de bloqueo como desde el propio icono de la aplicación. La exagerada y casi frustrante lentitud al abrir la galería de fotos, bien como acceso directo desde la cámara, bien desde su propio icono y para rematar, la que debería ser la función que más nos ayude de todas, que es la del botón de multitarea, se convierte en una espera que en el mejor de los casos es de un segundo, repito, siendo en otros terminales, prácticamente instantáneo.
No es lógico que un terminal con 3GB de RAM siga poniendo perfectamente accesible (junto a la multitarea) una función de sistema para matar aplicaciones y liberar RAM, sinceramente, es absurdo.
A estos microlapsos de tiempo (Lag) te terminas acostumbrando porque son puntuales y porque el rendimiento general del teléfono es muy bueno, pero son indeseables y son algo que Samsung no se puede permitir a día de hoy, con procesadores bastante más potentes que mi ordenador de mesa de hace no tanto tiempo.
La nota que le doy a Touchwiz y por tanto al software del Galaxy Note es un 6,5. Es sin duda alguna el punto flaco del terminal. Pero que no os intimide este 6,5, que está puesto en relación a su competencia directa, no como un valor absoluto de todo el mercado. El teléfono es muy rápido, de eso no hay duda, y de los datos de los benchmarks y números al uso real y cotidiano hay un paso largo. Bien, aprueba, pero debe mejorar mucho.
Hay una estrecha y en muchos casos cruzada relación entre el concepto Software y en rendimiento del terminal. En el caso de esta review es especialmente complicado dividirlos, porque por un lado tenemos una innovación en software importante, llena de opciones, con algunas geniales, pero que son excesivas e indivisibles de cómo funcionan en el uso real y hacen que el rendimiento del terminal se vea mermado, así que… ¿la mala nota, a quien corresponde, al software del Note 4 o a su rendimiento general? Creemos que al Software, ya que el rendimiento es el que demuestra el terminal por ejemplo en pruebas de exigencia gráfica (donde cumple con nota) o simplemente como potencia de cálculo, es decir, si al Note 4 le instalásemos una versión de Android pura, su rendimiento probablemente estaría entre los 3 mejores Android del mercado, así que por eso en lugar de dividir la culpa de Touchwiz y su lag entre ambas puntuaciones le damos la mala al Sofware y al rendimiento del terminal un 9 sobre 10.
La batería, el S-Pen y los extras
La batería. Cumple perfectamente con una dura jornada
Hablar de batería o autonomía en términos absolutos es falsear y desorientar al usuario, por muy exactas que sean las pruebas, ni todos los terminales tienen igual consumo con pantalla encendida que apagada, ni con un determinado brillo u otro, ni en definitiva, con cualquier protocolo que se use para medir el gasto entre diferentes terminales. Además se esquiva el componente principal, que es el usuario, no ya por su modo de usar el terminal, si no por donde vive, que uso del 2G, 3G, LTE y wifi hace, que apps usa, que cobertura tiene su zona, que operadora, etc etc. Así que la mejor forma de daros un resultado que pueda orientaros es ofreceros mi experiencia con este y con otros terminales que uso o he usado.
Con un uso moderado se puede llegar perfectamente a dos días de batería, con un uso intenso, tendrás y completarás una dura jornada con sus 16-18 horas. Lo normal, que te dure día y medio. Por compararos con los terminales que uso actualmente, obviamente tiene mucha mejor autonomía que un Nexus 5, pero peor que un LG G2 o un iPhone 6, por si os sirve como baremo. Es una buena batería, sobre todo teniendo como ejemplo directo por similitud, la del G3, que es más bien escasa. Aquí Samsung pese a usar una pantalla de tantísima resolución, gestiona mucho mejor el consumo de la batería. Pero otro punto fuerte es la carga extra-rápida (Ojo, solo funciona con el cargador que suministra el Note 4 y no se porqué porque no es nada del otro mundo: 5.0 V 2.0 A)
Que consigue cargar del 0 a 50% en apenas 30 minutos y la carga completa en hora y media, quizás algo más. Este punto y función hace que sin ser la mejor batería del mercado, pueda equipararse.
Mi nota, un 8,5 para la autonomía.
El S-Pen
Si bien muchos me pondrán de «vendido, o comprando, no se» por dar un 6.5 a Touchwiz, y por extensión al software del teléfono, quiero puntualizar que lo que respecta al S-Pen, o Stylus y las funciones que ofrece y como están integradas en el sistema, son excelentes. Aclarado ese punto, quiero declarar mi amor público al S-pen, y es que el placer de escribir o apuntar cosas a mano con tanta facilidad, precisión y ajuste, es una delicia, pero requiere de cierta adaptación el saber aprovecharlo y darle un uso. Cada día que pasa, mi flujo de trabajo y relación con el terminal va integrando esta función.
Estamos tan acostumbrados a que la interacción con el smartphone sea táctil, que reeducarse para ampliar los uso, reconciliando lo táctil-digital con lo analógico, sea un proceso largo y que cada vez dará más frutos. He disfrutad mucho dibujando escribiendo y anotando y la precisión de los 2048 niveles de presión que hay entre el puntero y la pantalla hacen que sea una experiencia excelente. Y es que el Note no sería el gran terminal que es sin el stylus, demostrando así que hay cabida para un componente de ese tipo. La app que lo acompaña, es también un muy buen trabajo de producto, por no hablar de las que hay disponibles en su tienda, expresamente creadas para los Note. Un gran trabajo de impulso de desarrollo para apps de terceros que tiene todo el sentido del mundo.
Los extras
En los extras quiero añadir algo que dejé atrás y es el S.club, una app extra que sirve de lanzadera para descargarnos servicios gratuitos que nos ofrece Samsung por la compra del Note 4, y que ellos llaman Samsung Gifts. No voy a enumerarlos todos, pero los más detacados son: Cuenta premium de Pocket y Deezer por 6 meses, a Orbyt, WSJ, etc etc. En algunos de ellos necesitas dar tus datos de pago, ya que los primeros meses son gratuitos, pero luego, tendrás que desactivarlo o si no te cobrarán. Un punto más de valor añadido, que no se hasta que punto merece la pena.
S-Health, el homónimo de iHealth y del reciente Google Fit. Una app de control y monitorización de nuestra salud y ejercicio. Muy bien ejecutada, bonita y completa, que sumada al sensor de ritmo cardiaco, de rayos UV y de medición de oxígeno en sangre que incorpora el Note 4 la hacen decididamente una herramienta que dan ganas de usar y que es útil de verdad, seas deportista o no. Tiene un montón de parámetros de medición y ya depende de cada uno, que ese control sea exhaustivo o solo básico.
La aplicación de Smart Remote, de control remoto de la TV a través del puerto de infrarrojos es muy útil y funciona a la perfección, poco más se le puede pedir a una función así, que simplemente funcione sin complicaciones.
Sensor de huellas dactilares: Suena guay, pero no funciona bien. Los usos y posibilidades que abre un sensor de huellas dactilares en nuestro teléfono, que es nuestro ordenador personal móvil, a su vez puerta de acceso a toda nuestra información y bienes intangibles (también el dinero lo es) es como para tenerlo en cuenta. El resumen es claro, es una idea muy buena, pero que samsung no sabe hacer funcionar. Primero porque el deslizamiento del dedo para desbloquear el terminal requiere que el dedo pase por el botón de Home en posición vertical, cosa que pocas veces ocurre de forma natural, obligándonos a hacer el gesto y convirtiéndose en algo que molesto, que ni siquiera así, acierta a desbloquear siempre al primer intento. Samsung, seguid trabajando en ello, pero repensadlo bien.
Conclusiones y opinión
Sepan ustedes que pese a ser un análisis, que se presupone objetivo, y aunque he puesto todos mis esfuerzos en que así fuera, no deja de ser una revisión del producto personal, y por tanto discutible, y quien intente venderos lo contrario, dudad, por muy profesional que sea. Por eso quiero acabar con mi opinión personal al respecto, intentando que forme parte anexa de lo que es la review en si.
Es absurdo calificar al Note 4 de phablet, de hecho es la primera vez en todo el texto que uso la palabra, porque ese concepto de smartphone grande, ya no tiene sentido en el actual panorama de mercado. Tiene una pantalla grande si, pero el salto hasta una tablet, no se mide en pulgadas, si no en el tipo de uso que se le de. Para nada es excesivamente grande, es fácil y agradable acostumbrarse a su tamaño y volver por ejemplo en mi caso al Nexus 5, que ya es un teléfono «grande» parece que este sea de juguete. Es un smartphone con un potencial tremendo, que seguro que con Android 5.0 Lollipop se revitalizará y ganará unos cuantos puntos más.
Del S-Pen ya he declarado mi amor, así que poco más puedo decir, salvo que, aunque no lo veas como una pieza determinante, lo es, por calidad, funciones y por diferenciación con sus competidores.
El precio con el que sale al mercado es alto, pero no podía ser de otra forma, sus componentes y trabajos de diseño y ensamblado bien lo merecen, y si su precio nos intimida, ya sabemos que la política de precios de Samsung es ir decreciendo mes a mes. También existe la opción de la típica subvención de operadora aunque salga más caro a largo plazo.
En ese sentido el Note 4 es una buena compra porque su uso trasciende mas allá del un dispositivo móvil puntero en un momento concreto del mercado, si no que sus usos como herramienta van más allá, alargando y dando mucho sentido a su vida útil como elemento tecnológico.
Es casi inevitable enamorarse del Note 4, pese a sus peros y sus contras. Y lo que más me gusta es que lo veo como una herramienta y no como un producto. Sin lugar a dudas el Note 4 es el mejor dispositivo de Samsung hasta la fecha y un dignísimo rival de cualquier otro dispositivo tope de gama de la competencia.
Espero que os haya gustado mi análisis/review y que comentéis que os parece a vosotros el terminal, tanto si ya lo habéis probado, como si aún os estáis decidiendo. He sido muy exigente y quizás a muchos le defraude la nota final, pero Touchwiz merma mucho que pueda salir mejor parado, y es que pese a que se puedan instalar ROMS, el teléfono es el que es nada más salir de la caja con todas sus garantías intactas. Yo se y confío en que Samsung mejorará sus puntos débiles como ya ha demostrado que ha mejorado por ejemplo en diseño y elección de materiales. Sin ser perfecto, es uno de los mejores Android de 2014, sin duda.