Ya hemos hablado muchas veces de lo importante de la pantalla para un dispositivo. Y al respecto, Samsung ha sabido imponerse como mejor fabricante de pantallas. Samsung suele publicar 2 generaciones de OLED al año, cada 6 meses, para que haya un salto de rendimiento en cada evolución. Y los nuevos Galaxy Note 4 y la serie Galaxy S son el intento de la surcoreana de mostrar sus mejoradas pantallas OLED.
Pero no todo queda ahí, DisplayMate, auténticos expertos en pantallas nos aseguran que ha habido mejoras en el rendimiento de visualización significativos.
DisplayMate analiza la pantalla del Samsung Galaxy Note 4
En este punto, con respecto al Galaxy S5, la mejora más sustancial está en los píxeles por pulgada y la resolución. con sus resoluciones Quad HD 2560 x 1440 píxeles con 518 píxeles por pulgada para las 5.7 pulgadas del Note. Con esto, se consigue una nitidez mucho mayor que hasta ahora, pasando de los 2.1 MP del Galaxy S5 a los 3.7 de este modelo. Este tipo de densidad de píxeles es llamada Diamont Pixels.
Respecto al Galaxy Note Edge, es similar pero fabricado con un sustrato de plástico flexible, para conseguir ese doblez en la pantalla. En este caso, la densidad es de 2560 x 1440, gestionándose por software como dos pantallas por separado: una de 2560 x 1440 y otra de 2560 x 1600. Ambas acompañadas de la tecnología Gorilla Glass 3, para su mayor protección.
Otro aspecto importante es la precisión absoluta de color. De esta forma, el usuario tiene una aplicación para la gestión de color, ofreciendo una serie de modos de pantalla con variadas gamas de colores. Por ejemplo, en el Galaxy Note 4 contamos con 4 modos:
- AMOLED de fotos: Utiliza una calibración muy precisa con el estándar de colores Adobe RGB (17% más grande que sRGB). Es el más realista de todos los modos, aproximándose más a las cámaras fotográficas.
- AMOLED de cine
- Visualización adaptativa: Con procesamiento adaptativo en tiempo real para ajustar dinámicamente imágenes y vídeo. Permite cubrir el 130% del estándar sRGB. Los colores son menos realistas y más saturados.
- Modo pantalla básica: Proporciona un color muy preciso para el sRGB, cubriendo un 101% del estándar sRGB.
Respecto al brillo, el Galaxy Note 4 puede llegar a niveles mucho más altos cuando el brillo automático está activado. Esto nos proporciona una mejor visibilidad a la luz ambiente. De hecho, permite bajar el brillo hasta sólo 2 nits, algo que notaremos sobre todo por las noches. Pero además, cuenta con un modo Super Dimming que permite que el brillo también se ajuste hacia abajo, útil para trabajar sin fatiga visual en ambientes muy oscuros.
Mayor resolución no implica peor consumo
Otro dato muy importante y que nos preocupa mucho es la eficiencia energética, pues afecta directamente a la batería. En este caso, se nota una mejora de un 14% con respecto al Galaxy Note 3. Pero es que este valor es bastante llamativo, pues tenemos casi el doble de número de píxeles, por lo que la sobrecarga de procesamiento es mucho mayor. Además, cuenta con un nuevo modo de ahorro de energía que baja el brillo y establece el fondo en negro.
Aparte de todo esto, una forma de determinar la calidad de una pantalla está en analizar su ángulo de visión. En este aspecto, el nuevo Note cuenta con una disminución del brillo mucho menor a 30º (ángulo de visión donde se suele experimentar mayor disminución del brillo), que se sitúa en torno a un 19% menor. Su precedesor, tenía una reducción del brillo del 55%, por lo que la diferencia es evidente.
Conclusiones
Esto nos lleva a ver cómo Samsung sigue liderando la fabricación de pantallas, y no se han dormido en los laureles ni mucho menos. Pues no sólo han conseguido que el rendimiento OLED en sustrato de plástico flexible sea igual que en sustrato de vidrio tradicional, sino que han mejorado la resolución y densidad de píxeles, así como en una mejora sustancial del brillo y el ángulo de visión.
Además, la gestión de colores es mucho más completa y precisa, pues ahora incluso tenemos modos. Y todo ello acompañado de una optimizada eficiencia energética. Y es por estas cosas, que Samsung se mantiene el podio, al menos, por ahora.
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