Esta tarde he tenido la posibilidad de pasar un rato con Sony, y me han estado enseñando el Xperia Z, el nuevo terminal con el que la firma japonesa pretende entrar pisando fuerte al mercado y plantarle cara a todos su rivales, especialmente al futuro Samsung Galaxy S IV, el terminal contra el que todos quieren luchar.
Simplemente os voy a dar unas primeras impresiones, ya que no he tenido posibilidad más que de experimentar una primera toma de contacto, y los terminales de prueba llegarán cerca del MWC, cuando saldrá a la venta en Febrero.
El Xperia Z me ha parecido un gran móvil. Sony siempre ha destacado por diseño, pero han decidido jugársela y cambiarlo, apostando por una líneas totalmente diferentes a lo que terminales como el Xperia S y T estaban marcando, haciendo este nuevo Z más cuadrado, elegante y delgado.
Lo primero que me ha llamado la atención al cogerlo es lo increíblemente ligero que es. Son 146 gramos, pero al tratarse de un terminal tan grande, con una pantalla de 5″, la impresión que causa es enorme. Es decir, al ver un teléfono tan grande no nos podríamos esperar que pesase tan poco. Un punto muy a favor, porque a la vez es firme en la mano, no se resbala nada y se adapta perfectamente. Destacan lo pequeños que son sus perfiles, lo que hace que a pesar de ser una pantalla tan grande no crazca desmesuradamente su tamaño general. En la mano es un teléfono que sienta perfecto.
Por fuera tenemos conector microUSB, ranura para tarjeta microSD, para microSIM, salida de auriculares y un conector especial de carga por inducción del que ahora hablaremos. Todos los conectores están tapados por una solapa, porque el Xperia Z es resistente al agua, y aunque a esto no se le haya dado demasiado importancia, me parece de lo mejor. Cuántos teléfonos se habrán estropeado por caerse al agua… y si esto ocurre con un gama alta que está por los 600€ no hace mucha gracia.
Por fin encuentro respuesta a una batalla personal que llevaba librando mucho tiempo, y es que los teléfonos, al menos en la gama alta, deberían ser resistentes al agua. El conector por inducción que comentábamos antes está pensado para no tener que estar levantando y cerrando siempre las solapas, y será compatible con futuros cargadores y bases dock que se comercializarán desde el principio con el terminal.
La partes frontal y posterior son de Dragontrail, la competencia de Gorilla Glass, y le da un aspecto muy elegante al teléfono, ya que elimina cualquier resto de tacto a plástico. Hay que reconocer que el diseño del Xperia Z es de lo mejor que ha hecho Sony, y no es nada fácil con un teléfono de 5″, que casi no deja margen por el gran tamaño que tiene de por si.
Como os decía, esto no es más que una toma de contacto, y no puedo entrar en el funcionamiento del software porque, además de ser una versión no definitiva la que hemos probado, en un par de horas no hay tiempo para juzgar un teléfono, y no tendría sentido lo que podríamos transmitir. Eso sí, hemos podido probar la funcionalidad del Screen Mirroring, que mediante una conexión WiFi que crea la televisión se conecta al teléfono y podemos ver en tiempo real lo que sale por la pantalla. Aquí tenéis una foto que hemos hecho de ejemplo:
Lo bueno de esta tecnología es que no es propietaria de Sony, y cualquier fabricante de televisiones y smartphones puede implementarla, por lo que no nos volvemos a encontrar con una de esas cosas que suele hacer Sony en las que sólo encontramos compatibilidad con su marca. Muy bien en este aspecto.
En general el Xperia Z deja un sabor de boca muy bueno después de probarlo durante un rato, y la pinta es excelente. Tengo muchas ganas de probarlo más a fondo, comprobar cómo funciona su cámara de 13 Mpx y ver si el software con el que viene responde y está a la altura de todo.
El mes que viene tendréis mucho más aquí sobre este nuevo Sony Xperia Z.