Hay muchísimos simuladores en Android, y quizás uno de motos no te haga mucha gracia. Pero no te fíes: Traffic Rider te sorprenderá. Y no es para menos…
Si buscamos «simulador» o «simulator» en Google Play nos aparecerán innumerables resultados. Mucho de este material comparte una triste connotación: no son de especial calidad. Debido a la reciente fama que han adquirido, muchos desarrolladores se han dedicado simplemente a copiarlos y a portarlos. Y es triste, puesto que hace que otros de mayor prestigio queden relegados a una mínima existencia. Y este es el caso de Traffic Rider.
Así, sobre el papel, la verdad es que no inspira demasiada confianza, y fui reacio a darle una oportunidad; hasta que por aburrimiento me lo descargué. Tengo que admitirlo: me dio una lección. No sólo es un juego bien pensado y completo, sino que dista mucho de la «cutrez» que suponen algunos de los simuladores que pululan por Android. Hoy os hablamos de este juego que puede que sea la prueba de que no hay que mirar a un libro por su tapa.
Traffic Rider, un simulador muy completo
Sí, es simplemente un simulador de conducción de motos, por lo que tampoco os esperéis la panacea. La clave no está en ello, sino en cómo lleva a cabo el concepto este juego. Podríamos pensar que estamos hablando de animaciones a medio hacer, o de gráficos no del todo conseguidos, o una jugabilidad un tanto asimétrica. Nada más lejos de la realidad. Traffic Rider nos ofrece una sensación de velocidad muy conseguida, con una gran variedad de opciones y un número considerable de modos de juegos. Y bastante más.
Para empezar, tenemos muchas motos disponibles en el juego, y no cuesta demasiado obtenerlas, por lo que no estaremos estancados en ningún sitio durante un tiempo excesivo. Podremos mejorarla y personalizarla sin rozar la pedantería, y tendremos que cumplir diversas misiones que requerirán ciertos niveles de potencia. Tenemos desde los clásicos modos como el contrarreloj hasta una prueba de adelantamientos. No tenemos carreras, aunque es algo que quizás nos podríamos esperar. Tenemos muchas opciones dentro de una idea reducida, lo cuál nos encanta.
Tenemos un modo «historia» (sin argumento, por supuesto) en el que tendremos que ir completando una serie de misiones. También tendremos un modo infinito, en el que deberemos aguantar todo lo que podamos en ciertas condiciones, un contrarreloj y uno de conducción libre. Aquí está el primer punto negativo. Para desbloquear todos los modos, tienes que pagar en moneda del juego. No sería excesivamente preocupante si no fuera porque tienes que pagar también por cada apartado y lo necesitas para el siguiente. Un fallo que no nos ha gustado.
Afortunadamente, a medida que subamos de nivel y que vayamos completando misiones, recibiremos más dinero y podremos desbloquear una mayor cantidad de aspectos del juego, por lo que no nos costará demasiado seguir adelante. Aunque tened cuidado: si gastáis a lo loco, os costará bastante volver al ritmo normal y en el momento en el que necesitéis volver a hacer misiones y no podáis, el modo infinito será vuestro mejor amigo. Y hay que decir que hay veces que resulta tedioso, por lo que no lo recomendamos excesivamente.
A la carretera, muchacho
Dejando de lado las bondades generales de Traffic Rider, es hora de meterse en materia. ¿Cuál es el funcionamiento en carretera? ¿Cómo se comporta? Tengo que decir que francamente bien. Como ya he dicho, me esperaba un juego con unas texturas medio mal llevadas a cabo y con un funcionamiento pobre. Es un juego que, aparte de presumir de unos gráficos bastante decentes, usa la clave de este género de forma más que adecuada: la sensación de velocidad. Porque de verdad que es muy realista y fidedigna, eso siempre se agradece.
Tenemos el control de la forma en la que se espera: girando el dispositivo. Si los iconos de la imagen no lo dejan claro, el botón derecho es para acelerar y el izquierdo para frenar. Tenemos otras cosas, como la posibilidad de hacer caballitos y aumentar nuestra velocidad de una forma abismal, con su consiguiente riesgo de siniestro extra. También tenemos una bocina, completamente inútil. Pero bueno, ahí está. Obviamente, la velocidad es lo más importante y será clave en todos los modos en los que juguemos.
Lo que me ha gustado de Traffic Rider es que pone este concepto en su término medio más natural. Tienes adrenalina sin ser el típico juego de carreras a lo Asphalt. Tenemos una buena cantidad de opciones dentro del juego sin dejar de ser el simulador que es. Además, también tenemos un modo principal para que no nos falten misiones, y teniendo una estética que, aunque mejorable, cumple lo que se espera. Es un simulador de calidad sin aspiraciones que no va a alcanzar. Tan sólo tenemos una pega: es un juego freemium.
Tenemos la posibilidad de hacer compras dentro de la aplicación, además de tener publicidad. Sin ser especialmente molesta, la cantidad de veces que esta aparece sí que puede resultar agobiante. Por supuesto, el factor de acceder a ventajas mediante pagos reales no es determinante para el progreso general de Traffic Rider, aunque lo tienes ahí por si quieres realizar dichos pagos. También obtendrás un bonus diario por entrar al juego, que te ayudará bastante en tus compras y mejoras para las motos.
Traffic Rider se encuentra totalmente gratis en Google Play, y como ya se ha mencionado, es un juego de carácter freemium, por lo que tendrás publicidad y pagos dentro de la app. Recomiendo encarecidamente jugarlo para aquellos momentos muertos en los que queréis un juego sencillo y sin demasiadas complicaciones. ¡Se el rey de la carretera! Y por supuesto, avísanos y eso cuando lo consigas.