Las redes sociales han reconfigurado el panorama del entretenimiento y las noticias en todo el mundo. Cada país tiene sus propias aplicaciones favoritas, pero gigantes como TikTok, Instagram o X (antes Twitter) se han convertido en monstruos internacionales que los mismos pueden hacer salir a un país de la Unión Europea que capitalizan el malestar de un grupo en España.
Lo que surgió como una forma de estar en contacto con amigos y familiares pronto viró en una manera de estar al día de lo que hacían muchos desconocidos, algo potenciado por las propias compañías. Los algoritmos pronto aprendieron que poner contenido que incitaba al enfado era mucho más rentable que el que daba sensaciones positivas.
A esto se une la popularización de las redes, lo que hace que estafadores las usen de manera masiva para intentar obtener dinero de sus víctimas, usando como plataformas las redes sociales. Es algo que ya pasó en su momento con el Correo Electrónico, y a lo que Bill Gates propuso una solución: cobrar por cada correo.
Esto, que puede sonar surrealista, tenía cierto sentido. La intención del magnate era hacer que los correos costaran una ínfima cantidad de dinero, pongamos 0,1 céntimos por cada uno. De esta manera, una persona normal podría pagar quizás 4 o 5 céntimos al cabo del mes, pero una industria pensada para enviar SPAM sería inviable, porque necesitaría ingentes cantidades de dinero para enviar los millones de correos electrónicos necesarios para captar a sus víctimas.
Elon y X de pago
Aquí es donde entra en juego Elon Musk, que en las últimas horas ha realizado unas declaraciones bastante polémicas. El magnate sudafricano ha dejado caer que sería una opción hacer que todo el mundo tuviera que pagar por el uso de X para minimizar el impacto de los bots. Esta declaración fue realizada en una conversación sobre IA con Benjamin Netanyahu, el primer ministro israelí. La base de su teoría es la misma que la de Bill Gates. Los spammers no podrían abrirse múltiples cuentas si cada una requiere un método de pago diferente, o una identificación propia.
Por el momento no hay más noticias sobre cómo se podría implementar un sistema así o si sería algo realmente viable, a nivel social y económico para la empresa. Hay riesgos, como que X deje de ser la referencia para los periodistas y los comunicadores y otra aplicación le coja el relevo. Esto podría esquivarse quizás permitiendo que la lectura de las publicaciones fuera gratuita y sólo la publicación de las mismas fuera de pago. De hecho, la inmensa mayoría de los usuarios de Twitter solo leen, nunca escriben.
Pasar de un modelo basado en la publicidad a uno de pago puede ser una apuesta difícil pero exitosa si la compañía consigue hacer que, por el camino, la aplicación deje de ser un polarizador de opiniones y realmente aporta valor neto real a todos sus usuarios. No es lo mismo enfadarse por estar leyendo algo que, literalmente, enfadarte y saber que estás pagando por ello, por poco que sea.
¿Qué es una pequeña cantidad?
Una de las claves más importantes de este futuro movimiento es lo que Musk ha denominado como "una pequeña cantidad". Elon sabe que la inmensa mayoría de los usuarios de X no van a pagar por una versión de X Premium similar a la que ya existe, porque si así fuera estarían pagando ya. Así pues, crear una barrera de pago mucho menor podría ser una opción.
El empresario dejó claro que se trataría de una cantidad pequeña, pero no ha dicho si para él eso serían, por ejemplo 0,99 euros al mes o bien 6,99 euros. Lo primero podría ser algo razonable para los usuarios más intensivos de la plataforma, los que consumen más contenido y generan ciertas interacciones. Lo segundo sería una barrera demasiado parecida a lo que ya existe y ahuyentaría sin duda a una gran masa crítica que podría dar al traste con la propia compañía. Obviamente el movimiento de pasar a todos los usuarios de una plataforma gratuita a una de pago obligatorio, no opcional, provocaría un gran revuelo, que podría ser positivo para la empresa, pero que también podría destruirla.
Pagar o no pagar
Suponiendo que Musk optara por implementar un sistema de pago más cercano a los 0,99 euros al mes que a lo que supone hoy X Premium (9,68 euros al mes), habría que ver qué porcentaje de los usuarios que suelen publicar decidirían pagar. Esto es importante. Más de 80 % de los actuales usuarios simplemente leen, por lo que es comprensible suponer que no van a pagar.
Del resto de usuarios habría que ver si, además de los bots, se eliminan los que suelen ser más controvertidos o problemáticos o si, por el contrario, se mantienen en la plataforma, lo que haría que otros muchos decidieran no pagar por usarla. Demasiadas dudas como para saber, a priori, qué pasará con esta red social.
Lo que parece claro es que Elon Musk ve un futuro en el que mantener la plataforma con publicidad no es una opción. Es algo que se está viendo en todo tipo de empresas y servicios, que dejan de lado las funciones gratuitas para pedir una cuota mensual. Internet está cambiando constantemente pero este gran cambio podría ser uno de las mayores puntos de inflexión de su historia.