2020 está siendo un año extremadamente raro tanto en España como en el resto del mundo, y la COVID-19 tiene gran parte de la culpa. Para ayudar a frenar la expansión del virus, toda ayuda es poca, y el desarrollo de una API por parte de Google y Apple que funcione en prácticamente cualquier smartphone moderno y que pueda ser adaptada por los gobiernos de cada país.
En el caso de España, la aplicación creada ha sido Radar COVID, una app cuyo principal desafío a día de hoy es conseguir que todo el mundo se la instale y que notifiquen los positivos en el caso de que existan. Pero no es la única dificultad que tiene, y la Unión Europea acaba de anunciar un cambio que debería afectar a todas las aplicaciones del territorio europeo.
Las aplicaciones para rastrear la COVID-19 ahora se interconectan
Cuando Google y Apple definieron su API para que cada gobierno pudiera crear su propia aplicación dejaron pasar por alto un detalle muy importante. Las aplicaciones solo tienen vigor para cada país, y no existe de serie una interconexión entre el sistema que implemente España, Francia, Estados Unidos o el país que sea.
Aunque no parece un problema tan grave, realmente deja de lado un factor fundamental en el rastreo del coronavirus, y es que es imposible recibir notificaciones de exposición de aquellas personas que vengan del extranjero. Si una persona que esté haciendo turismo o viviendo de forma provisional en nuestro país (o si estamos nosotros en el suyo) da positivo, su sistema sanitario es incapaz de enviar notificaciones a nuestro país.
Esto cambiará a partir de ahora, ya que la Unión Europea ha creado un sistema de interconexión para que todos los sistemas sean capaces de comunicarse y enviar la notificación de exposición a otras personas que hayan estado cerca de nosotros, incluso si estamos en otro país.
Se espera que las aplicaciones de rastreo se conecten a la pasarela de Bruselas entre octubre y noviembre, y que sea necesaria una actualización en la aplicación.