Una de las mayores dudas del mundo de la tecnología residía en cómo Facebook pensaba rentabilizar la compra de WhatsApp, la popular aplicación de mensajería. Esta compra se hizo efectiva a finales de 2014 por 19.000 millones de dólares y desde entonces ha crecido hasta los 1500 millones de usuarios con los que la plataforma cuenta hoy.
En aquel momento, la aplicación de mensajería ganaba dinero directamente de sus usuarios, con una cuota de pago de un euro al año a cambio de un servicio que se mantenía limpio de anuncios y respetaban tu privacidad. Una de las primeras medidas para Facebook con WhatsApp fue quitar la cuota de suscripción, haciendo la aplicación totalmente gratuita.
¿Y cómo iba a ganar dinero?
WhatsApp ganaría dinero con servicios para empresas
Una inversión tan grande tarde o temprano iba a tener que ser rentabilizada (a fin de cuentas, Facebook no es una organización sin ánimo de lucro), pero cómo lo haría Facebook era aún una incógnita.
Existían varios frentes abiertos, vender datos, usar los datos para ofrecer anuncios tan precisos como los de Instagram o encontrar a un cliente que pagase por la plataforma. Si bien con los últimos rumores parecía que WhatsApp incluiría anuncios en los estados de forma similar a las historias de Instagram, parece que finalmente no será así.
Así lo avanza el Wall Street Journal, indicando que según sus fuentes internas, la compañía habría disuelto el equipo que estaba trabajando en las formas de incluir publicidad dentro de la aplicación, eliminando además el código de estas implementaciones.
El enfoque que tendrá la aplicación de mensajería será en las empresas que quieran hacer uso de WhatsApp for Business. Estas herramientas, lejos de ser una aplicación para que los trabajadores se comuniquen por WhatsApp, se trata de una herramienta que ofrece muchas características para facilitar la comunicación entre empresas y clientes desde la propia aplicación: el ejemplo más sencillo sería un chatbot diseñado para un restaurante desde el cual pudieramos reservar mesa o hacer un pedido a domicilio.
Las posibilidades que tenga cada empresa con esta herramienta son ilimitadas, y eso lo convierte en la mejor forma de financiación posible.