Seguro que en Facebook hay muchos ejecutivos preocupados por la repercusión que ha tenido el escándalo del caso de Cambridge Analytics. Incluso las declaraciones de su máximo responsable, Mark Zuckerberg, no han servido para amortiguar la cascada de descrédito sobre la empresa.
Dice el refrán que cuando las barbas del vecino veas cortar, pongas las tuyas a remojar. Es lo que han debido pensar en Instagram ya que han cambiado radicalmente su relación con las aplicaciones de terceros.
Los usuarios más intensos de esta red social seguro que usan aplicaciones que sirven para ganar seguidores o saber qué hashtags son los más usados. Serán estos los que vean perjudicada su experiencia con el cambio que la empresa aplicó el viernes pasado.
Una limitación que baja un 96% la interconexión entre apps
Hasta hace unos días los desarrolladores que querían usar la API de Instagram para crear aplicaciones que interactuaran con este servicio tenían la posibilidad de realizar hasta 5000 peticiones por hora. Desde ese día el limite se ha establecido en 200, lo que supone un 4% del volumen anterior.
Esto hará que las apps se vuelvan mucho más lentas y que haya espera entre las diferentes acciones que podamos ejecutar.
Muchos desarrolladores se han quejado de la medida y otros de al menos no haber sido avisados con antelación para poder modificar sus aplicaciones antes de que los usuarios empiecen a reportar fallos.
Nada de nuevas apps que usen Instagram
Además se ha pausado el programa de desarrolladores que permitía enviar a revisión nuevas apps que hicieran uso de la API de Instagram.
Esta medida es temporal pero la empresa no quiere correr el riesgo de tener un nuevo escándalo similar al de Cambridge Analytics. Además habrá cambios en el futuro por lo que no es seguro que se mantenga el ecosistema de apps de terceros que daban información sobre los perfiles de Instagram.
Esto no es un daño colateral, sino algo que la empresa busca de forma activa, impidiendo que se cree un acceso a datos que ellos mismos no dan y que no obstante podrían suponerle un problema.
Una plataforma mucho más cerrada
Instagram lleva unos años virando hacia un servicio en el que los desarrolladores tengan mucho menos que decir. Es algo parecido a lo que vimos en su momento con Twitter, que tras beneficiarse de una explosión de clientes de terceros limitó su API para controlar la experiencia.
No hay muchos clientes de Instagram alternativos pero en Facebook tienen claro que no pueden permitirse en Instagram, ni por asomo, algo similar a lo que están viviendo ellos.
Por el momento ni la plataforma de fotografía ni WhatsApp se han visto perjudicadas en su imagen de marca pero el que sean parte de Facebook como corporación las hace estar en el punto de mira.