Evernote es uno de esos servicios que, para los que escriben y trabajan fuera de casa como es mi caso, resulta útil en la tarea de mantener en orden justo eso, las tareas. No sólo eso, Evernote es un conglomerado de productividad con el que pueden solucionarse muchos trabajos de ofimática. Millones de usuarios, años de servicio y, por contra, escasos beneficios para la empresa como queda patente en la última actualización de precios.
Evernote ha emitido un aviso conforme cambia el modelo de suscripción de sus cuentas. Si se opta por una gratuita, que no desaparecerá, ésta limitará el acceso a dos dispositivos sean del sistema que sean con 6o MB mensuales de almacenamiento. En las cuentas de pago, Evernote Plus asciende a los 3,99 euros mensuales (29,99 euros al año) y Evernote Premium a 6,99 euros al mes (59,99 anuales). Dispondrán de 1 y 10 GB respectivamente.
¿Sigue valiendo la pena Evernote? Lo cierto es que sí
Evernote siempre fue (y seguirá siendo) un servicio accesible sin coste y sin ningún tipo de publicidad. Ésta es una de sus mayores ventajas a la que ahora se le resta la limitación de los dos dispositivos (para los que sincronizamos móviles, tablets y ordenador sí que supone un problema); sin que tenga más inconvenientes aparte de la escasa subida de archivos (si sólo sincronizáis notas en texto no tendréis problema). Incluso mantiene su atractivo en las cuentas premium, aunque aquí sí tiene mayor competencia.
Evernote no empeora porque haya subido precios o limitado el número de dispositivos
Evernote Plus y Premium son dos grandes servicios para quienes desean asegurar sus creaciones en todo momento sabiendo que allá donde puedan conectar su cuenta tendrán su trabajo. El guardado offline es un seguro que se agradece (no sería la primera vez que pierdo horas de trabajo por una mala sincronización con la cuenta gratuita), también la opción de subir más contenido multimedia en el caso de que las notas así lo requieran.
A pesar del revuelo que se ha formado en torno a los cambios, lo cierto es que Evernote mantiene la mayor parte de características que le consagraron como uno de los mejores servicios de notas, tareas y sincronización de archivos. No creo que yo lo abandone, al menos mientras siga activa mi cuenta Premium, pero sí que comienzo a valorar alternativas por si tuviese que dar el salto. Éstas son las elegidas.
Microsoft OneNote: a la altura de Evernote y con Office por detrás
Ésta sería mi primera elección. Comparten gran parte de las opciones y OneNote sí que no tiene limitaciones para usuarios gratuitos en términos de dispositivos. Tampoco en capacidad: con los 5 GB gratuitos que ofrece OneDrive tenéis notas y contenido para aburrir sin limitación mensual de subida más allá del espacio que os quede en la cuenta.
Una de las ventajas de OneNote para usuarios Premium de Evernote es que, casi por el mismo coste (7 euros frente a los 6,99 euros de Evernote), tenéis la suite Office 365 con todas las herramientas ofimáticas y 1 TB de almacenamiento en OneDrive. Evernote pierde aquí la batalla, aunque quizá no se necesite tanto software añadido y ya baste con todo lo que ofrece de serie para usuarios de pago (que es mucho).
Documentos de Google y Google Drive
Crear documentos no es lo mismo que sincronizar notas, pero puede valer para los que necesitan escribir anotaciones y saber que se mantendrán siempre al día y sincronizadas. Documentos de Google no captura notas de audio y no escanea tarjetas de visita, entre muchas otras opciones de Evernote, pero sí que ofrece mayor espacio, opción gratuita y acceso desde la propia cuenta de Google. Además de permitir una mejor colaboración entre distintas personas.
Documentos de Google es mi tercera opción después de las dos anteriores. Me gusta su capacidad y las opciones de edición de texto, aunque resulta más engorrosa de utilizar si sólo se requieren pequeñas anotaciones. Aun así, es una muy buena alternativa a tener en cuenta.
Google Keep
Si Documentos es la aplicación de Google perfecta para mantener al día textos más o menos largos, con Google Keep se minimizan las funciones para que la app resulte perfecta para lo que promete: notas, tareas pendientes y recordatorios. Organización por colores, etiquetado, ubicación… Y sincronización inmediata entre todos los dispositivos equipados con Keep. Por desgracia, no hay aplicación para ordenadores, pero sí acceso desde web. Las notas pueden convertirse en documentos de Google.
Simplenote
Bastante similar a Google Keep y con especial énfasis en la sencillez, de ahí el nombre. Y desarrollada por Auttomatic, una empresa de sobra conocida por WordPress, su CMS para blogs. Pero ¿qué ofrece con Simplenote? Toma de notas, sincronización entre todos los dispositivos, recordatorios, multiplataforma con aplicación para ordenadores y servicio web, búsqueda y organización con etiquetas y destacadas… Como ellos mismos dicen, la mejor manera de conocer Simplenote es probándola. No hay excusa, es gratis.
Cómo exportar las notas de Evernote a otras aplicaciones
No estamos conformes con el cambio de estrategia de Evernote y queremos llevarnos todo el trabajo de este servicio al que vayamos a utilizar. ¿Cómo hacerlo? Desde la aplicación de ordenador podremos exportar las notas en HTML permitiendo que la mayor parte de editores de texto (como Documentos de Google) puedan importarlas para seguir trabajando con ellas. Es un proceso algo engorroso, pero efectivo.
Algo mucho más cómodo, sobre todo si os mudáis a OneNote, es el importador automático que ha creado Microsoft. Como nos cuentan en omicrono, basta con que descarguéis dicho importador (sólo válido para ordenadores Windows), registréis la aplicación con ambas cuentas y listo: el proceso está automatizado y es seguro para las notas.
Un gran servicio de sincronización con Evernote es CloudHQ: permite, entre muchas otras funciones, sincronizar las notas de Evernote con Google Drive, Dropbox… en formato PDF. Posee varios tramos de uso con opción a cuenta gratuita.