Android es un sistema operativo en el que tenemos acceso a un elevado número de aplicaciones de diversa índole. Desde pequeñas aplicaciones creadas por un estudiante hasta otras enormes creadas por grandes compañías.
A veces estas aplicaciones funcionan bien, mientras que en otros casos nos darán más de un dolor de cabeza. De vez en cuando nos encontramos con una aplicación que pasa de funcionar bien a ir empeorando poco a poco. Hoy aprenderemos a optimizar aplicaciones en Android para los casos más extremos.
¿Está funcionando mal una aplicación, o es el teléfono?
Lo primero que tenemos que analizar antes de comenzar a optimizar aplicaciones en Android es preguntarnos la siguiente pregunta ¿Funciona mal únicamente una aplicación concreta, o es culpa de nuestro teléfono que ya no da más de sí? Ante esta duda, la respuesta la podemos obtener de forma sencilla de las siguientes maneras.
La batería de mi móvil se gasta más rápido de la cuenta: Este problema puede ser a causa de una aplicación que haya decidido quedarse en segundo plano. Para ello nos dirigiremos a Ajustes->Batería, nos aparecerá un menú en el que nos indica que aplicaciones y servicios consumen más datos. Si en el primer puesto tenemos una aplicación que consuma más que los demás, ya tenemos a una aplicación como posible culpable. Tocará forzar la detención de la aplicación e intentar solucionar sus problemas.
Algunas aplicaciones siguen funcionando bien: La segunda cosa que nos debemos preguntar es si todas las aplicaciones siguen funcionando bien, e ir probando una por una. Si es una aplicación la que funciona mal, lo más seguro es que sea culpa de la aplicación en cuestión, mientras que si todo funciona mal, será culpa probablemente de nuestro sistema. Ante este problema, tenemos una guía que te ayudará a acelerar el rendimiento de tu teléfono.
Borra la caché y los datos de la aplicación
Tras comprobar que no es cosa de nuestro teléfono y que es una aplicación aislada la que nos está reportando problemas, es hora de pasar a las soluciones. El primer paso que deberíamos seguir es dirigirnos a Ajustes->Aplicaciones. Desde aquí, buscaremos la aplicación en concreto que queremos hacer que vaya más pulida, y realizaremos dos acciones, en el siguiente orden.
Primero borraremos la caché. La caché es un conjunto de datos temporales que cada aplicación crea y almacena para ahorrar el procesado de algunos datos en concreto. Generalmente hace que las aplicaciones funcionen más rápido, pero cuando falla consigue el efecto contrario. Limpiar la caché de una aplicación de vez en cuando es un buen procedimiento para que esta funcione de forma adecuada, aunque no conviene tocarla mucho, solo en caso de problemas.
Si tras borrar la caché desaparecen los problemas, el problema habrá quedado solucionado, pero en caso contrario tendremos que seguir trabajando en una solución. Borrar los datos de la aplicación es otro buen procedimiento para que si existe un problema con los datos de esa aplicación, podremos solucionarlo de forma muy sencilla.
Observa el espacio disponible en Android
Las aplicaciones en ocasiones requieren escribir datos en el almacenamiento interno de Android para almacenar datos o caché. Es posible que hayamos solucionado el problema de forma momentánea al borrar los datos y caché de una aplicación, pero si disponemos de poco espacio, el problema volverá a surgir.
Si nos dirigimos a Ajustes->Almacenamiento podremos ver el espacio ocupado del sistema y el disponible en el sistema. Como recomendación personal, aconsejamos tener al menos 1GB de almacenamiento disponible para ahorrarnos molestias de este tipo, y nunca menos de 512MB. Si tienes demasiadas fotos y música, deberías considerar pasarlas a un ordenador, pendrive o tarjeta microSD.
Mueve los datos a la tarjeta SD si es posible
Algunas aplicaciones como los juegos ocupan un gran espacio en el almacenamiento de nuestro dispositivo, y si no tenemos cuidado de lo que instalamos, podemos acabar llenando el almacenamiento interno de nuestro teléfono. Tal y como repasamos en el punto anterior, no es algo que nos interese.
Algunos datos de las aplicaciones pueden ser movidos al almacenamiento externo, por lo que si nuestro smartphone dispone de tarjeta microSD, es una estrategia que deberíamos tener en cuenta. Para mover los datos de las aplicaciones a la tarjeta microSD, tendremos que dirijirnos a Ajustes->Aplicaciones, y buscar la aplicación a la que queremos mover algunos datos. Una vez la hayamos encontrado, pulsamos en mover los datos a la tarjeta microSD.
Ojo con las actualizaciones
Las actualizaciones son uno de los mayores problemas y soluciones que nos podemos encontrar en el mundo moderno. En ocasiones suelen ser parte del problema, mientras que en otras ocasiones pueden ser parte de la solución. No es la primera vez que tras una actualización, una aplicación ha comenzado a funcionar de forma peor. En caso de que nuestra aplicación funcione mal, es conveniente actualizarla, por si la nueva versión soluciona los problemas, pero en caso contrario, nuestra recomendación preventiva es la de no actualizar.
La recomendación de no actualizar parte de un dicho muy popular que dice si funciona, no lo toques. O lo que es lo mismo, si la aplicación funciona bien, no tengas mucha prisa en actualizarla, puesto que nuevas actualizaciones podrían reducir el rendimiento. En caso de que quieras probar las nuevas versiones, te recomendamos crear una copia de seguridad de la aplicación antes de realizar una actualización grande, para poder volver atrás en caso de que no funcione. Así, en caso de que funcione bien no habrá pasado nada, pero en caso de problema, tendremos un punto al que volver.
Prueba con las versiones beta
Muchas aplicaciones disponen de una versión beta, desde la cual añaden nuevas características de prueba de tal manera que los usuarios puedan probarla antes de que llegue al público. Si a estas alturas aún no has conseguido que la aplicación funcione de forma correcta, quizás un paso que deberíamos considerar probar la versión beta de la aplicación en sí.
Es cierto que con una versión beta a veces nos podemos encontrar con varios bugs, pero en otras ocasiones acabamos disfrutando de versiones bastante pulidas, por lo que si todo lo anterior nos ha falla, es una opción más a considerar.
Versiones Lite, Web o aplicaciones alternativas
Por último, la última de las opciones que nos queda por probar es la de probar con versiones lite o reducidas. Este tipo de aplicaciones suelen estar más limitadas en funciones, pero nos asegura un menor consumo de recursos, siendo más fácil que funcionen de forma correcta. Del mismo modo, también podemos utilizar las versiones web de aplicaciones que dispongan como Twitter, Facebook o Gmail entre otras.
En caso de que estas opciones tampoco funcionen, nos tocará abandonar a la aplicación que nos está dando problemas o decidirnos a convivir con dichos problemas. En caso de abandonarla, es posible que en Google Play podamos encontrar alternativas a nuestra aplicación que nos aporten las mismas funcionalidades sin darnos problemas.
Estos son nuestros consejos para optimizar las aplicaciones en Android y que funcionen como deberían. ¿Conoces algún truco más que no hayamos comentado? Te animamos a compartirlo con nosotros en los comentarios.