En un año donde no hemos parado de hablar del ébola otra epidemia igual de inquietante ha crecido de forma silenciosa, y los smartphones tienen una parte importante de culpa. Y es que la proliferación de aplicaciones como Tinder, Badoo o Grindr ha facilitado la extensión del VIH en el sudeste asiático, según ha avisado Naciones Unidas.
Son las conclusiones de un estudio que se ha llevado a cabo durante los dos últimos años y que avisa del impacto de esta enfermedad en los jóvenes de esta región –la mitad de personas entre 10 y 19 años del mundo viven allí-, donde según Unicef más de 220.000 adolescentes son portadores del VIH, aunque la organización cree que el número podría ser bastante superior.
Décadas de represión sexual han dado como resultado una educación pobre en este terreno, lo que en combinación con las facilidades que pone la tecnología para conocer gente nueva con inclinaciones similares puede resultar una mezcla muy complicada. A esto se suma que en muchas zonas los menores necesitan permiso paterno para realizarse pruebas del VIH, por lo que muchos optan por no hacerse pruebas, disparando el peligro de muerte.
La población homosexual, principal afectada
Aunque es un riesgo que afecta a todos los sectores demográficos, la población homosexual lo está sufriendo con mayor dureza, un sector que para empeorar las cosas es más difícil que acudan en búsqueda de ayuda médica en zonas con fuertes estigmas contra la homosexualidad, donde tener que salir el armario pondría a muchos jóvenes en una situación socialmente complicada.
Wing-Sie Cheng, el consejero de Unicef sobre el VIH/SIDA en la región, explicó a The Guardian que «los propios homosexuales nos han explicado que actualmente usan aplicaciones móviles para quedar para mantener relaciones sexuales, y mantienen relaciones con más personas, lo que incrementa el riesgo de propagación del virus».
En las Filipinas, las infecciones entre adolescentes se han doblado en cuatro años, mientras que en Bangkok los hombres homosexuales tienen un 33% de posibilidades de estar infectados. Las autoridades locales han apostado por realizar anuncios a través de pop-ups de las aplicaciones recomendando realizarse pruebas periódicamente, pero el plan parece no haber tenido un gran éxito, mientras que Naciones Unidas quieren revisar la educación sexual en la zona.
Vía The Guardian