¿Chrome vs Firefox? ¿O será un tercero en discordia? Este es uno de los debates que, a menudo, encontramos entre los usuarios de Android, buscando encontrar la respuesta a la pregunta ¿Cuál es el mejor navegador web para Android?.
El navegador será sin duda una de las aplicaciones que más tiempo tenemos abierta en nuestro dispositivo, convirtiéndose en una de las aplicaciones a la que más uso daremos, quizá sólo detrás de las redes sociales. Por eso, tomar esta decisión es importante.
Chrome vs Firefox
Aunque la mejor forma de elegir es concediendo un tiempo de prueba a cada una, desde El Androide Libre os queremos ayudar al menos haciendo una comparativa entre algunos de los aspectos más relevantes de dos de los navegadores más utilizados: Chrome y Firefox.
Empezando por la interfaz: la interacción con el usuario
En primer lugar, antes de entrar en temas más concretos como el rendimiento, vamos a ver la apariencia de cada una de las aplicaciones, y las posibilidades que nos ofrecen ambos.
Respecto a Chrome, este navegador presenta un diseño muy minimalista, siguiendo la estética de Material Design. Tendremos un menú desplegable donde tendremos acceso a todas las opciones, como por ejemplo la navegación privada. Además, el navegador se adaptará a los colores de la pantalla, actualizando incluso la barra de notificaciones, como detalles a destacar.
Además, Google se preocupa de cuidar ciertos detalles como el que ahora podamos cerrar todas las pestañas desde la barra notificaciones, o el hecho de que estas pestañas tengan un color más oscuro para autoidentificarlas rápidamente. O incluso la opción de controlar determinadas acciones por gestos.
Chrome nos permitirá abrir tantas pestañas como queramos, así como traducir cualquier web en cualquier idioma de forma rápida. Esto y otras opciones como el hecho de ver resultados conforme buscamos algo desde la barra de direcciones directamente, hacen especialmente rápida la interacción del usuario.
Por su parte, Firefox es muy similar. Da la impresión de ser ligeramente más lento que su rival (quizás por la impresión de rapidez que nos ofrece Chrome, tal como hemos hablado), y el menú tiene menos opciones que el de Google. Visualmente, veremos la versión de escritorio adaptada para móviles. Pero no incluye control por gestos.
La velocidad y el rendimiento: punto crítico
Los navegadores son de los tipos de aplicaciones que más utilizamos. Por ello, buscamos una optimización de los recursos. Es decir, si damos con un navegador que consume por ejemplo mucha batería, vamos a acabar dejando de usarlo. Pero en términos de batería, tras uso de varios días no podemos constatar que uno consuma mucha más batería que el otro.
En primer lugar, hemos visto algunos benchmarks que se han lanzado para ambos navegadores. Para este caso se ha utilizado PeaceKeeper, el cual es una herramienta para medir la velocidad que un navegador ofrece, permitiendo hacer una serie de pruebas basadas en HTML5. Os mostraremos los resultados conseguidos por LaptopMag
En este caso, vemos que Chrome consigue una puntuación superior a la de Firefox, que se queda un poco a la estela en velocidad, unos 100 puntos por debajo aparte del hecho de poder ejecutar un test menos.
Si nos pasamos al tiempo de carga de páginas, los resultados son incluso aún más diferenciados, pues en este caso Chrome no llega a reducir a la mitad los tiempos de carga de 7 páginas, pero sí se queda bastante por debajo con respecto a Firefox, lo que demuestra que Chrome está desarrollado desde el punto de vista de optimizar los recursos.
A pesar de ello, es cierto que hay que tener en cuenta que estos tests son un poco relativos, pues hay detalles como que la mayor limitación en dispositivos móviles es la utilización de la conocida función drawImage y las dimensiones del Canvas (que incrementan los FPS mucho al reducir el tamaño del mismo), por lo que esta comparativa no es totalmente fiable. Lo mejor será basarnos en nuestras propias impresiones.
El elemento diferenciador de cada uno
Cada uno de los navegadores ha buscado, al menos un elemento que los permita diferenciar del resto. En el caso de Chrome se han centrado en ofrecer lo que podríamos llamar la experiencia Google.
Pero para acotar un poco estos elementos diferenciadores nos centraremos en uno que nos llama mucho la atención: la reducción de consumo de datos. Y es que este navegador ha incluido recientemente una opción para poder reducir hasta en un 50% el consumo de datos del mismo, gracias a un sistema de compresión de la gran G.
Por su parte, Firefox ha decidido apostar fuerte por el soporte para extensiones. Aunque uno de los elementos más diferenciadores de Firefox es su Modo lista de lectura, gracias al cual puedes agrupar artículos, páginas y contenido en general en formato texto para visualizarlo más tarde.
La sincronización entre dispositivos, obligatoria
La sincronización entre todos nuestros dispositivos es algo, hoy día, crucial. Los usuarios finales ahora queremos gestión sincronizada de nuestro historial de navegación, pestañas abiertas, páginas favoritas, contraseñas, entre otras opciones.
Por resumirlo de algún modo, la nube es un requisito indispensable para la gestión de nuestro perfil en el navegador. En este aspecto, ambos navegadores han hecho un gran trabajo, pero la gestión que ofrece Google donde nuestra cuenta en Google pasaría a ser el centro de todo, gracias a la cual personalizaremos cualquier punto, hasta el historial de navegación en cualquier dispositivo.
Esto es genial, pero por otro lado nos lleva a pensar si llega un punto en el que no tenemos ningún tipo de ciber-intimidad, pero eso es un debate en el que no nos vamos a centrar ahora mismo, pues siempre tenemos la opción de no identificarnos con nuestras cuentas. Aunque, desde nuestro punto de vista, es algo que nos hace sentir como que esa instalación del navegador siempre estuvo ahí para nosotros, pues hasta las sugerencias de búsqueda las hace en base a lo que solemos buscar…
La compatibilidad como factor decisivo
Más allá del funcionamiento de cada navegador, de la velocidad del mismo, la optimización de recursos o la simple interfaz para interaccionar con el usuario, hay un factor que puede ser decisivo a la hora de que utilicemos uno u otro navegador: la compatibilidad.
Pero, ¿a qué nos referimos exactamente con eso? Empecemos por el primer y más importante punto: la compatibilidad para instalar el navegador en nuestro dispositivo móvil. Aunque lo más probable es que todos podamos utilizar ambos navegadores, sí hay que tener en cuenta que podríamos encontrarnos con un dispositivo para el cual no podamos instalar uno de los navegadores.
Por ejemplo, si por desgracia aún tenemos Gingerbread, no podremos utilizar Chrome. En ese caso podríamos utilizar Firefox, el cual es compatible con versiones de Android 2.3 y superiores. Aunque si estamos en ese caso quizá lo que vaya siendo hora de cambiar de dispositivo, ¿o no?
Pero no todo radica en la compatibilidad a la hora de instalar el navegador o no. También podríamos hablar del tema de compatibilidad con Flash. Aquí Google se posicionó de forma clara: no podía garantizar la seguridad con el uso de Flash, por lo que desde Jelly Bean Flash no es soportado. Aun así, en Ice Cream Sandwich tampoco podremos ver contenido Flash si utilizamos Chrome. Sin embargo, Firefox sí ofrece la posibilidad de visualizar contenido Flash. Aunque reproducir contenido Flash no sea la mejor opción para tener unos buenos números por ejemplo en la duración de la batería.
A pesar de todo ello, vemos que por mucho que nos pueda gustar un navegador, quizá nuestra decisión venga condicionada por un concepto que nunca debemos olvidar: la compatibilidad.
Las actualizaciones: cuando una app está viva
Aparte de todo lo analizado hasta ahora, tanto en términos de usabilidad como estratégicos por parte de cada uno de los desarrolladores, hay otro tema a considerar: el ciclo de vida de las actualizaciones. En este aspecto, que los navegadores se actualicen de forma periódica es determinante, pues tanto Android como Internet lo van haciendo y hace falta adaptarse a estos cambios.
Pero no podemos entrar en el absurdo proceso de actualizar por actualizar: deben saber cuándo actualizar y por qué. En este aspecto, tanto Google como Mozilla lo están haciendo bastante bien, y por ejemplo, a día de hoy, vemos cómo ambas se han actualizado en los últimos 15 días, lo que nos demuestra que son navegadores en constante proceso de mejora.
Como ejemplo, en la última actualización de Chrome ya se han incluido, entre otras opciones (y corrección de errores, algo que siempre cae), actualizaciones para que el navegador se adapte a la última versión de Android: Lollipop. Esto es importante para el usuario final, por lo que aquí Chrome gana puntos, pues la adaptación de Chrome al ecosistema Android parte con ventaja, pues los desarrolladores pertenecen a la misma compañía y pueden contar con información privilegiada, así como ser de los primeros en estar preparados ante cambios en la platafroma.
Los números en Google Play: Chrome arrasa a Firefox
Toda esta comparativa resulta interesante, pero no deja de ser algo teórico, que muchos usuarios no acabarán teniendo en cuenta. Aunque si tuviéramos que analizar qué opinan los usuarios hasta ahora, quizá lo mejor es analizar directamente los datos que a día de hoy presentan ambos navegadores.
Si nos vamos a Google Play, lo primero que podemos ver es que ambas aplicaciones presentan una valoración media sobre 5 parecida, siendo la de Chrome un 4.2 y la de Firefox un 4.4. Si bien Firefox parece ganar ligeramente aquí, nosotros lo consideraríamos un empate técnico, pues Chrome tiene más de 2.5 millones de valoraciones, mientras que Firefox se queda en 1.5. Además, tal como hemos visto ambas aplicaciones pasan la barrera del 4, quedando los usuarios muy satisfechos con la aplicación.
Sin embargo, si nos vamos al número de descargas, hay un vencedor clarísimo: Chrome. El navegador de Google se lo han descargado entre 500 y 1.000 millones de usuarios, mientras que el de Mozilla entre 50 y 100, por lo que la proporción es 10 a 1. Esto si que nos lleva a una simple conclusión: los usuarios prefieren Chrome.
Conclusión
El navegador es algo que vamos a utilizar tanto, y de un modo tan concreto (hay quien tiene muchas pestañas, quien sólo una, quien busca más el tema de ver contenido a posteriori…) que lo mejor es probar por nosotros mismos los navegadores y darles un tiempo prudencial de prueba. A partir de ahí, elegiremos.
Pero nuestra experiencia personal radica en que la velocidad de Chrome acaba notándose con respecto a los anteriores, aparte del hecho de centralizar toda nuestra información de navegación en base a nuestra cuenta de Google (lo que para muchos puede ser negativo por el tema de que Google tenga nuestros datos).
Con todo esto, algunos como yo acabamos decantándonos por Chrome (como otros más de 500 millones de usuarios han hecho), pero esto no quiere decir que sea la opción que mejor se ajuste a ti. ¿Con cuál te quedas tú?