Ayer llegó una actualización de WhatsApp que permitía con el doble tick azul ver que un mensaje había sido leído, incluso la opción de comprobar la hora y doble verificación en grupos. Era algo que sin duda muchos usuario estaban esperando. Pero lleguemos un paso más allá.
WhatsApp se salta la configuración de última conexión al mostrar el doble tick azul
A principios de este año, una de las novedades de WhatsApp fue la opción de ocultar la última conexión, algo que sin duda muchos usuarios agradecieron por el tema de proteger su privacidad y ser ellos mismos los que decidían si compartir esa información o no, y no la propia política de la aplicación.
Pero, ¿qué pasa con el doble tick azul? Pues que estará activo sí o sí, tengamos o no activado la opción mostrar la última conexión. Y esta decisión por parte de WhatsApp creo que supone un atentado al tema de la privacidad, pues ¿qué sentido tiene que podamos ocultar nuestra última conexión pero sin embargo no cuándo leemos o dejamos de leer los mensajes?
En este caso podemos ver cómo un usuario de iOS, el cual tenía puesta la hora de última conexión como oculta, no podía evitar que la persona con la que hablaba pudiera ver la hora en la que el mensaje había sido entregado y leído. Así que ¿qué más da si no puede ver la hora de la última conexión pero tiene toda esta información disponible? Quizá la propia app WhatsApp está quitándole gran parte del sentido a la opción de ocultar la última conexión. ¿O quizá pensarán en futuras actualiaciones permitir configurar también la información referente a la hora de lectura de los mensajes?
Es más, la cosa no queda ahí, pues incluso en un grupo podremos ver quién ha leído el mensaje (y a qué hora) y quién lo ha recibido pero aún no lo ha leído. Para ello, será necesario que los integrantes del grupo tengan la versión de WhatsApp donde ya se incluye la funcionalidad del doble tick azul, pero de nuevo se salta la configuración que cada uno de los miembros del grupo tenga en lo que hace referencia a la hora de última conexión.
Intentando evitar el doble tick azul
A pesar de que el doble tick azul ahora pasa a formar parte de nuestras vidas, sí es cierto que por ahora hemos encontrado algunas formas para evitarlo.
La primera de ellas es leyendo los WhatsApp a través de cualquier dispositivo con Android Wear, el cual no provoca el envío de esta confirmación de lectura. ¿No es acaso un buen motivo para que mucha gente quiera ahora un wearable?
Otra opción es activar el modo avión justo antes de entrar al WhatsApp, de forma que una vez leamos el mensaje no tengamos conexión a través de Internet para enviar dicha confirmación. Pero, ¿no es un poco absurdo que tengamos que llegar a esto?
Pero no todas las opciones se cierran ahí, pues también podremos evitar enviar esta confirmación si utilizamos las notificaciones emergentes de Android.
WhatsApp, como herramienta de control en las relaciones
Laura Ayuso, psicóloga que fundó su propia empresa Psico.Lama, nos comenta que en la consulta muchos pacientes jóvenes utilizan WhatsApp para controlar a los demás, casi siempre a la pareja, pero también para el caso de amistades. Los casos más llamativos se dan cuando se acaba de producir una ruptura, o cuando la relación es muy dependiente por parte de una de las partes. Los pacientes entran al chat con esa persona para mirar su última conexión; si es anterior al último mensaje que han enviado no hay problema, pero como sea posterior, empieza una espiral de pensamientos que en ocasiones les lleva a comprobar últimas conexiones de otras personas para intentar «averiguar» con quién ha estado hablando, y porqué no le han contestado. Y precisamente todo esto era el inicio a la veda a una discusión sobre la privacidad de las personas.
Y esto era sólo con lo de la hora de conexión, es mejor pensar qué puede ser ahora con el doble click azul, que les va a confirmar no sólo que han entrado al WhatsApp (aquí por lo menos se podían plantear si es que no habían entrado a su chat, que por otra parte también generaba conflictos «porque si no hay entrado es que ni siquiera le importo»), sino que les han leído y no les han contestado, lo que para ellos significa que no les quieren (y esto es lo más suave que suelen pensar…).
Laura, como profesional, cree que todos estos tipos de herramientas que nos dan la posibilidad de controlar la actividad del otro, si no la manejamos bien (y en muchos casos no nos han enseñado) nos puede llevar a relaciones, no sólo de pareja, controladoras y dependientes, que tarde o temprano se terminan convirtiendo en conflictivas, y que no sólo limitan de alguna manera la libertad del otro sino también la propia, ya que nos hace esclavos del símbolo azul del otro.
Las nuevas herramientas de comunicación, ¿un problema real?
Todo esto nos lleva a abrir el debate que la misma Laura ya nos plantea, y que muchos de nosotros ya nos hemos planteado antes. ¿Son los nuevos medios de comunicación una amenaza seria contra la sociedad?
Bajo mi punto de vista, las herramientas de comunicación no son el problema en sí, aunque sí es cierto que algunas como WhatsApp podrían cuidar un poco más el tema de la privacidad, pues no tiene sentido no dar la alternativa al usuario de decidir qué información compartir o no. Entre otras cosas, porque puede hacernos sentir espiados de algún modo, lo que podría llegar a provocarnos dejar de usar dicha herramienta. Pero dudo que sea así, pues somos presos de una dictadura y exigencia social de tener que estar comunicables, disponibles, atentos y cordiales en cualquier momento. Y no hay mejor icono que represente esto que el doble tick azul.
Pero, aparte de eso, he de decir que creo que la gran mayoría de los usuarios no están acostumbrados o educados al buen uso de ciertas herramientas, y es que este tipo de herramientas habría que saber sacarles el provecho para acercar la comunicación entre las personas, pero nunca que sirvan como herramientas de control sobre otras personas.
Con todo esto, el debate no ha hecho más que empezar…
Más información +Adrián Latorre | @willylatorre | @jlacort (1, 2)