Todos conocemos Dropbox, y he de reconocer que soy un usuario habitual de dicho servicio. La nube está a la orden del día y cada vez más muchos dependemos de ella, no solo para los correos, sino para documentos cada vez más importantes.
Muchos son algo reacios a usar estos servicios debido a que no se fían de tener sus cosas en un sitio que no sea su ordenador, o porque tienen miedo a que el día menos pensado esos enormes servidores peten y pierdan todo lo que tienen, así que muchos son también los que buscan una alternativa a eso montando sus propios servidores para acceder a sus datos desde cualquier sitio sin depender de la «nube de otro».
Esa es una opción muy interesante, pero no todos son capaces de configurar uno, y para intentar facilitar un poco las cosas tenemos SelfCloud, un servicio similar a Dropdbox, pero con una ligera diferencia.
SelfCloud, tu nube particular
Con SelfCloud podremos crear nuestra nube privada a la cual poder acceder de donde queramos y tener acceso a los archivos que tenemos allí. Dicho así no parece muy distinta a las demás, pero en realidad sí lo es.
Su funcionamiento se basa en, por decirlo de alguna manera, en el conocido P2P (salvando las diferencias) para el intercambio de archivos; o lo que es lo mismo, para acceder a esos archivos debemos tener el dispositivo en el cual está alojado en marcha y conectado a Internet, de lo contrario no tendremos acceso a ellos. Es una interesante forma de crear nuestro propio «disco duro volador», con la ventaja (o inconveniente) de que solo cuando nosotros queramos tendremos acceso a él.
Lo que nos ahorramos con esto es, por una parte, depender de servidores externos tanto para el acceso como para la cantidad de almacenamiento, y por otro, que nuestros archivos están solo donde nosotros queramos, y no en los discos de una empresa. Lo único que se crea al añadir algo a nuestro «disco virtual» es un enlace que podremos compartir con quien deseemos, y si nos conectamos desde otro ordenador o dispositivo móvil veremos también el enlace de descarga, pero en caso de que no esté el dispositivo disponible, veremos un mensaje como este:
La verdad es que merece la pena probarla ya que nos permite controlar más lo que tenemos en la red, y no hay que subir nada a ningún sitio, tan solo añadirlo a SelfCloud y listo. Eso sí, para su descarga dependemos ya no solo de la velocidad de descarga, sino también de la de subida del dispositivo anfitrión, pero para archivos no demasiado grandes no tendremos ningún problema. Está disponible para Android, Windows, Mac & iOs.
¿Y tu, ya tienes tu propio servidor en casa?