Quizá muchos no hayáis oído hablar nunca de LibreOffice. Quizá hayáis oído sobre OpenOffice, y si tampoco, seguro que sí sobre Microsoft Office. Bien, todas ellas son suites de programas ofimáticos. Todos hemos trabajado con Word, pero no hay muchas alternativas conocidas. Las más usadas son quizá las de OpenOffice, que es una suite de código abierto y distribución gratuita. Muchos la adoptaron, pero nunca ha sido una amenaza seria para Microsoft. Todos sabemos que monopoliza los sistemas Windows e incuso Mac.
LibreOffice es una bifurcación del proyecto OpenOffice que se creó el año pasado. Para desmarcarse de la orientación dada por Oracle, una comunidad decidió separar caminos. Ahora LibreOffice es la suite predeterminada en Debian, Ubuntu, openSUSE y Fedora.
El salto a la nueva era
Aunque Microsoft tiene el mapa ganado en los sistemas operativos más comunes, resulta que desde que entramos en la era post-PC han aparecido otros sistemas operativos igual o más potentes que Windows o Mac. Hablamos de Android, iOS, e incluso la propia web, aunque no lo sea por sí misma. Hoy en día ya no es esencial tener un PC para estar conectado, ni siquiera un portátil, mientras que antes lo era todo. Es por ello que Microsoft se ha limitado a saborear lo que tiene, y hacer intentos bastante inútiles de expandirse a través de servicios online que no han llegado a dar su fruto, por tener un competidor establecido como Google Docs.
LibreOffice, siendo un proyecto reciente y moderno, ha decidido avanzar por este campo y apuntar a estas nuevas plataformas que parecen ser el nuevo estandarte de nuestra tecnología. Su siguiente meta es llegar a iOS, Android, y también ejecutarse en navegadores web. Esto ha sido lo que han anunciado en su conferencia reciente.
En Android no hay suites de ofimática que realmente aprovechen su potencial. En mi opinión solo hay aplicaciones que han intentado ganarse unos euros sacando aplicaciones sencillas que te permitan hacer lo que quieres, trabajar con tus documentos en el teléfono. Nadie ha planteado una solución seria a este problema, y muchos intentan aprovecharse. En iOS pasa algo similar.
La comunidad de LibreOffice cree (y yo también) que hay que plantear una solución efectiva en estas plataformas. No porque deba haberla, sino porque son las plataformas actuales, renovadas y futuras. Hace mucho que se habla de aplicaciones web, pero aún cuesta encontrar alguna realmente competente. Los teléfonos en breve serán más potentes que los portátiles, y deben ser capaces de realizar tareas acordes a esa potencia.
El proyecto ha anunciado un tiempo estimado de este objetivo, y han dicho que estarán disponibles en un 2012 muy avanzado, o en los inicios de 2013. En el mundo digital, eso es mucho tiempo, pero la verdad es que no hay propuestas de grandes aplicaciones web en un futuro, ni de aplicaciones clásicas de PC que se trasladen a las plataformas modernas. Alguien debe iniciar un cambio pronto.
¿Creéis que estamos estancados en las plataformas antiguas? ¿O pensáis que cada plataforma tiene un uso específico y distinto de las demás?
Fuente: Ars Technica