Google no se ha quedado atrás. Después del bombazo de ChatGPT, el gigante estadounidense ha sacado Bard, otro sistema de Inteligencia Artificial. Operará en todos los países de la Unión Europea y en Brasil. Este chatbot con el que la compañía quiere competir con el de OpenAI y Microsoft ha llegado incorporando 40 nuevos idiomas al inglés, coreano y japonés con los que se lanzó, para un grupo reducido de testadores, el pasado febrero.
Uno de los motivos por lo que la puesta a disposición de la aplicación se ha retrasado ha sido la adaptación al castellano y a otros idiomas de la Unión Europea. Lo que aún falta son las lenguas cooficiales de España como el catalán, el vasco y el gallego, que llegarán más adelante. El retraso también se ha debido a la legislación vigente en algunos países, como la protección de datos que bloqueó ChatGPT en Italia, por poner un ejemplo. En este sentido, Google se ha tomado su tiempo para evitar conflictos.
Bard, por tanto, se ha asegurado de actualizar la política de privacidad, ha añadido enlaces a nuevas páginas de ayuda y ha ampliado el espacio dedicado a algunas advertencias. Como, por ejemplo, que puede equivocarse. Para eso tiene revisores humanos. Por este motivo se recomienda no compartir información sensible y activar acciones para que se eliminen automáticamente los datos.
Comparar Bard y ChatGPT tiene su dificultad. Lo primero es saber cómo se puede acceder a cada uno y qué modelo de lenguaje tienen. La versión gratuita de ChatGPT usa GPT-3.5 y Bard, es PaLM-2. Aparte, al contrario de lo que ha hecho Microsoft con ChatGPT y Bing, Bard está separado del buscador de Google y cuenta con su propia dirección web, que es un subdominio de Google.com.
Ambos admiten la entrada de datos tanto por texto como por voz y también da la opción de reproducir por voz las respuestas, algo que puedes hacer con ChatGPT en Bing y en la app para iOS, pero no en su versión web gratuita. Bard está integrado con Google Lens, lo que le permite generar respuestas e información a partir de una imagen, pero no puede crearlas.
[Qué es ChatGPT: resumen de todo lo que hay que saber sobre la IA de OpenAI]
Ni Bing Chat ni ChatGPT pueden "leer" imágenes, pero el chatbot de Microsoft está integrado con DALL-E y tiene la capacidad de crearlas a partir de una descripción de texto facilitada por el usuario. Bard, además puede trabajar con más lenguajes de programación, 20, que ChatGPT.
La usabilidad de Bard también es mejor. Permite compartir las respuestas con otros contactos y exportarlas a aplicaciones de Google como Gmail o Google Documentos. Es más rápido que Bing Chat pero no tanto como ChatGPT y el usuario siempre tiene a mano su historial de conversaciones en una columna del lado izquierdo de la pantalla.
Algunas de las novedades están disponibles solo en inglés. Por ejemplo, alterar fácilmente la extensión o el tono de la respuesta a través de un menú que da cinco opciones: sencillo, largo, corto, profesional o informal.
Por fin, la gran diferencia entre Bard y ChatGPT es que el primero está conectado a Internet y puede, al igual que Bing Chat, responder sobre cuestiones de actualidad. ChatGPT se limita a los contenidos introducidos hasta 2021. Para acceder a información más actual es necesario suscribirse a ChatGPT Plus.
Fiabilidad de las aplicaciones
El gran interrogante es si Bard es más fiable en sus respuestas que ChatGPT y Bing Chat. Esta aplicación avisa de que sus respuestas pueden ser "inexactas o inadecuadas", pero eso no es más que poner en duda la información en general que proporcione internet. Las aplicaciones de Inteligencia Artificial responden en definitiva a esta órbita digital y, por tanto, pueden tener fallos. Y siempre hay que cotejar los datos o los resultados. Bard da respuestas e identifica imágenes de forma errónea, pero no es ni más ni menos que los resultados que pueden salir de un buscador.