Aplicaciones, las hay de todos los tipos, y cada cosa que quieras hacer y se pueda hacer desde el móvil, tendrá una aplicación. Más allá de la utilidad, gran parte de los juegos y aplicaciones que puedes encontrar en la tienda de aplicaciones tienen un factor en común, el dinero. Sí, hasta las aplicaciones gratis.
Incluso si la aplicación que estás descargando es gratuita, probablemente exista un interés económico detrás de ella. Ahora bien, hay que entender que no todas las aplicaciones buscan el beneficio de la misma forma, y aunque parezca extraño, el cómo un desarrollador pretende ganar dinero puede afectar a la aplicación, haciendo que la experiencia empeore si la decisión no es la más acertada.
Dos aplicaciones pueden cumplir la misma función y ser ambas gratuitas, pero según el desarrollador puede ser muy distinta. Te contamos qué tipos de aplicaciones gratuitas existen y por qué se crean así.
Aplicaciones gratis: qué tipos de aplicaciones encontramos
Estas son las que inundan Google Play en su inmensa mayoría, y son un gran contribuyente a la revolución del smartphone. Sin aplicaciones gratis, todo aquel usuario que no tiene medio de pago en internet o no quiere poner sus datos sería un usuario que nunca querría haber utilizado un smartphone, y eso hacen que tengan una gran repercusión. Es muy atractivo porque el único precio que pagas es tu tiempo libre y si no te gusta sólo debes desinstalarlos.
Sin embargo, aunque la aplicación sea gratis, lo más probable es que su desarrollo haya costado dinero, o como mínimo, tiempo de un desarrollador que piensa convertir esa inversión en ingresos.
No todas las aplicaciones gratis son iguales, pero si que tenemos varios tipos de aplicaciones gratis:
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Gratis y con anuncios: Este es el modo más tradicional por el que un desarrollador puede ganar dinero con su aplicación sin que al usuario no le cueste nada. En la aplicación aparecen anuncios, ya sea en forma de banner o a pantalla completa, y a más anuncios vea el usuario, más dinero recibe. La principal ventaja de esta aplicación es clara, a ti no te cuesta nada y te llevas un beneficio.
- ¿Cómo afecta esto a una aplicación? En primer lugar, el desarrollador debe plantear una serie de espacios donde aparecerá publicidad, reduciendo el espacio útil que podría tener la aplicación.
- ¿Por qué puede ser malo? Los anuncios con más beneficio son los que captan más tu tiempo y atención, y por tanto es posible que un desarrollador se vea obligado a reducir la calidad original del producto para generar alguna situación en la que debas mantener tu atención.
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Gratis con pagos extra: A menudo es habitual que una aplicación gratis tenga anuncios, pero también nos ofrezca la posibilidad de pagar, ya sea por una función o una versión de suscripción con novedades añadidas. El objetivo del desarrollador es que paguen los usuarios, mientras más mejor.
- ¿Cómo compromete esto al diseño? Seguramente la visión del desarrollador esté en la versión más completa de la aplicación, por lo que las versiones gratuitas son un compromiso. No piensas en ofrecer, sino en encontrar el balance óptimo entre mantener a un usuario gratuito lo más contento posible y a la vez el ofrecerle un incentivo para que pague.
- ¿Por qué puede ser malo? Si mezclas pagos, anuncios y suscripciones en una aplicación que es gratuita puedes dar la imagen de querer exprimir a los usuarios, creando una experiencia frustrante.
Aplicaciones completamente gratis
Más allá de los desarrollos con un beneficio inmediato, existen otras aplicaciones que, contra todo pronóstico, si que son completamente gratuitas y no incluyen ningún anuncio o pago por el uso de la aplicación. ¿Y por qué existen aplicaciones que no cuestan dinero y tampoco reportan beneficios?
Generalmente aquí, la razón de que estos desarrollos sean gratuitos es porque persiguen el beneficio por otra vía. El objetivo no es que la aplicación genere ingresos, sino que sea un complemento afín a un bien mayor.
Aplicación asociada a un servicio: La aplicación es una herramienta para un servicio más importante. Puedes pensar en la aplicación de un supermercado o de tu banco. Aquí el objetivo es mantenerte como cliente y la aplicación es simplemente una vía para llegar al usuario final y fidelizarlo.
Destinado a empresas: Algunas aplicaciones están enfocadas a un uso más profesional, y asumen que con los usuarios básicos no van a conseguir mercado vendiendo su producto, pero que sin embargo en el mercado empresarial tendrán cierto valor.
La estrategia aquí consiste en hacer un producto buenísimo, que la gente quiera usar y que no exista ninguna barrera. En el momento que una aplicación es lo suficientemente popular, venderla a una empresa es fácil ya que los empleados necesitarán mucho menos tiempo de formación.
Instagram en un inicio tenía como objetivo crecer y crear una marca.
Imagen de marca: La imagen de marca es otro tipo de aplicación completamente gratuita, en la que el fin aquí no es tanto el ganar dinero, sino el crear un producto de renombre, ya sea para atraer atención de inversores o, en el caso de ser un desarrollador independiente, tener un currículum para trabajar de desarrollador en alguna compañía mejor.
Proyectos libres y open source: De todos los tipos de aplicaciones gratuitas, estas podrían ser consideradas como las únicas creadas por puro altruismo, sin intenciones comerciales. Desde una perspectiva de diseño de aplicaciones, estas son las mejores aplicaciones gratuitas, ya que persiguen crear la mejor aplicación posible simplemente porque quieren crearla.
Del mismo modo que estas aplicaciones se crean casi por placer de los desarrolladores, existe también el riesgo de que el desarrollador no se tome su proyecto con la seriedad suficiente, ya que al ser un hobby puede ocurrir que en su vida diaria deje de tener el tiempo libre suficiente, o incluso las ganas de mantener la aplicación y corregir errores en un momento dado (la parte más aburrida del ciclo de vida del software).
¿Y si no pertenece a ninguno de estos tipos?
Del mismo modo, cuando una aplicación no pertenece a ninguno de los tipos anteriores, lo adecuado es sospechar si la aplicación es de fiar. Es habitual que existan aplicaciones gratuitas muy parecidas a aplicaciones populares de forma intencional, con el objetivo de distribuir software malicioso.
Hasta la aplicación más simple requiere un tiempo de desarrollo, por lo que cuando te encuentres una aplicación que sea gratuita, piensa cual es el propósito del desarrollador. Si no existe una buena razón, posiblemente se trate de una aplicación en la que no deberías confiar.