Gran parte de la actualidad tecnológica del día a día es protagonizada por rumores, filtraciones, más rumores, y más filtraciones. Antes de que un producto que llega a España sea presentado siquiera, ya lo sabemos todo sobre él.
A veces son pequeños datos, otras imágenes en forma de render, en otras ocasiones fotografías reales y a veces incluso análisis completos de los dispositivos. Existe información de todo tipo, y en el día a día es muy difícil poner un filtro ante todos estos datos.
Y hoy vamos a hablar un poco sobre todos estos datos, que tipos de leaks existen y cual es el sentido de seguir escribiendo sobre ellos si os contamos que no deberías confiar en ellos.
Los leaks en Android existen desde que existe Android
Desde la revolución del smartphone iniciada por Apple y más tarde expandida por Android hemos vivido un momento único en la historia de la humanidad. Esta revolución en la computación personal no sólo ha vivido una evolución bestial en la última década, sino que además los medios de comunicación se encontraban en un momento de auge, ya que nunca antes ha sido posible para una persona transmitir información a millones de personas con tan pocos recursos.
Pongamos como segundo ejemplo la revolución de los ordenadores personales, la anterior revolución. Antes del PC no existía internet, e internet no se convirtió en un medio de comunicación de masas hasta que los ordenadores ya habían alcanzado un punto de madurez. Existían medios especializados, revistas y alguna comunidad entre los pocos privilegiados que accedieron a internet en sus primeros años, pero aún era temprano.
La importancia de internet era clave ya que por ejemplo yo no pude ver físicamente un iPhone o un Galaxy hasta 2010, pero gracias a internet los conocía desde hace años. La inmediatez de los medios ha permitido que tengamos la capacidad de conocerlo todo al instante. Y eso unido a la evolución radical en cada nuevo producto o versión de Android desembocó en un ansia de información.
Lo queremos saber todo antes que nadie, y a partir de ahí nacieron las filtraciones, fuentes de información que lograban hacerse con datos antes de que fueran presentados, o ponerse en contacto con algún empleado cercano para tener información anónima en forma de rumor. Todo esto ya existía antes de Android (al final, estas metodologías están implantadas en cualquier investigación) pero precisamente con los smartphones, las filtraciones llegaron desde el primer minuto de partida.
¿Por qué no te debes creer nada sobre ellos?
Lo más lógico y natural en nuestro día a día es creer y confiar en las filtraciones. Muchas de ellas tienen una precisión asombrosa, y precisamente es lo que genera un efecto halo de credibilidad. Como hay filtraciones muy precisas, a veces podemos tender a confiar ciegamente en estas, pero la realidad no es así.
Este efecto se produce porque nuestra memoria es limitada, y es muy fácil acordarse de esa filtración concreta, pero muy difícil recordar todas aquellas filtraciones que quedaron en el olvido, o bien por falsas o porque quizás el producto si era real, pero finalmente fuese cancelado internamente en la empresa.
Como segundo dato importante, la figura del filtrador tiene un peso en la industria, y el tener grandes exclusivas vende, pero no todo el mundo puede acceder a ellas, ya que sin contactos, recursos o algún golpe de suerte, es prácticamente imposible. Pero eso puede no importar a algunos, capaces de inventarse alguna filtración, e internet está más plagado de esta lacra de lo que parece.
Muchas filtraciones son tremendamente precisas, pero olvidamos muy rápido las decenas de miles que son falsas o erróneas.
Las más evidentes son las de test de rendimiento. De un día para otro aparecen datos de un nuevo móvil en Geekbench y muchos se vuelven locos. Pero falsificar los datos de tu móvil para una prueba de rendiento es tan fácil que es muy complicado discernir.
Por otro lado, los planes de las compañías cambian con el tiempo, y en según qué filtraciones vemos como según pasan los meses un mismo producto va siendo distinto, en ocasiones hasta provienen del mismo filtrador.
Y por qué seguimos escribiendo sobre ellas
Tal y como comentamos con anterioridad, la existencia de las filtraciones se debe a un interés mayúsculo por parte del ser humano en conocer la información antes que nadie y nace como consecuencia a dicho interés. Para un medio online, que generalmente vive de la publicidad (y en consecuencia, de las visitas) ignorar los rumores y filtraciones es ignorar a los usuarios que leen tu blog.
Desde luego, pensar que como publicar filtraciones atrae visitas y las visitas dan dinero, podamos dar carta blanca a publicar cualquier cosa que se filtre. Entre tú, el lector, y nosotros, existe un contrato no escrito, y es que al final del día terminas eligiendo los artículos porque realmente te parecen interesantes.
Y es por ello que a veces, incluso si pensamos que una filtración es falsa, es posible que la terminemos publicando porque consideramos que la idea detrás de esta es interesante para contar una historia. Del mismo modo, a veces tenemos la certeza de que una filtración es auténtica, pero apenas tiene interés.
Publicar filtraciones es un arma de doble filo, pero según la historia a contar puede ser interesante.
A veces también descartamos una filtración para recapacitar y terminar publicándola, la publicamos dos veces con puntos de vista distintos o la publicamos y más tarde nos arrepentimos de ello. Somos humanos y nuestro criterio no siempre es perfecto, aunque intentemos lo mejor posible.
Esta historia la contamos con nuestra perspectiva desde El Androide Libre, pero tenemos la certeza de que cada medio que vaya con seriedad juega en la misma batalla a la hora de establecer un filtro de filtraciones. Cada uno con su propio criterio más o menos acertado, pero todos con la mejor intención.