Desde hace ya un tiempo escuchamos hablar bastante sobre la eSIM. Su llegada a España avanza con paso lento, pero ya son varias las operadoras en nuestro país que la ofrecen. Además, con el paso del tiempo se incrementa la cantidad de dispositivos que son compatibles con la misma, esto demuestra su avance.
Los operadores y fabricantes llevan tiempo buscando realzar las muchas ventajas que la eSIM ofrece. Puede que algunas os suenen ya y seguramente haya otras que no. Por eso, a continuación os dejamos con las ventajas y desventajas de la eSIM frente a una tarjeta SIM normal.
Ventajas de una eSIM
No es extraño que la industria lleve tiempo buscando impulsar el uso de la eSIM porque presenta una serie de ventajas claras para todos los implicados, incluidos quienes utilizamos los dispositivos.
Tamaño reducido
Una de las grandes ventajas, que refleja además la evolución que ha habido en el mercado, es que el tamaño de la eSIM es realmente reducido. Llega con unas dimensiones de 6×5 mm, mientras que su grosor suele ser de 0,60 milímetros. Además, en este caso va soldada a la placa del teléfono, por lo que ocupa aún menos espacio. Se evita tener que usar una ranura para ella, otro aspecto que deja espacio para el resto de componentes de un smartphone.
Este tamaño reducido hace que una eSIM no sea apta solo para un smartphone, también se puede usar en dispositivos de tamaño más pequeño, como un smartwatch. En la actualidad está disponible en algunos modelos a la venta en España.
Facilidad en la portabilidad
Esta es una de las grandes ventajas que tiene la eSIM frente a una SIM normal: el no tener que comprar una tarjeta electrónica, ni esperar a ella, permite una portabilidad mucho más fácil y rápida. Por eso, el pasarnos de una operadora a otra podría dejar de ser una cuestión de días a unas pocas horas, al menos en teoría (la legislación de los países también influye). Así que el consumidor saldría ganando en este caso.
Lo único que se tendría que hacer es indicarle al operador al que nos queremos cambiar la numeración de la eSIM, el código o número ICCID de 19 o 20 dígitos que va impreso en una SIM actual, del dispositivo. Esto permite asociar dicha tarjeta a la compañía para que la portabilidad se pueda hacer casi al instante. Sobre el papel, claro, que la realidad no suele ser tan rápida.
Es una de las ventajas que se atribuyen a esta tarjeta. Pero, al menos hasta el momento, dado que apenas hay modelos compatibles y que no todas las operadoras en España ofrecen la eSIM, no es algo que hayamos podido comprobar. Además, también depende de las regulaciones en cada país.
Asociar el número a varios dispositivos
Este es un aspecto prometido con el despliegue de las eSIM a nivel mundial, sobre todo para personas que viajen mucho o viven parte del año en otro país: sería posible asociar la tarjeta eSIM del teléfono a más de un operador en varios países.
Además, esta capacidad multidipositivo de la eSIM permite que se asocie el mismo número a distintos teléfonos, relojes… Por tanto, podríamos recibir llamadas de un mismo número de teléfono en varios dispositivos; teniendo una tarifa única para todos ellos. Una ventaja clara, cómoda para los usuarios y que permite reducir costes, pero no es algo que se haya podido comprobar aún en la práctica.
Diseños diferentes
Al no necesitar una ranura en el teléfono para dicha eSIM, se abre la posibilidad de que los fabricantes apuesten por diseños nuevos de teléfono o que introduzcan cambios notables de aspecto en ellos. Este año hemos visto ya un par de teléfonos que llegaban sin botones o ranuras funcionando solo con este tipo de tarjeta SIM. Muchos ven esto como el futuro del mercado de los smartphones: lo más seguro es que la ranura que se usa en la actualidad para la tarjeta SIM acabe desapareciendo.
Desventajas de la eSIM
Por otro lado, nos encontramos también con una serie de desventajas presentes en este tipo de tarjeta integrada en la placa base del dispositivo. A continuación detallamos las más importantes.
Resulta complicado cambiar de móvil manteniendo el número
Si queremos cambiar de operador o de número el proceso será simple, pero si lo que queremos cambiar es el teléfono, porque el nuestro está averiado, tenemos varios o queremos uno nuevo, el proceso es más engorroso que con una tarjeta SIM corriente.
Algo que hacemos habitualmente si se nos ha terminado la batería, o nuestro teléfono tiene un problema, es pasar la SIM a otro dispositivo y así seguimos usando el número. Es un proceso que apenas nos lleva unos segundos. En el caso de una eSIM esto no sería factible tan rápido ya que habría que pedir un código a la operadora para así mover el número de teléfono.
Los teléfonos con eSIM son más caros
Como toda tecnología más moderna, lo habitual es que un teléfono compatible con eSIM sea más caro que uno que posea zócalo para tarjeta SIM corriente. Esto implica que no haya móviles baratos compatibles con esta tecnología, al menos de momento. Con la popularización de la tarjeta SIM electrónica este hecho cambiará, pero aún quedan varios años para ello.
Implementación
El avance de este tipo de tarjetas está siendo demasiado lento. Hace ya tres años que escuchamos hablar de manera constante sobre las eSIM, de los muchos cambios que va a suponer para el mercado y las muchas mejoras que nos traen. Pero el ritmo con el que se está adoptando la tecnología es muy lento.
En el caso de España, se va aumentando poco a poco la cantidad de operadoras que dan soporte a la eSIM, pero la cantidad de dispositivos que son compatibles es realmente baja aún, algo que tampoco contribuye a su expansión. Son pocos los smartphones que usan una, no ocurre lo mismo en relojes inteligentes.
2019 prometía ser el año de expansión de la eSIM, tanto a nivel nacional como internacional, algo que no ocurrirá. Esto no parece que vaya a ocurrir de la forma esperada, teniendo en cuenta que estamos ya a finales de 2019. Y en Android la situación no mejora: son muy pocos los fabricantes que dan su apoyo a la eSIM. Veremos qué ocurre en el futuro.