En la tecnología móvil estamos acostumbrados a la innovación porque, dada la enorme cantidad de marcas y modelos de smartphone, la única manera de diferenciarse es encontrar algo que destaque en los modelos. Puede ser un diseño arriesgado, una pantalla plegable, cámaras con motores… O un elemento tan poco utilizado como las placas solares.
Si has seguido la actualidad de hoy seguro que te topaste con la patente de Xiaomi y su móvil con placa solar. No sería la primera marca que apuesta por ello ya que otros modelos tuvieron una de estas placas en la espalda, como el Samsung Blue Earth (Samsung S7550). Suena prometedor y ecológico, pero lo cierto es que no es una solución válida para un dispositivo tan voraz en energía como lo es un smartphone.
Distinguirse con una placa solar en un mundo donde todos los smartphones apuestan por la cara trasera de cristal no es mala idea: sería un móvil único y, encima, podría dárselas de ecológico solo por el hecho de tomar parte de su energía del sol. Pero no nos engañemos: adosar una placa solar a un smartphone da casi el mismo resultado que intentar recargar el teléfono con una pila. Incluso peor.
Una placa solar con las dimensiones de un smartphone apenas aporta carga al teléfono
Siempre que hablemos de placas solares debemos marcarnos una relación de tamaños: solo si la placa tiene unas dimensiones considerables hará funcionar un dispositivo que disponga de cierta voracidad. Actualmente estos componentes no son muy eficientes: el aprovechamiento de la energía solar se sitúa en torno al 20 % (en el mejor de los casos). Esto implica que una placa solar del tamaño de la planteada por Xiaomi tardaría más de un día en recargar el teléfono. Para hacernos una idea, un panel de 70 x 55 mm arroja una potencia de carga de unos 0,5 W (vía). Y eso siempre que se encuentre bajo la luz directa del sol de verano.
Pese a que tengamos la idea de que los paneles solares pueden dar vida a cualquier dispositivo lo cierto es que para que esto ocurra deben disponer de unas dimensiones considerables. Un pequeño panel solar colocado en la espalda de un smartphone apenas podría cargar la batería del teléfono. Por no hablar de que existen otras dificultades añadidas debido al tipo de dispositivo:
- Dado que la placa queda detrás habría que colocar el móvil boca abajo. No habría problema si el móvil reposa sobre una mesa, pero resulta inviable si estamos moviéndonos. ¿Qué carga obtendría si habitualmente lo agarramos tapando la cara trasera?
- Usando el teléfono no habría manera de que se recargase: gastaría más que recibiría. A menos que lo usáramos directamente contra el sol, algo bastante incómodo (y cegador).
- La única manera de obtener una carga constante de una placa solar es ponerla bajo el sol. E imagina tener al sol varias horas el teléfono: se estropearía para siempre (el mayor enemigo de las baterías es el calor).
En resumen: por muy buena idea que parezca, y a pesar de que dé la sensación de que una placa solar haría autosuficiente a un smartphone, la realidad es que no es así. Habría que tener el móvil al sol durante todo el día para alcanzar un 20-30 %; por no hablar de que el calor generado por tener el móvil al sol destrozaría para siempre el teléfono.
Muy bonito como marketing, inútil como método de carga
La propuesta es original porque no hay apenas móviles que hayan integrado una placa solar en su construcción, pero esto es por una buena razón: no es útil. Eso sí, como herramienta de marketing es perfecto: aparenta una mayor preocupación por el medio ambiente y la autosuficiencia de no necesitar un enchufe. En la práctica ya sabemos que no es así.
Que Xiaomi haya patentado un móvil con placa solar no significa que vaya a fabricarlo
No obstante, y pese a que nadie conseguirá utilizar su teléfono solo con energía solar captada en el mismo móvil, esto no significa que no pueda colaborar en la obtención de algo de carga, por mínima que sea. Y, dado que los fabricantes no saben cómo otorgarle un acabado único a sus teléfonos, ¿por qué no apostar por el diseño de placa solar? En última instancia podríamos obtener la suficiente carga como para hacer una llamada de emergencia. Para eso sí sería útil.
Imagen de cabecera: Let’s Go Digital