Hace unas semanas planteaba en un artículo una suerte de futuro distópico en el que volvíamos al pasado. Volvíamos a un momento en el que no había un sistema operativo único como es hoy en día Android, sino varios que no eran compatibles entre sí.
Esto puede sonar casi imposible pero era la realidad hace algo más de una década, cuando los smartphones no eran masivos y sólo los más tecnófilos instalábamos aplicaciones y programas.
Hoy hemos sabido que el principal motivo que podría haber hecho que ese futuro fuera nuestro presente parece haber desaparecido, Estados Unidos levantaba el veto a Huawei y las empresas estadounidenses podrían volver a hacer negocios con ella.
Ahora la cuestión es otra, ¿habrá abierto este movimiento la caja de Pandora?
Todos dependen de Google
Cuando había varios sistemas operativos veíamos que algunas marcas, como Blackberry o Palm, desarrollaban el suyo. Otras como Microsoft licenciaban su propuesta e incluso vimos cómo Symbian pasaba der ser casi exclusivo de los Nokia a instalarse en otros fabricantes europeos, como Siemens, o internacionales como Sony-Ericsson.
Pero Google jugó bien sus cartas. Creó un sistema operativo estable, fiable, sencillo de usar y gratuito. Era demasiado bonito para no aceptarlo.
Poco a poco todos los grandes fabricantes, salvo Apple, se cambiaron a él. Incluso Nokia y Blackberry, dos colosos de principios de siglo, acabaron sucumbiendo al sistema operativo móvil de Google.
Samsung ya vio el peligro
Hace unos años, cuando Samsung dominaba claramente la venta de smartphones (sigue haciéndolo pero con sus competidores más cerca que nunca), empezó a plantearse el crear un sistema propio, Tizen, que no llegó a ser una alternativa a Android por las negociaciones que tuvo con Google.
Samsung sabía que era un proyecto complejo y arriesgado y Google no podía perder a su principal socio.
Esto hizo que Tizen se quedara para productos de segunda categoría en cuanto a ventas, como los smartwatches.
Huawei tiene sus planes, y no está claro que vaya a cancelarlos
Ahora es Huawei la que estaba en el centro del huracán y, si bien el cambio de opinión de Trump ha hecho que sea posible seguir usando el Android de Google en los móviles de la firma china, no parece que Huawei vaya a descartar rápidamente la creación de su propia alternativa a Android.
Han sido muchas las noticias relacionadas con este tema, desde la creación de HongMeng OS a la de Ark OS, nombres posibles para lo que sería el mayor fork de Android.
En teoría, esto ya no sería necesario porque Huawei puede seguir colaborando con Google. La realidad es que no sabemos si Trump volverá a usar a la empresa asiática como palanca de presión para forzar al gobierno chino a aceptar sus términos en otra negociación.
Y si algo saben hacer en el otro lado del mundo es pensar a largo plazo. A muy largo plazo.
Las marcas podrían querer distanciarse de Google
Aunque hay marcas como Nokia que se sienten cómodas en su relación con Google, las firmas asiáticas siempre han tenido un punto de vista diferente. En el país chino no se pueden usar los productos que nosotros tenemos por normales, como Gmail, Google Maps o Google Search.
Esto ha hecho que cada empresa tenga su propio ecosistema de aplicaciones, servicios y productos. Huawei también tiene uno allí y podría intentar lanzarlo de forma internacional para, dentro de unos años, no depender tanto de Google.
China podría crear alternativas globales
Europa siempre ha sido un territorio más cercano a América que a Asia pero en los últimos tiempos China está intentando aumentar su influencia a muchos niveles. La nueva ruta de la seda es un buen ejemplo y la expansión de sus empresas tecnologías es otro.
Aunque nosotros sabemos del tamaño que tienen marcas como Facebook o WhatsApp no hay que perder de vista que otras como Weibo o Wechat tienen también cientos de millones de usuarios. Si estas firmas realizaran una expansión internacional exitosa podrían poder en aprietos a las empresas americanas, que son las que dominan a nivel planetario (salvo en Asia).
Lo mismo que está pasando con los smartphones (OPPO, Xiaomi, Lenovo, Motorola, Huawei…) podría pasar con el software, y eso sería un golpe tremendo para Google y el resto de firmas estadounidenses.
¿Un futuro imposible? No lo tengo tan claro…