Hoy estamos un poco ñoños porque nuestra querida web cumple 10 años. Una década da para muchas historias, algunas felices, otras trágicas, dulces, amargas, agridulces, saladas, o una mezcla de todo. Y hoy aprovechamos esta fecha tan señalada para contar algunas de estas historias.
En este artículo os contaré la mía. Soy Iván (no confundir con Iván Linares, nuestro otro editor) y si queréis leer a un tío sensible escribir sobre lo que significa el lugar en el que trabaja, estáis en el artículo adecuado.
Lector y admirador desde 2010, redactor cinco años después
Mi vida es como la de cualquier estudiante de ingeniería mediocre. Entras en la carrera con poco más de un cinco de media en bachillerato y te autojustificas pensando que eras mal estudiante porque lo que te daban en clase no era tu pasión. Entrando en la universidad allá por 2010 ya uno se siente más maduro y elige que es el momento de leer e informarse más, y encuentra su pasión en informarse sobre tecnología.
Empecé a seguir desde Google Reader varios medios, siendo Engadget en español y El Androide Libre mis preferidos. Personas como Drita (en Engadget) y Paolo (mi actual jefe) tienen un arte para escribir que te dan ganas de seguir leyendo, entre muchos otros profesionales.
Mis primeros Android llegarían al año siguiente, una BQ Verne Plus y un LG Optimus ME. De la BQ guardo mucho cariño, ya que participando en la comunidad terminé trabajando para ellos en unas prácticas durante tres meses. Allí conocí a Mer, una excelentísima persona. También extremadamente exigente.
Una vez terminados los tres meses, terminé de escribir artículos para BQ. Aún era un crío y la sensación con la que terminé era con que no valía para eso de escribir. Pero Mer si supo ver mi potencial.
El 5 de enero de 2015 Mer me volvió a hablar y me preguntó si me apetecía escribir para El Androide Libre. Mer ya no estaba en BQ, sino en Cocinillas, blog que debes seguir si te gusta la gastronomía. Tras la recomendación, conocí a Paolo, me presentó a Enrique, otro gran mentor, y el 7 de enero ya estaba escribiendo para el blog.
Qué supuso para mí y cómo me ha ayudado
¿Recordáis que dije que en 2010 empecé la carrera? Pues a día de hoy aún no la he terminado (tranquilidad, que de este año no pasa que la termine). Durante el primer y segundo año de carrera me fue relativamente bien, pero después tuve un par de años malísimos, terribles. La oferta para escribir en EAL llegó en un momento en el que mi confianza estaba por los suelos. Entre los malos resultados académicos y que mi abuelo, única figura paterna, estaba en sus últimos días, no daba una.
Empezar a escribir sobre una de mis pasiones me dio fuerzas en momentos que para mi han sido muy complicados. De repente tenía mucho menos tiempo para estudiar, pero mi mente estaba mucho más clara y ordenada. Empezar a escribir fue un punto de inflexión a mi racha negativa, ya que volví a aprobar asignaturas. También fue una distracción que me ayudó a superar la pérdida de mi abuelo.
El presente y futuro
Cuando vas por los veintilargos, no tienes ingresos y aún no has terminado los estudios, en casa te sientes como un parásito. Cualquier persona que se le haya alargado la carrera o que no tenga la fortuna de encontrar trabajo te lo puede confirmar.
En el caso de un estudiante, la opción por defecto para comenzar a recibir sus primeros ingresos para ayudar en casa y poder pagar los estudios es cualquier trabajo precario. Tras dos años colaborando, finalmente Paolo me ofreció ser editor a media jornada (ya que desde 2015 soy estudiante a media matrícula). Me siento muy feliz de poder trabajar en algo que me encanta.
Ser editor desde entonces ha sido magnífico, ya que ya no soy aprendiz, sino que mi experiencia me ha dado la oportunidad de ayudar a mis compañeros de edición, Fernando e Ivsu. Más feliz me hace haber sido mentor de Borja, Roberto y Luzeon (este último es ahora editor de Omicrono, y tiene un gran potencial). También ha sido divertido compartir tiempo con Enrique, David y Manu, que no siguen en el equipo, pero que les aprecio mucho. El cariño a Pedro, Danny y Paolo también es infinito (aunque a este último a veces dan ganas de matarlo, pero se le quiere).
Escribir en EAL no solo me ayudó en momentos duros, sino que confío que será clave en mi futuro profesional como ingeniero informático. Me ha dado la oportunidad de viajar tres veces a Estados Unidos y una a Zurich. También me ha dado incontables oportunidades para mejorar mi nivel como analista de tecnología en los 2335 artículos que llevo escritos.
Probablemente cuando termine la carrera tenga menos tiempo para escribir artículos, pero me gustaría seguir escribiendo.
Muchas gracias por leernos cada día. Ya me iba olvidando de vosotros. Vuestro apoyo nos llega directo al corazón. Vuestras críticas nos ayudan a mejorar. Vosotros sois quienes habéis dado el sentido a esta web, el motivo por el que damos lo mejor de nosotros.
De verdad, muchas gracias.