Comprar un smartphone es tan sencillo como disponer del dinero, acudir a una tienda (online o física) y adquirir el tan deseado móvil. Eso sí, siempre que haya unidades porque puede ocurrir que el teléfono a adquirir disponga de stock limitado debido a la alta demanda; a lo que últimamente se suma otro elemento: la venta flash.
Marcas como Xiaomi o Honor han traído a España este tipo de comercialización de móviles: la venta flash o distribución de productos en unidades limitadas y durante un lapso muy corto de tiempo. A la venta suele acompañar un precio reducido que actúa como gancho; consiguiendo que haya mucha más demanda que oferta, con los inconvenientes que eso genera.
Por un lado solemos tener un descuento jugoso; por el otro el reclamo de que son productos que se agotarán en seguida. Esto crea la necesidad no solo de adquirir el producto al precio marcado, también entra en juego la competitividad y la oportunidad; al tiempo que a la marca le sale tremendamente rentable ya que este tipo de campañas salen muy económicas a nivel de marketing obteniéndose, a cambio, gran viralidad.
Las ventas flash son excelentes oportunidades… para unos pocos
Una de las últimas campañas de venta flash la ha protagonizado el Redmi Note 7 de Xiaomi. El móvil, recién aterrizado en España, se vende por unos suculentos 179 euros. Aunque, dado el lanzamiento, la marca ha decidido ofertarlo a 149 euros. Eso sí, las unidades son tan limitadas que se agotan en minutos tras la puesta a la venta. Con una contrapartida: quienes no han tenido acceso a la compra suelen mostrarse molestos. Y con razón.
La semana pasada uno de los miembros del equipo intentó adquirir a título personal uno de los Xiaomi Redmi Note 7 en venta flash justo el primer día que se comercializaban. El balance entre las personas deseosas de adquirirlo y el número de unidades en circulación era tan desequilibrado que los móviles a 149 euros se esfumaron casi como se evapora un charco en mitad del desierto. Nuestro compañero consiguió su Redmi Note 7. Muchos de nuestros lectores nos comentaron que se sintieron frustrados al no tener tanta suerte.
¿Son las ventas flash un timo? No: las condiciones de acceso a la promoción están bien medidas a nivel legal, por lo que cualquiera que puja por un dispositivo acepta las condiciones. Aunque eso sí, no son la mejor manera de distribuir un producto ya que, si este tiene suficiente tirón como para crear expectación, defraudar a gran parte de tus posibles clientes no debería ser la mejor estrategia a largo plazo.
Comprar un producto no debería ser cuestión de suerte
Resulta lógico que con los productos más populares no se pueda cubrir la demanda ya que, a menudo, eso supondría un esfuerzo logístico tremendo, pero, dado que las marcas que realizan las ventas flash disponen de suficiente músculo a nivel de almacenes, tiendas y distribuidores, crear la sensación de exclusividad con unidades limitadas y entregadas a suerte casi parece una burla al cliente habitual. Al fin y al cabo, si el producto vale la pena, terminará vendiendo todas las unidades que haya en stock, sea este pequeño o grande.
Las ventas flash hay que tomárselas igual que cuando se juega a la lotería, aunque con la salvedad de que si ganas encima te toca pagar. Recuerda que, por lo general, el producto se vende en otras tiendas por más que salga un poco más caro: a menudo da menos dolores de cabeza pagar un poco más y asegurarse el teléfono.
¿Has participado en ventas flash de teléfonos móviles? ¿Conseguiste el smartphone al precio que buscabas? ¿Qué opinas de este tipo de ventas?