Por más que tu móvil solo lo vayas a usar tú, y aunque no lo dejes nunca fuera del alcance de tus ojos, siempre resulta recomendable asegurar el bloqueo para que nadie pueda utilizarlo. El PIN es uno de los métodos clásicos y seguros, especialmente si el código es de seis cifras. Aunque hay un sistema que no solo es seguro, también cómodo: el lector de huellas.
Cada persona tiene un patrón de huella único que lo define de manera exclusiva. Gracias a ello no solo puede identificarnos con seguridad la policía, también nuestro smartphone. La «magia» se encuentra en el sensor que lee nuestra huella, el espacio seguro del móvil donde se almacenan los patrones guardados y en el procesado de los datos para cuadrar las semejanzas en las líneas que permitirán la identificación. Todo en décimas de segundo.
Los lectores de huellas en los móviles no son nada nuevo ya que hasta los más baratos disponen de este método de autenticación. Ahora bien, no todos los sensores son iguales ya que, pese a que lean la yema del dedo, pueden hacerlo de manera diferente. También hay dos tipos muy diferenciados: los lectores de fuera de la pantalla (traseros, delanteros, laterales) y los que se integran bajo el panel.
Sensores fuera de la pantalla: capacitivos; sensores en pantalla: ópticos
Por norma general los dos tipos de lector de huellas por emplazamiento también se diferencian en su manera de funcionar. Como has leído en el título anterior, los lectores situados fuera del panel suelen ser de tipo capacitivo; cambiando a ópticos cuando el fabricante opta por integrarlo en pantalla.
Veamos cómo funciona cada uno:
- Lector de huellas capacitivo. Como ocurre en la pantalla de tu smartphone, los sensores con esta tecnología detectan la carga eléctrica de los dedos creando un mapa con la zona de la yema que ha tocado el lector. Como los surcos de la huella no presionan la superficie, el lector puede determinar el dibujo identificando las áreas con contacto; que corresponden con las líneas del dedo.
- Lector de huellas óptico. El sensor realiza una fotografía del dedo para después, utilizando algoritmos, identificar la huella al contrastarla con las ya registradas.
Ambos sensores son muy diferentes por su forma de funcionar por más que terminen ofreciendo el mismo resultado: identificar las líneas de las yemas para que el sistema de seguridad contraste las lecturas.
Una vez vistas las diferencias entremos de lleno en cómo un lector de huellas en pantalla se las apaña para saber que eres realmente tú el que va a acceder a Android.
Lector óptico que hace fotos al dedo a través de un minúsculo agujero en pantalla
Smartphones como el OnePlus 6T, el Huawei Mate 20 Pro, el OPPO RX17 Neo… hacen uso de los lectores de huella en pantalla para así suavizar el diseño integrando todo el área de interacción en el frontal. El mecanismo es idéntico: una pequeña zona de la pantalla se ilumina para que el usuario sepa dónde poner el dedo; cuando se posa la huella el área de la pantalla brilla al máximo para que la cámara capte mejor los surcos (en súper alta resolución); la cámara del sensor óptico capta la imagen y envía la información a contrastar.
Dada la tecnología implicada, esta tiene varios inconvenientes:
- La lectura de huellas en pantalla es algo más lenta que la que ofrece un sensor capacitivo.
- El dedo se ha de posicionar de manera muy precisa para que funcione a la primera.
- El área de lectura es muy concreta: un pequeño círculo que el móvil debe iluminar para que el usuario sepa dónde poner el dedo.
- Los sensores ópticos son menos seguros que los capacitivos. Especialmente los que se encuentran en pantalla ya que el agujero por el que hacen la foto es muy pequeño y captan una porción reducida del dedo.
Dada la menor seguridad Google se está planteando que el lector de huellas en pantalla quede vetado del área segura de Android o Trustzone; lo que implicaría que las aplicaciones que demanden seguridad, como las de pago, no se podrían autentificar usando el dedo. Este problema estaría solucionado en la próxima generación, los lectores de huellas ultrasónicos.
El lector de huellas por ultrasonidos elimina los inconvenientes del sensor óptico
Xiaomi ya lo ha mostrado en público, también OPPO. El sensor ultrasónico no es ni capacitivo ni óptico ya que utiliza ultrasonidos para efectuar su tarea. Estos sensores constan de dos partes: un transmisor y un micrófono. El transmisor emite ultrasonidos que, al rebotar con la superficie irregular del dedo, son capturados por el micrófono identificando la forma irregular de la huella. Después, el sistema coteja la huella capturada con las que se registraron como auténticas y, de casar, se da el visto bueno a utilizar el móvil.
Estos lectores de huellas en pantalla eliminan todos los problemas de los más tradicionales lectores ópticos. Estos son:
- Pueden usarse a través del cristal y del metal, por lo que no hay que agujerear la pantalla.
- El área de lectura es muy grande y no es necesario iluminarla para que el usuario sepa dónde está.
- La lectura y grabación de una nueva huella son rapidísimas.
- La yema del dedo se lee de una pasada y en toda la superficie, lo que aumenta la seguridad y la fiabilidad.
- Puede utilizarse el lector de huella con los dedos mojados. Incluso con el móvil bajo el agua.
El lector de huellas ultrasónico reemplazará rápidamente a los sensores ópticos utilizados en la misma zona. Una vez se prodiguen seguramente se reduzcan tanto de precio que también los veremos en la gama media, igual que ocurrió con los lectores tradicionales capacitivos. Las ventajas merecen la pena.