La semana pasada estuvimos en Nueva York para conocer las nuevas televisiones QLED de Samsung, información que publicamos en Omicrono. Aprovechando nuestra estancia allí, fuimos invitados a conocer la Samsung 837 Flagship Store de Nueva York.
Sinceramente, no esperaba escribir sobre esta tienda, pero mi impresión cambió justo en el momento que entré. No es que sea una revolución ni una experiencia que nos vaya a cambiar la vida, pero siendo francos, se trata de una tienda que está bastante chula. El concepto y resultado nos ha gustado.
Una tienda en la que no venden nada, una tienda de experiencias
Lo más llamativo de la Samsung 837 es que se autodenomina como la flagship store, una tienda que según Samsung es de sus tiendas más importantes a nivel mundial. Pero hay algo extraño aquí.
Nos dimos varias vueltas, subimos escaleras, bajamos escaleras y volvimos a subir. No hay mostradores para pagar, no hay etiquetas para pagar, ni tampoco dispositivos que podamos comprar. Sí, se trata de una tienda en la que no podemos comprar.
Tal y como nos ha contado Samsung, se trata de una tienda de experiencias. ¿Y cuáles son esas experiencias?
Móviles de Samsung, y experiencias divertidas
En mayor parte, hemos podido conocer todos los dispositivos de la marca. Muchas mesas bien ubicadas en las que hemos podido conocer los móviles, tablets, accesorios como el Samsung Dex, y relojes inteligentes, entre otros dispositivos. Hasta aquí no es muy distinto de una tienda estándar, donde podemos trastear todo lo que queramos con los dispositivos, pero la diversión empieza aquí.
La primera experiencia fue una demostración sobre la resistencia al agua de sus Galaxy S. Para ello, nos invitaron a tomarnos un selfie con un Galaxy S9, el cual el dependiente acabaría metiendo en un cubículo de agua, el cual escondía una pantalla en el fondo. Desplazando el móvil bajo el agua, iba apareciendo nuestro selfie en el agua. La verdad es que fue divertido.
Justo al lado, teníamos demostraciones para probar por nuestra cuenta las gafas de realidad virtual Samsung Gear VR, así como el modo PC de los Samsung Dex.
Un hueco a la personalización
En la sección de los móviles, hay una pequeña máquina que desde el primer momento me ha llamado a la curiosidad. Con una pantalla y sencillos controles, podemos crear una funda completamente personalizada para nuestro Samsung Galaxy.
Samsung Gear 360, VR y Galaxy Fitness
En la segunda planta nos encontramos una sala que era muy divertida, llena de luces y espejos. En el centro de todo, una Samsung Gear 360 permitía capturar la sala de espejos completa, y en 360 grados. Con un móvil ubicado más abajo podíamos ver el resultado de la fotografía, e incluso consultar a un dependiente para que nos enviase la fotografía en 360 grados por email. Olvidé darle la dirección, eso sí.
Al volver a la planta inferior, había la que para mi era la zona que más me gustó, la dedicada a los videojuegos en realidad virtual. Nos sentamos en una silla motorizada que se sincronizaría con el movimiento de una nave espacial que controlaríamos en realidad virtual.
El juego de naves no era la única experiencia inmersiva de realidad virtual, ya que también teníamos unos juegos de esquí y surf, en los cuales te montabas en los esquís o tabla y te dejabas llevar. La experiencia fue una pasada, y daban ganas de pasar allí toda la tarde.
Como último, también había un remo conectado a un Galaxy S8 y Gear Sport (conectado a nuestra muñeca). Leyendo nuestra información, aparecería nuestra velocidad de remo y pulsaciones en una gran pantalla, donde competiríamos con otro jugador. Reconozco que este juego no me gustó tanto como los otros, pero no deja de ser curioso.
También podemos conocer los electrodomésticos
Como gran fabricante, los electrodomésticos también forman parte de Samsung. En la tienda podíamos ver sus nuevas lavadoras, así como cocinas en las que su nevera con pantalla táctil hacían acto de presencia. No es que fuera una zona muy extensa, pero también son parte del hogar conectado que busca Samsung.
Un lugar para atender a charlas
Durante el tour de la tienda, pudimos asistir a una charla sobre la propia tienda. Esa charla nos la dieron en un salon de actos que se ubica en el eje central de la tienda, permitiendo un fácil acceso estuviésemos en la parte que estuviésemos de la tienda (aunque para conseguir asiento, era necesario dirigirse a la entrada de la tienda. El sentido de esta sala es poder ofrecer charlas gratuitas de carácter cultural a cualquier persona que se encuentre en la tienda.
En la propia web de la tienda puedes consultar qué día y hora serán las próximas charlas dadas en la tienda, lo que convierte a esta tienda además en un eje cultural y abierto al público.
Una visita recomendable, si vas a Nueva York
Lo cierto, es que pensar en ir a una tienda sea de las cosas que menos pienses si vas a visitar Nueva York, ya que es una ciudad espectacular, y con tantos sitios que ver que al final te deja con ganas de volver a conocer lo que te dejaste.
No obstante, si te gusta la tecnología y pasas cerca de esta tienda, te recomendamos dar un paseo, ya que no perderás mucho tiempo (en menos de media hora puedes verlo todo perfectamente) y te gustará.
En caso de que vivas en Madrid, la Samsung Store de Callao es otra tienda de experiencias que también merece la pena visitar.